Los artesanos de La Toma continúan a la espera de una respuesta
Hace una semana pidieron una audiencia al Gobierno. Es porque no les proveen materia prima para el normal funcionamiento de los talleres.
El Concejo Deliberante y los artesanos solicitaron al ministro de Medio Ambiente, Producción y Campo, Sergio Freixes que los atienda para exponer la problemática que afectaría a cerca de 240 trabajadores que se desenvuelven en 60 talleres.
Un grupo de concejales le expuso el problema también al ministro de Gobierno, Eduardo Mones Ruiz. En la reunión le comunicaron que hubo un pronunciamiento formal del cuerpo al declarar la “emergencia laboral” del sector.
La incertidumbre que provocó la falta de mármol ónix, materia prima “única en el mundo” con la que los artesanos crean sus obras de arte, llevó a exponer la situación al Gobierno que tiene bajo su jurisdicción la administración de la cantera desde el año pasado.
A Mones Ruiz le expusieron la situación para que interceda ante el ministro Sergio Freixes, que tiene bajo su órbita la dirección de Minería, que tiene a Miguel Berardo como responsable.
De acuerdo a lo que sucedió esa jornada, Mones Ruiz “se comprometió a coordinar una audiencia para que Freixes reciba a los artesanos”.
Además teniendo en cuenta la resolución que emitió el cuerpo legislativo en la que reconocieron el abandono a los trabajadores de la piedra, remitieron una copia al ministro para que tuviera conocimiento del reclamo y abriera un espacio en su agenda.
Sin embargo a una semana del pedido, no tuvieron respuestas de ningún tipo. “Creo que tienen poco interés en darnos una solución, no pedimos otra cosa, sólo queremos que nos digan si nos van a vender”, sostuvo el artesano Pedro Guzmán, ante una consulta de elchorrillero.com.
La emergencia laboral fue aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante durante una sesión inusual en la que el propio oficialismo tuvo que apoyarla.
Por la falta de materia prima tambalea el sector dado que se ven afectados unos 60 talleres en el que trabajan más de 200 personas.
Para tomar dimensión de la circunstancia, la última vez que distribuyeron piedra hace casi cuatro meses, sólo proveían de un máximo de 500 kilogramos por comprador, cantidad ínfima teniendo en cuenta que al menos se utilizan 300 kilogramos por semana.