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Mundial 58: la pelota importaba poco en Gales

Por Héctor Suárez para el www.elchorrillero.com

Pele y la marca de dos defensores de Gales. Brasil ganó uno a cero con gol de su estrella.
Actualizada: 10/04/2018 12:23
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En su única participación, la selección británica perdió ante Brasil en los cuartos de final del Mundial jugado en Suecia, ante el desconocimiento de su gente.

Una anécdota da prueba de ello: en la estación de tren de Swansea se bajaron cuatro jóvenes fornidos con mochila en la espalda. “¿Qué tal chicos, volvés de las vacaciones?”, preguntó el revisor. Entonces, Mel Charles, Ivor Allchurch, Cliff Jones y Terry Medwin se quedaron duros. No eran cuatro jóvenes cualquiera, sino que eran cuatro de los mejores futbolistas de un equipo que había logrado alcanzar los cuartos de final del Mundial de 1958 en Suecia. El único gran torneo que había disputado la selección de Gales.

La estrella era John Charles, que jugaba en la Juventus y era conocido como Il Gigante Buono, el hermano de Mel, el delantero que por lesión se perdió ese duelo que resolvió un jóven de 17 años llamado Pelé.

El fenomenal delantero John Charles no pudo jugar frente a Brasil. Gales sintió su ausencia.

Antes de llegar a Suecia, la selección de Gales pasó por una travesía de la que salió bien parada. Eliminada en la fase de clasificación para el Mundial al quedar por detrás de Checoslovaquia, la providencia le dio un rebote que no desaprovechó. Resulta que los adversarios de Israel, por cuestiones políticas, se negaron a jugar allí, lo que les daba la única plaza que se concedía a África y Asia para el torneo, sin tocar el balón. Pero el organismo internacional decidió que una selección no podía acceder al cuadro final sin haber jugado al menos una eliminatoria. Fue la primera vez que se utilizó y el rival saldría de uno de los segundos clasificados en la fase previa.

La invitación fue para Gales, que venció a Israel en Tel Aviv y Cardiff.

Selección de Gales que jugó su primer y único Mundial en Suecia 58.

En Suecia la selección de Gales seguía con la fortuna de su lado, porque con tres empates —ante los anfitriones, Hungría y México- ocupó segunda plaza empatada  con los húngaros.  En el desempate ganó Gales. Ante 2.823 personas, maracron Medwin y Allchurch en un duelo que vencieron por 2-1. “Pero fue un infierno de patadas”, describiría John Charles en su autobiografía King John: “Acabé con las piernas negras en vez de azules por la paliza que nos dieron”. Él, magullado, debió quedarse en la grada ante Brasil. “Era imposible que jugara”, recordaría Mel. Y quizá cambió la historia.

En el equipo del fabuloso Garrincha y el elegante Didí, apareció sin avisar un niño de 17 años que hacía diabluras con la pelota y gambeteaba rivales como si nada. Atendía al nombre de Pelé y logró el único tanto del partido, el primero de una leyenda que ha perdurado en el tiempo.

“Fue un martirio porque movían la pelota con una rapidez diferente a todo lo visto antes”, reconocería Mel Charles sobre Brasil, ganador de ese Mundial.

Derrotados, los galeses regresaron a casa con la certeza de que habían logrado competir con los mejores equipos del mundo. Pero de eso, pocos se enteraron. “No hubo una gran ceremonia cuando nos fuimos, y nada de nada cuando regresamos”, explicó Mel en su autobiografía, "A la sombra de un Gigante".

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