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Vecinos denuncian ola de robos; se resisten a vivir en medio de la inseguridad y la impotencia

El problema crece en el barrio Faro 2, en el sur de la ciudad de San Luis. La comisaría de la jurisdicción confirmó que sólo tiene un móvil para patrullar toda la zona.

El barrio se encuentra en la zona sur de la capital puntana.
Actualizada: 10/09/2018 00:10
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Los vecinos aseguran que los robos son una constante y que ya no saben qué solución encontrarle a una problemática que parece no tener fin. Incluso hablan de una “zona liberada”.

Fue por ese motivo que un equipo de El Chorrillero se acercó al lugar para conocer lo que está pasando.

La ola de inseguridad la padecen desde los inicios del barrio, pero hace aproximadamente dos semanas los hechos delictivos comenzaron a ser continuos. Al menos una vez, todos los habitantes han sufrido algún robo y en algunos casos, hasta en tres o cuatro oportunidades.

El barrio está ubicado en la zona sur de la ciudad de San Luis, detrás del Cementerio Los Álamos. Como se trata de una zona que se fue poblando partir de la compra de lotes, a simple vista se pueden observar casas que todavía están en construcción.

La modalidad que utilizan los delincuentes generalmente es ingresar cuando no están los dueños o “aprovechar el viento” para que nadie escuche el forcejeo alguna entrada. Luego de comer el ilícito, se dirigen al descampado frente al barrio, que según manifiestan los habitantes pertenece al Grupo Slots, y esconden lo que robaron.

El jueves, los vecinos se reunieron en una casa de la barriada, propiedad de Federico González, con el jefe de la Comisaría 3º y plantearon lo que viven a diario.

El barrio se encuentra en la zona sur de la capital puntana.

Lo particular, es que media hora después de que todos se fueran, alrededor de las 21:30, los delincuentes ingresaron a ese domicilio y se llevaron un metegol y una computadora.

El miércoles de la semana pasada, también entraron a robar a la misma vivienda y en esa oportunidad sustrajeron un televisor de 55 pulgadas, herramientas y una escalera.

Cada vez que los damnificados realizan la denuncia en la Comisaría 3º, que tiene jurisdicción en la zona, la respuesta es la misma: “que sólo tienen un solo móvil policial para patrullar toda la jurisdicción”, por lo que no pueden atender inmediatamente la demanda.

El barrio se encuentra en la zona sur de la capital puntana.

La dependencia está ubicada aproximadamente a 10 cuadras de la barriada.

Un vecino fue quien le dio aviso a González que habían entrado en su casa. Inmediatamente, se dirigió al barrio, y como sabía de qué no habían móviles, decidió pasar por la seccional. Allí subió a tres efectivos policiales a su auto y los trasladó hasta su hogar.

Al llegar, entre los mismos vecinos se dirigieron al descampado y lograron encontrar el metegol. “Nos metimos como 200 metros campo adentro con las luces de los teléfonos y lo recuperamos”, contó.

A pesar de que el hogar tiene paredes con alambres concertina (algo que se reproduce en otras edificaciones) y hasta alarma, no fueron obstáculos para los malvivientes. Para mayor seguridad ahora decidió colocar cámaras de seguridad.

Ante la falta de respuestas, otra de las medidas que han implementado es cuidarse entre los mismos vecinos y crearon un grupo de whatsapp para mantenerse comunicados en caso de que observen “algo raro”.

El barrio se encuentra en la zona sur de la capital puntana.

“Estamos cansados de vivir esta situación. Con el esfuerzo que uno hace para comprarse las cosas, en la situación que estamos y encima que te pase esto”, se quejó.

Por su parte, Vanesa Barbeito contó: “Vivimos con miedo, con el temor de que se nos entren en la casa y que en un descuido tengamos gente dentro de nuestras casas robando las pertenencias”.

La vecina comentó que a pesar de los hechos delictivos que sufren a diario, otro de los problemas es el descampado ubicado frente al barrio. No sólo por la inseguridad, sino por toda la basura que se acumula.

Desde la Municipalidad de San Luis les han manifestado que los propietarios están intimados para que realicen el desmalezamiento del terreno “pero hace dos años que sucede esto y no hay respuesta”.

Durante el recorrido, los cronistas de este medio ingresaron al predio para realizar un reconocimiento. El terreno parece ser el lugar perfecto de los delincuentes para esconder los elementos que sustraen. Incluso se advierten diferentes senderos y lugares que funcionan como “escondites” donde desde allí vigilan a los hogares.

El barrio se encuentra en la zona sur de la capital puntana.

“Cuando nos roban a veces podemos encontrar nuestras pertenencias tiradas en ese campo. Es donde se esconden y esperan para poder entrar a una vivienda”, explicó la mujer.

Barbeito relató que tiempo atrás tuvo problemas con vecinos que arrojan basura en el descampado que justo se ubica frente a su vivienda. “Llamé a la policía para recibir ayuda y me respondieron que venían caminando”, dejando entrever la falta de móviles policiales.

“A pesar de las medidas de seguridad, los delincuentes saben cómo manejar la situación. La alarma suena, pero ellos ya ingresaron y se fueron corriendo con lo robado”, señaló.

Otro de los vecinos, Daniel Miloro explicó que a raíz de que existen muchas construcciones en la zona, los malvivientes aprovechan esa situación para llevarse distintos materiales, hasta herramientas de trabajo “que son demasiados caras y la verdad es que es una cuestión constante”.

“Tenemos un problema que es la falta de respuesta. No queremos responder de manera violenta pero la verdad es que los ánimos están muy caldeados. Las autoridades pertinentes se deben hacer cargo de esta situación porque esto es tierra de nadie, una zona liberada”, finalizó.

Por el momento y ante la falta de soluciones concretas, los vecinos escribieron una nota donde adjuntaron todas las denuncias que han efectuado por los robos y que presentarán ante el ministerio de Seguridad para ver si obtienen alguna contestación.

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