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Diego Masci sobre el ataque de R. Saá: “Fue un azote público a quien se sale de la línea marcada”

El periodista y director de Zbol.com.ar habló hoy sobre “el escarnio público” del gobernador Alberto Rodríguez Saá a “quien publica algo que al poder gobernante no le gusta”.

Masci se refirió sobre los ataques que recibió por parte del gobernador.
Actualizada: 29/08/2018 12:38
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“Hay un desmedido ataque a un medio de comunicación que lo único que hizo fue publicar la noticia”, sostuvo Diego Masci en declaraciones que formuló esta mañana en el programa Agenda Abierta que conduce Nino Romero por Radio Dimensión.

Alberto Rodríguez Saá arremetió ayer contra el periodista que reprodujo en el portal Zbol un video en el que la ahora ex ministra de Educación Natalia Spinuzza se jacta de haber consumido droga y alcohol, además de haber paseado por un sex shop durante su luna de miel en Amsterdam, Holanda.

Para el gobernador la publicación fue “un acto vil, despreciable y canalla”.

Desde el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, Alberto Rodríguez Saá en un acto que fue transmitido en vivo a través de la agencia oficial de noticias, atacó al editor del medio que poco después de publicar la noticia el viernes, le hackearon el sitio.

“Es el escarnio público a quien publica algo que al poder gobernante no le gusta, fue un poco lo que sufrimos nosotros desde el momento que publicamos”, sostuvo Masci y señaló que “sentimos que somos atacados con virulencia”.

Rodríguez Saá tras poner en funciones a Paulina Calderón como ministra de Educación, defendió a Spinuzza marcando que la filmación “en realidad no dice nada reprochable de su vida íntima, ni nada, pero si es manipulada, la verdad que no es una imagen simpática”.

“Es la máxima autoridad institucional, la figura política más importante, parado en el centro del poder, largó toda su artillería de bronca, odio e impotencia contra un medio”, planteó el periodista.

“De un hecho claro como fue una funcionaria que cometió un error, y a partir eso, como todo error tiene una consecuencia, presentó la renuncia. Pero todo eso pasó a un segundo plano porque parece que consumir droga es un ´acto juvenil´ como lo definió Rodríguez Saá, pero en casi 10 minutos de discurso la palabra droga no aparece. Si aparece la recomendación de lo que haga uno en la intimidad quede en la intimidad. Si van a consumir que nadie los vea, un poco queda subyacente este mensaje”, analizó el periodista.

El director de Zbol se mostró sorprendido que el gobernador contara con información interna del portal si se tiene en cuenta que luego el sitio fue hackeado.

“Nosotros publicamos la nota casi a las 17:10. Un dato que me llamó poderosísimamente la atención, es que si no se tiene acceso al panel de Zbol o a la configuración interna, no hay forma de saber la hora porque nosotros publicamos sin horario y día, ese dato se omite. Él (por el gobernador) lo dio exacto. No es tan normal que alguien de un dato tan exacto sobre algo que nadie lo tenga”, advirtió y apuntó: “Una hora y cuarenta cinco minutos después de haber publicado nos hackean el sitio”.

Y añadió: “Es sospechoso. Yo no tengo todavía las herramientas para confirmarlo. Si lo que puedo decir es que nos hackeron. El dato de las 17:10 es muy fino. Lo tuvimos solamente después en el trabajo que hicimos para recuperar el sitio”.

“Nos hackean el sitio y en mi caso particular ingresaron en mi correo electrónico y google te dice desde donde se intenta ingresar. Era un servidor que está alojado cerca de Toronto, Canadá, que da la casualidad es el lugar donde el Gobierno de la provincia tiene alojado el servidor de la autopista de la información”, dijo Masci.

A continuación se reproduce el artículo editorial publicado en Zbol bajo el título: “Soy Canalla”

Que Rodríguez Saá nos califique de Canallas nos enaltece, al fin y al cabo, estamos punteros, invictos y con puntaje ideal

Alberto Rodríguez Saá decidió convertir el acto de la asunción de la nueva ministra de Educación, Paulina Calderón, en un acto de rabiosa defensa de la persona a quien él mismo, excluyó del cargo.

“El 24 de agosto a las 17:10, este video sacado del plano íntimo, con un acto vil, despreciable, canalla, lo coloca en un medio zbol.com.ar, quien lo hace un ex funcionario, creador de la Agencia de Noticias San Luis en el gobierno anterior” expresó un irritado Rodríguez Saá, desde el Salón Blanco de la Casa de Gobierno provincial, en referencia indirecta, a quien suscribe esta nota.

No hay paridad de fuerzas entre quien parado desde el icono que representa el centro del poder provincial, arremete con violencia contra un medio de comunicación que no se doblega ante sus deseos.

La práctica autoritaria es similar a la usada por la expresidente Cristina Kirchner, cuando empleaba la cadena nacional para denostar a quienes pensaban diferente. Nada es casual en el método elegido.

