El Gobierno echó a 50 trabajadores de la ULP
La decisión se comunicó de un día para el otro. Los empleados cumplían funciones desde hace siete años en la mayoría de los casos.
La determinación fue oficializada a través de la resolución rectoral Nº59 de la Universidad de La Punta.
Fue una de las primeras medidas que tomó la rectora Alicia Bañuelos, luego de que el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, la designara en el cargo a principios de este mes.
El despido masivo de empleados por parte del Gobierno de San Luis se produce en momentos en que el actual mandatario provincial está presentado por etapas un plan de obras denominado “sueños puntanos” para diferenciarse de la gestión de Mauricio Macri.
En el último acto de anuncios, Rodríguez Saá dijo que “los puntanos están desesperanzados con lo que está pasando en el orden nacional”.
En rigor, en San Luis es su administración la que acaba de dejar sin empleo a medio centenar de trabajadores.
Uno de los ex empleados, Luis Monsalva, en declaraciones que formuló a El Chorrillero, explicó que el miércoles pasado una funcionaria los convocó a una reunión para comunicarles la desafectación.
“Nos dijo que firmáramos y luego nos enviarían el telegrama. Todos nos fuimos de allí con inmenso dolor, algunos compañeros se retiraron llorando”, contó.
Todos se vieron sorprendidos por la noticia. Incluso, antes de asistir a la convocatoria, los trabajadores imaginaban que serían notificados sobre los dos días de vacaciones que se otorgan todos los años por el receso invernal, pero lo cierto es que no fue así.
Monsalva, de 47 años, tiene tres hijos y cinco nietos. Se desempeñaba desde hace 7 en el área de soporte técnico de la ULP y recorría distintos escuelas de la provincia para el mantenimiento de las computadoras a alumnos de la primaria.
Según explicó, los trabajadores despedidos “como mínimo tenían cinco años de antigüedad”, en la casa de estudios.
Asimismo, afirmó que el resto de los desafectados “no quieren hablar porque tienen miedo de que tomen represalias contra ellos. Están esperanzados que serán llamados para trabajar, pero eso es mentira porque de lo contrario nos hubieran reubicado en otro sector”.
Luego del desplazamiento del exrector, Fernando Salino, la ministra, Natalia Spinuzza les manifestó a los empleados que “estuviéramos tranquilos, que no nos iban a correr y conservaríamos el trabajo, pero nos engañaron durante todo un mes y nos despidieron”.
La actual ministra de Educación que estuvo a cargo en forma interina de la ULP, hizo una primera purga que alcanzó a funcionarios y personal político.
El caso más emblemático fue el de un hijo de una senadora provincial que cobraba $45 mil y que no fue nunca a trabajar. En la universidad tomaron conocimiento de ese nombramiento cuando los colaboradores de Spinuzza llegaron con el listado y preguntaron por el hijo de la dirigente de Unidad Justicialiata.
Monsalva, explicó que han solicitado hablar con autoridades de la universidad, pero no tienen respuesta. Además, le escribió al senador, Adolfo Rodríguez Saá, a través de facebook, pero hasta el momento "no me responde”.
“Sinceramente desconocemos a qué obedece todo esto. Por un lado dicen que en San Luis hay cero desempleo, pero sabemos que no es así”, finalizó.
Hay incertidumbre en el personal por su futuro porque no se sabe si Bañuelos seguirá con los despidos. Además se especula que la actual rectora podría cubrir los cargos con “gente nueva”.