Crimen de la enfermera: "Estoy seguro que mi hijo Pablo la mató"
El padre de los detenidos habló con la prensa y apuntó contra el cuñado de Marcela Coronel, el mismo que quedó registrado en un video abandonando a su sobrina a 40 cuadras de su hogar
Luego de que se difundiera una filmación en la que puede verse a Pablo Daniel Guevara, cuñado de Marcela Coronel, la enfermera de 33 años que apareció muerta en la localidad bonaerense de Longchamps, abandonando a su sobrina, el padre del joven apuntó contra él.
"Estoy seguro que fue Pablo quien la mató", declaró Daniel Guevara frente a las cámaras de televisión de diversos noticieros, quitándole responsabilidad en tanto a su otro hijo, Gabriel, quien fuera el marido de la víctima.
"Para mi no era Pablo ni Gabriel, pero yo empecé a ver indicios. Nunca hablé con nadie de ellos. Yo preguntaba nada más", explicó el hombre.
También tildó de "agresivo" y "bravo" a Pablo, y negó que tuviese problemas con las drogas. "Tiene problemas familiares, anda loquísimo, tiene necesidad de plata. Hacía el acting de que iba a trabajar, estaba en mi casa 8 horas y se iba a la casa de nuevo", agregó.
"Gabriel es inocente para mí. Puede llegar a salir libre", consideró Daniel en cambio sobre la situación del hombre de 24 años, también imputado en la causa por "homicidio".
La madre de los aprehendidos, Mónica, coincidió con la versión de su marido: "Yo tengo mis dudas también, vi un pedacito chiquito del video. Con este tema del celular también. Gabriel se enloqueció cuando se enteró que Pablo tenía un celular parecido. Lo quería ir a matar a su hermano", añadió, haciendo referencia a una disputa sobre un teléfono móvil involucrado en la causa.
"Yo pienso que fue también con otra persona. Decían que había un video con un hombre grande, fumando", sostuvo la mujer.
Relación con la hermana de Marcela
Aparte de las fuertes declaraciones que señalan a su propio hijo como autor del crimen, Daniel Guevara dedicó unas palabras a la hermana de la víctima.
"Ella tiene a su hermana en la tumba, y la va a llorar. Y mañana la va a recordar. Yo metí a mi hijo en la tumba vivo. Y yo me voy a morir recordándolo y llorándolo. Lamento las cosas, pero que se cuide cuando habla, porque no sé si ella, si estuviese en mi lugar, hubiese hecho lo mismo", cuestionó el hombre.
Y concluyó: "Eran pruebas muy contundentes y dije que si mi hijo era el asesino yo lo iba a llevar de la oreja. Pero no hablen pavadas. Que yo no tengo dignididad, que mi familia no tiene dignididad. ¿Y lo que hice yo cómo se llama, entregar a un hijo?".