De acuerdo a la Cuenta de Inversión, R. Saá tiene un desfasaje financiero de $4.100 millones
Equivale a cinco meses de pago a proveedores. El Gobierno tiene los números en rojo. La deuda flotante.
La Cuenta de Inversión de 2017 que tratará y seguramente aprobará este miércoles la Cámara de Diputados, resultó ser una caja de pandora.
El informe arroja que la administración de Alberto Rodríguez Saá presenta un desfasaje financiero de $4.167.944.817.
El dato es un acabado indicador sobre cómo gestiona el actual gobernador y la salud de las finanzas de la Provincia.
Del informe del Tribunal de Cuentas que examinó los números del Gobierno provincial, surgió que el año pasado las cuentas públicas cerraron en rojo: el déficit fue de casi $846 millones.
Traducido San Luis ya no tiene la “escuela de administración” y el “modelo San Luis” está agrietado.
Nada es fruto del azar: los desequilibrios en los cuales está hoy sumergido el Estado puntano son el resultado del costo electoral que soportó el tesoro para parir el triunfo del senador Adolfo Rodríguez Saá el 22 de octubre y su hermano que formó parte de la fórmula como suplente.
Al gasto electoral hay que sumarle los gastos superfluos que forman parte de las prioridades de la actual gestión.
“Hay gastos que se han devengado en un ejercicio deficitario que todavía no se pagan”, explicó un especialista.
Los números muestran que Rodríguez Saá tiene enormes problemas financieros. Y al mismo tiempo se advierte “un desorden administrativo”, según un analista.
En una entrevista que dio en el verano al diario porteño Página 12, el actual gobernador concedió que “San Luis está al borde del default”.
Ahora cobra sentido el desliz que en ese momento los propios funcionarios puntanos salieron a desmentir y minimizar.
Con este escenario se acaba de anunciar un plan denominado “sueños puntanos” de obras estimado en $5 mil millones.
Lo cierto es que hoy Rodríguez Saá arrastra una deuda flotante superior a los $4 mil millones. Los documentos oficiales muestran en el renglón “Mandado a pagar si pago” que es de $4.167.944.817.
Un dato más para completar el panorama: en 2017 el gobernador vendió la totalidad de los títulos públicos que disponía la Provincia por un valor contable de $ 2.424.354.562, más la diferencia de cotización e intereses.