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En su alegato, Boudou dijo: "Me persiguen por transformar la realidad"

El ex vicepresidente está procesado por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho. Su defensa presentó un recurso y pidió anular la audiencia.

Boudou está procesado por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho.
Actualizada: 07/08/2018 13:28
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Amado Boudou se podría convertir en el exfuncionario kirchnerista de más alto rango en ser condenado por un caso de corrupción. Siete años después de que estallara el caso Ciccone, el Tribunal Oral Federal N°4 dará a conocer la sentencia contra el exvicepresidente. “Jamás negocié el 70% del paquete Ciccone”, dijo el ex vicepresidente al hacer su último descargo. Está acusado de los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho.

Boudou sostuvo que "jamás" negoció por él o a través de terceras personas la compra de la ex Ciccone y consideró que en el juicio en su contra "se invirtió la carga de la prueba". "El propio (Alejandro) Vanderbroele dijo que cohecho no existió", agregó.

El ex vicemandatario dijo que "la situación del cohecho no tiene correlato con ninguna de las pruebas que se dieron" y subrayó que "hay sobrada evidencia de que no hubo negociaciones incompatibles". También, se refirió a medidas que llevó adelante el gobierno kirchnerista y opinó que "los políticos que deciden transformar la realidad son perseguidos". "No hay duda de que el país del 2018 es más injusto que el país del 2015. Vine esperando encontrar justicia, ojalá así sea", señaló.

La defensa de Amado Boudou pidió suspender el veredicto de la causa por la venta de la imprenta al argumentar que el presidente del tribunal, Pablo Bertuzzi, no puede intervenir. "Usted no puede estar acá", le dijo el abogado Alejandro Rúa al juez Bertuzzi; al informar que aún está pendiente la recusación en su contra porque apeló ante la Corte Suprema y ese planteo tiene efectos suspensivos. Sin embargo, el tribunal no tomó en cuenta este planteo y ratificó que a las 14 se conocerá la sentencia.

Todos los acusados tuvieron la oportunidad de hacer su último descargo. Mientras que Alejandro Vandenbroele y Guido Forcieri evitaron hablar, Rafael Resnick Brenner pidió su absolución y reclamó que en el juicio "hay muchos ausentes". "Estamos en un debate que vamos a la velocidad de una Ferrari y abajo hay una bicicleta fija sin intención de averiguar qué es lo que pasa realmente con este caso", dijo.

El exjefe de asesores de la AFIP acusó a la fiscalía de "trastocar pruebas y mentir en un alegato" y consideró que las acusaciones en su contra "se basan en conjeturas que no se compadecen con la prueba y desplazan la presunción de inocencia". Resnick Brenner afirmó que "no es parte de ningún plan criminal" y sostuvo que existe un "vedetismo y protagonismo jurídico que puede distraer las resoluciones judiciales llegando a efectuar resoluciones contrarias a derecho". "Quiero entender que no va a pasar eso con este Tribunal", concluyó.

A su turno Nicolás Ciccone, el exdueño de la imprenta, aseguró que lo "despojaron de su empresa". "Los verdaderos culpables, los que pergeñaron la maniobra para poder acceder a la empresa, no tuvieron que enfrentar este juicio", se quejó. Y dijo que la acusación por cohecho "no fue más que una maraña de artimañas maliciosas en la que la única perjudicada fue su familia".

"Estoy procesado, inhibido, expropiado sin paga alguna e injustamente acusado solo por haber dedicado toda la vida a una difícil función. El Estado se apropió de mi empresa", remarcó.

José María Nuñez Carmona, amigo de Boudou, manifestó que es "falaz" afirmar que "reemplazó" al exvicepresidente en la toma de posesión de la ex Ciccone Calcográfica. "Yo no recibí nada", señaló. Y calificó de "igualmente disparatado el pedido de detención" en su contra. De todas maneras, manifestó que, si le "toca ir detenido", irá al penal que se le indique.

Para la Justicia, Boudou se interesó para que se levantara la quiebra de la imprenta y para quedarse con el 70% de sus acciones como coima, por lograr salvarla. En esta causa están acusados además Núñez Carmona; Alejandro Vandenbroele, amigo de Núñez Carmona y considerado testaferro del ex vicepresidente para quedarse con la imprenta; Rafael Resnick Brenner, exjefe de asesores de la AFIP; Nicolás Ciccone, exdueño de la empresa, y Guido Forcieri, asesor de Boudou.

En caso de ser condenado Boudou, queda por determinar si se lo detendrá este mismo martes en la sala de juicio de Comodoro Py, ante la presunción de fuga, o si se aplicará una medida alternativa como, por ejemplo, la prohibición de salida del país, la obligación de presentarse a Tribunales de manera periódica o el control por tobillera electrónica. La fiscalía pidió una pena de cinco años y seis meses para el ex vicepresidente , al igual que la Oficina Anticorrupción. La Unidad de Información Financiera (UIF) solicitó seis años y la detención.

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