Escándalo en la Legislatura: el bloque de R. Saá violó la Constitución provincial
En la Asamblea Legislativa los legisladores de Unidad Justicialista impidieron que la oposición nombre su representante en uno de los más importantes organismos de control sobre los gastos del Gobierno.
Es un escándalo que el bloque de diputados y senadores de Rodríguez Saá convirtió en una práctica sistemática porque desde hace varios años se toma la atribución de definir quien representará a la minoría en el Tribunal de Cuentas.
El oficialismo en su condición de mayoría nominó una vez más como vocal al contador Hugo Zudaire, que fue ratificado con el aval de la oposición. Logró 46 votos a favor y uno en contra, según la recuento oficial.
El inciso 2 del artículo 242 de la Constitución provincial establece que dos miembros son elegidos por la “Asamblea Legislativa a propuesta, uno de la mayoría y el otro por la minoría”.
De acuerdo al ordenamiento jurídico, el segundo integrante le corresponde al bloque Avanzar y Cambiemos por San Luis en su condición de minoría por la cantidad de diputados y senadores.
Por eso propuso al contador Néstor Ordoñez, que se ha desempeñado en la función pública como ministro de Hacienda y Obras Públicas, entre otros cargos, durante la gestión de Claudio Poggi.
Pero a través de una maniobra el oficialismo logró arrebatarle el cargo. Mercedinos por el Cambio que forma parte del interbloque de Unidad Justicialista, propuso a Miguel Ferrero, que también viene desempeñándose en el Tribunal.
En rigor en la Legislatura la minoría la constituye Avanzar y Cambiemos que posee 15 diputados y un senador.
Mercedinos por el Cambio de aliado pasó directamente a conformar la mayoría legislativa al integrarse a Unidad Justicialista. Pactó con Adolfo y Alberto Rodríguez Saá al suscribir un acuerdo programático para presentarse en las elecciones de 2017.
Pablo Zamora, que estampó su firma en el pacto de Las Chacras junto a su par Verónica Causi, al impulsar hoy la continuidad de Ferrero se presentó como un “bloque autónomo”.
Para la oposición fue una “jugada sucia” porque hay suficientes hechos que han puesto en evidencia que Mercedinos por el Cambio es una “construcción formal” que es funcional a Rodríguez Saá.
“La única bancada que representa a la oposición es la nuestra. Entonces reclamamos que se cumpla con la pauta constitucional de que el otro miembro que integre el Tribunal debe ser designado por la minoría”, argumentó Alejandro Cacace y tuvo en cuenta el antecedente que los llevó a formalizar una presentación en la justicia.
“En la última asamblea eso no fue respetado. El oficialismo en violación al mandato constitucional votó a los que representan a su frente y luego impugnamos esa decisión”, agregó.
Esta vez el jefe del bloque opositor expuso que “una característica fundamental de los órganos de control es que tengan independencia en su funcionamiento para poder controlar a los gobiernos. Porque sería muy débil el control de la institución si aquellos que controlan, forman parte o en definitiva integran la misma entidad controlada”.
“Todas las declaraciones internacionales que regulan a los órganos de control establecen como primer requisito la independencia de los miembros respecto de los controlados”, abundó.
Gastón Hissa por su parte aseveró que “el gobernador de San Luis no quiere cumplir con el marco jurídico y permitir que la oposición controle sus gastos”.
Joaquín Mansilla también se expresó en Twitter y calificó lo ocurrido en la Legislatura de “jugada sucia de los Rodríguez Saá”.
Para no convalidar la elección de Ferrero, Avanzar y Cambiemos se retiró del recinto y Unidad Justicialista lo ungió en soledad. Obtuvo 31 votos (25 diputados y 6 senadores).
Con la decisión de hoy los cinco miembros del Tribunal que controla los gastos del Gobierno quedaron en manos de Rodríguez Saá. Los otros tres (Guillermo Catalfamo y Sergio Oste están en funciones en la actualidad) son designados por el propio gobernador.