En HBO se ocuparon de la jubilación de privilegio de Adolfo R. Saá
La retribución de casi $160 mil la percibe por los siete días que fue presidente de la Nación durante la extraordinaria crisis que sacudía al país en diciembre 2001.
En el programa de opinión y humor político “Chumel con Chumel Torres”, conducido por el reconocido humorista mexicano, abordaron las pensiones vitalicias que cobran los expresidentes en algunos países de Latinoamérica y la Argentina no fue la excepción.
“Una simple pensión se convierte en una abusiva y desproporcionada patada al erario y a todos nosotros”, fueron las palabras del periodista que con sentido irónico dijo antes de adentrarse el tema.
En el programa difundieron un informe publicado por La Nación el año pasado que revelaba cuáles son los cuatro exjefes de Estado que cobran jubilaciones superiores al sueldo del presidente, Mauricio Macri. Incluso, también aludía a dos exvicepresidentes.
Entre ellos, se mencionó a Rodríguez Saá que recibe actualmente $158.334, ubicándolo en el tercer puesto, debajo de Carlos Menem con $178 mil por mes y Fernando de la Rúa con $176.443. En el cuarto lugar se encuentra Cristina Kirchner, con $153.174.
Pero lo paradójico, es que en el caso del ex cinco veces gobernador de San Luis, se trata del más polémico, teniendo en cuenta que cumplió funciones como jefe de Estado durante una semana en 2001.
“Adolfo Rodríguez Saá duró siete días como presidente de la Argentina y tuvo los huevos de solicitar una pensión vitalicia y se la dieron. He tenido comezón en la entrepierna por días y ni una maldita incapacidad laboral me dieron en HBO”, dijo el conductor con el humor sarcástico que lo caracteriza.
La legislación argentina no establece un plazo mínimo de permanencia en el cargo como presidente para poder gestionar el beneficio.
Otros casos tampoco dejan de ser polémicos como el de Cristina Kirchner, quien solicitó en los últimos a la Justicia poder cobrar la jubilación del fallecido expresidente Néstor Kirchner ya que anteriormente la Procuración del Tesoro le requirió que elija entre percibir la pensión de su fallecido esposo o la de ella.