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Alemania 74: Zaire y el momento insólito del Mundial

Por Héctor Suárez especial para el www.elchorrillero.com

La selección de Zaire que jugó el Mundial 74 fue la peor representación que tuvo Äfrica en la historia de los Mundiales.
Actualizada: 19/05/2018 11:05
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Fue una anécdota curiosa, concreta, una imagen muy divertida, pero que esconde más de lo que parece.

La cenicienta del campeonato fue la selección de Zaire (hoy, República Democrática del Congo) y llegó con el antecedente de eliminar a Zambia y Marruecos. Así se convirtió en el primer equipo del África subsahariana en participar en la Copa del Mundo. Fue la participación más exótica de la historia de los Mundiales.

Zaire integró en el grupo 2 y el debut cayó ante los escoceses por 2-0. Luego perdieron 9-0 ante Yugoslavia y en el cierre enfrentaron a Brasil.

El partido se celebró en Gelsenkirchen. En el minuto 77 de partido la ‘canarinha’ ganaba 2 a 0 y el árbitro rumano Nicolae Rainea, marca una falta cerca de la medialuna del área. El juez  discutió con los jugadores zaireños que formaban la barrera y luego dio la orden. Pero antes de que los brasileños saquen, el defensa zaireño Mwepu Ilunga, ante la sorpresa de todos, salió corriendo desde la barrera y ¡patea el balón hacia el campo brasileño! Estupefacto, Rainea amonestó a Ilunga y la faltó se ejecuta. Apenas un minuto después, el brasileño Valdomiro marcó el 3-0, tras un grave error del portero Muamba.

En aquel momento pareció una imágen surrealista y que África estaba aún muy lejos del nivel requerido para jugar la Copa del Mundo. Parecían  inocentes e ingenuos y que no conocían el reglamento.

El defensor de Zaire Mwepo IIlunga sale de la barrera de su equipo y tira la pelota lejos.

Pero nada más lejos de la realidad. La absurda acción de Ilunga tenía un motivo, que él mismo explicó. El quería ser expulsado.

Era perfectamente consciente de lo que hacía y el motivo fue protestar contra las autoridades futbolísticas de su país (que estaba dirigido por el dictador Mobuto Sese Seko), porque se quedaban con el dinero que le correspondía a los jugadores: “No tenía ningún motivo para seguir sufriendo en el campo cuando los que se beneficiaban económicamente estaban tranquilamente sentados”.

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