LeBron James lo hizo de nuevo: canasta y triunfo en el final
"Dios se ha vuelto a vestir de jugador de baloncesto" es una de las frases más icónicas del baloncesto NBA en España. La dijo Antoni Daimiel en la retransmisión de Canal+ en una de las canastas más importantes y más recordadas de la carrera de Michael Jordan y de la historia de la liga. Robo a Karl Malone y dos puntos para ganar su sexto anillo de campeón.
La frase hizo honor a la acción, el culmen de una carrera inabarcable y ante la que nos quedábamos sin palabras noche tras noche. No sé si Antoni habrá pensado en volver a repetir esa frase, pero uno comienza a acercarse peligrosamente a ese pensamiento con LeBron James.
Al ’23’ de los Cavaliers le falta la mística que se ha ido ganando Jordan con los años. Le faltan anillos y le faltan ‘momentos’, quizás, para ser considerado lo que es MJ: el mejor jugador de la historia. Pero sólo el hecho de escribir estas palabras ya encumbra a un LeBron que esta temporada se ha vuelto a citar con la historia.
Después de una mala temporada de Cleveland, con traspasos, crisis y problemas en el cuerpo técnico, LeBron James llegó al límite contra los Indiana Pacers. Fue principio y fin de una serie que se fue hasta los siete partidos gracias a él y que resultó en el pase a semifinales de los Cavaliers por él. Descansó y se puso como objetivo el mejor equipo de la Conferencia Este durante toda esta temporada: los Toronto Raptors. Una semana después, LeBron, los Cavaliers, van 3-0 en una serie destinada a terminar en el cuarto partido en Cleveland.
Uno se piensa aquella frase de Daimiel porque antes de esta eliminatoria no había una razón baloncestística de peso para imaginar a los Cleveland Cavaliers ganando a los Raptors. La única era LeBron James. Y ha sido más que suficiente. En el tercer partido, con empate a 103 y a escasos segundos de que el partido llegase a la prórroga, el ’23’ hizo esto:
LeBron volvió a salvar a unos Cavaliers que echaron a perder una renta de 15 puntos al descanso. Se fue hasta los 38 puntos, seis rebotes y siete asistencias en 41 minutos para elevar sus promedios a 34,8 + 9,5 + 8,8 en las eliminatorias de este año. Por influencia y contexto: los mejores Playoffs de su vida. Con 33 años y a punto de tomar una nueva ‘The Decision’ en la que ya se rumorean destinos que dejó de lado en 2010 para irse a los Miami Heat: New York Knicks, Houston Rockets, Chicago Bulls y Los Angeles Lakers.