Hoy por ti, mañana por mí: vecinos se unieron en una cadena de plegarias para pedir por un bombero

Los tomenses están preocupados por el estado de salud de Busto y se expresaron para pedir por él. Algunos lo hicieron durante el día del patrono de la localidad, Santo Domingo de Guzmán, otros lo manifestaron desde que se supo su estado de salud, lo cierto es que la mayoría emanó sus energías para rogar una “pronta recuperación”.

“Querido pueblo ¿cuántas veces necesitamos de nuestros bomberos y el primero en llegar era Antonio Busto? siempre estaba. Hoy nos necesita, está pasando por un problema de salud del cual solo Dios sabe. Les pido cadena de oración y compañía a la familia que gran parte de ella somos nosotros. Hoy mis oraciones por Antonio. Dios ayúdalo”, imploró una de las publicaciones que más resonó en facebook.

El bombero padece una enfermedad grave que poco a poco lo fue debilitando, pero su corazón solidario “es más fuerte” y da batalla como si se tratara del más trascendente incendio de su carrera bomberil. De alguna forma el fuego que apagó en sus despliegues, refleja la vida misma, ahora las llamas son la enfermedad.

Los vecinos del pueblo lo han visto en innumerables circunstancias donde se grabó su servicial temperamento. Ayudaba a personas a las que se les escapaban los perros, prestaba colaboración con las escuelas, arriesgaba su vida en terribles operativos forestales, todo sin recibir un solo centavo ya que su paga “es el propio amor por la integridad humana”.

Según los testimonios, quizá uno de sus actos más heroicos fue cuando se incendió una fábrica de PVC hace poco más de diez años. El sitio contenía tanques con químicos muy peligrosos, de hecho la toxicidad alarmó a los especialistas y se concretó un operativo para que se tomaran todos los recaudos necesarios, desde el uso de barbijos hasta la evacuación de algunos vecinos.

Al momento de las llamas, Busto concretó todas las acciones que estaban a su alcance (al igual que sus pares), evitando una catástrofe. En esos años el cuartel no contaba con demasiadas herramientas y recursos, pero el corazón y el espíritu fueron más fuertes.

Incluso en esos días, se lo veía descansando sus pies quemados en fuentones con salmuera, una prueba de su vocación.

De estas anécdotas los tomenses pueden describir cientos, lo concreto es que ahora la situación de riesgo la afronta en carne propia y el pueblo se tornó en el bombero que busca salvarle la vida.

“Le agradezco a todos los que brindan sus buenas energías, ojalá Dios nos deje un tiempito más con él”, expresó su sobrina en diálogo con elchorrillero.com. Con el mismo perfil bajo de su tío, sólo se remitió al agradecimiento.

Esta nueva lucha es otra de las tantas que enfrentó con “altura y humildad”. Quizá es muy complicada, pero no dará brazo a torcer pues ya no combate sólo el fuego que lo rodea, sino que un pueblo entero, “su familia”, lo ayuda para que regrese al cuartel y escriba una vez más la historia de los bomberos voluntarios.