Para quien fue señalado, me llama la atención la precisión del gobernador cuando hace referencia al horario de la divulgación de la nota que publicamos en nuestro sitio, siempre lo hacemos sin consignar la fecha ni la hora, y este caso no fue la excepción. 

El blanco elegido fue el mensajero, su enojo, su virulencia, su desprecio y rabia, fue contra el medio que publicó la información de lo que él mismo denominó, como una imagen que “en realidad no dice nada reprochable de su vida íntima, ni nada, pero si es manipulada, la verdad que no es una imagen simpática” es preferible achacar la responsabilidad a la supuesta manipulación, para de ese modo, pasteurizar las consecuencias del acto reprochable que el video ha transmitido.

Llama la atención que durante los más de diez minutos de discurso, no hubo una sola mención de la palabra “droga”, mucho menos de sus efectos.Fue más importante remarcar el cuidado de la intimidad que los efectos que causa las conductas que atentan contra la salud. Si se van a drogar, que nadie los vea. Pareciera ser el mensaje

Según Rodríguez Saá, lo que la ministra hizo en Holanda no tiene nada de malo, porque en ese país, el accionar que ella tuvo, está permitido. Con ese argumento, menos mal que no viajaron a ningún país árabe donde se permite azotar a una mujer por el simple hecho de mirar a otro hombre. Siguiendo la línea argumental del gobernador, el marido la podría haber azotado a la ex ministra, porque en esos estados, es una práctica permitida.

Más de diez minutos de discurso donde la rabia contra quien publicó la información fue la protagonista.

La necesidad de demostrar el azote publico a quien se sale de la línea marcada, en desmedro de la figura institucional que se representa y sin importar la autoritaria desproporción de poder, fue el eje de un discurso que dejó en el olvido, el motivo central del acto.

Nos resulta extraño que Rodríguez Saá pueda precisar el horario de publicación de la nota, como también que haya omitido indicar que a las 19:55, alguien hackeo el ingreso a nuestro panel de administración del sitio, y en unos pocos minutos, borró toda la información publicada a lo largo de dos años, insertó un script para que aquellos que ingresaban sean redireccionado a una web inexistente y nos dejen inactivos por 72 horas. Lo que se llama un ataque preciso a la libertad de expresión. 

Si tenía el dato de publicación de las 17:10, algo que nadie sin acceso a la página puede conocer, es extraño que no sepa del otro hecho.

Luego del reportaje realizado por Olivares a Spinuzza, que fuera pautado por el publicista del gobierno, Gustavo Valenzuela, con el periodista de las mañanas de FM Ciudad, comenzó a circular el rumor sobre que habíamos sido los protagonistas del robo de la información a la ex ministra.

La información que publicamos el pasado viernes a media tarde, estaba circulando en redes sociales, al menos, desde aquel mediodía. No fuimos los únicos que recibimos en nuestro celular ese video. La diferencia estuvo centrada en que nosotros decidimos publicarlo.

Accedimos a él, del mismo modo que lo hicieron todos aquellos que recibieron el material. Nosotros no hackeamos a nadie para recibir el video. Una diferencia importante con quienes actuaron de ese modo con nuestro sitio y correo personal.

El video comienza a circular cuando una ministra, bajo los efectos del consumo de marihuana y alcohol, decide abrir su intimidad enviándoselo a un grupo indeterminado de receptores, la intimidad no la abrimos nosotros, la puerta la abrió quien se filmó y envió el material.

En las únicas declaraciones realizadas por Spinuzza, tras el escándalo, en primera instancia expresó que nunca había sacado su video de la computadora y mucho menos, haberlo enviado. Minutos después, indicó que se lo había mandado a muy poca gente, y que todos los habían borrado.

Hoy el gobernador, mientras nos trataba de canallas, dijo que el video se envió a cuatro personas. El relato oficial hace agua por todas partes

Si el hecho publicado hubiera carecido de valor noticioso, no habría tenido la difusión y repercusión que tuvo en todos los medios de la provincia, la región y el país. Si no hubiera tenido valor informativo la publicación realizada, no se habría transmitido casi en cadena nacional por todos los medios nacionales.

Que los involucrados, ministra y gobierno, hubieran preferido que no se conozca, está dentro de la lógica. Pero no somos canallas quienes damos a conocer algo que la protagonista decidió filmar y enviar, para luego comenzar a circular por las redes.

No hubo una sola palabra del gobernador sobre la prevención en el consumo de alcohol o estupefacientes. Nada se escucho decir sobre la importancia de preservar a los chicos ante lo sucedido. Todo lo contrario. Se tomo el trabajo de aclarar que sacaba a la ministra del cargo para protegerla. Una línea similar en relación a los chicos, hubiera sido lindo escuchar

No somos un medio del universo oficialista a quienes le puedan indicar que podemos publicar. No somos ninguno de los que ocultaron la información. Somos Zbol, el medio a quien Rodríguez Saá definió como canallas por publicar aquello que él pide callar.

Que Rodríguez Saá nos califique de Canallas nos enaltece, al fin y al cabo, estamos punteros, invictos y con puntaje ideal.

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