Inseguridad que crece: duermen en carpas para cuidar que no les roben los materiales para construir sus casas
La preocupación se vive a diario en el Barrio Barrancas Coloradas. Algunos damnificados encontraron la forma para que los delincuentes no se lleven las herramientas con las que dan forma al sueño de la vivienda propia.
Vecinos del complejo ubicado sobre la Ruta Nº146 dieron a conocer que los hechos se incrementaron en el último tiempo y no encuentran una solución.
En la última semana hubo tres robos, en uno de ellos los delincuentes hicieron un boquete para ingresar a la vivienda, en otro tuvieron que intervenir ellos mismos para impedir que se llevaran una hormigonera.
Son alrededor de 87 las familias que viven actualmente en el barrio; un número similar son las que están construyendo sus hogares en el lugar. Pero día a día temen por no poder cumplir el sueño de la “casa propia”, dado que se están robando hasta los materiales.
La semana pasada uno de los vecinos se encontró con que se habían llevado las herramientas de albañilería con las que estaba edificando. Y eso sucede con más frecuencia.
La situación más complicada la vivió el jueves Verónica. Cuando regresó de trabajar se encontró con que le habían hecho un hueco en la pared para llevarse los equipos de trabajo que utiliza en el emprendimiento que tiene junto a su marido, organizando eventos sociales.
De esa manera le sustrajeron equipos de música, dos computadores, un micrófono y una mezcladora. También intentaron llevarse un microondas que fue encontrado más tarde a metros de su domicilio.
La damnificada, que tiene su vivienda contigua a un descampado ubicado antes de llegar a Ruta provincial Nº3 y el Barrio Eva Perón anexo, ya pasó situaciones similares.
El año pasado le robaron las mismas herramientas de trabajo pero pudo recuperarlas luego de que el ladrón las publicara en un grupo de Facebook. Meses atrás su marido resultó con múltiples heridas por querer impedir que los delincuentes entraran a su casa.
Luego de esto, junto a propietarios del complejo Solares del Norte, los vecinos se reunieron el viernes con autoridades provinciales, entre ellos el ministro de Seguridad, Diego González y el jefe de la Policía, Fabricio Portela.
En el encuentro los funcionarios les prometieron que habría más presencia policial y que efectivos del DRIM recorrerían las calles.
El martes tuvieron que atravesar por otro incidente. Vecinos advirtieron que jóvenes se estaban llevando una hormigonera. Salieron a la calle y lograron impedir que se concretara el delito.
Uno de los que intervino fue Javier, quien contó que los maleantes “dejaron la máquina y se fueron por el campo”. Asimismo manifestó que la Policía demoró 40 minutos en llegar.
Cuando acudieron al lugar, “les prestamos linterna y elementos para que se metan porque no tenían, pero no pasó nada”, relató.
Javier también mencionó que en otras oportunidades se ofrecieron a comprar un vehículo para que patrullen el barrio pero la respuesta de las autoridades fue que “no cuentan con personal”. Además el dueño del loteo propuso entregarles un terreno para que construyan una comisaría pero tampoco accedieron.
Es por ello que en varias ocasiones los mismos vecinos se han organizado en grupos para recorrer las zonas del barrio durante la noche con el fin de brindar seguridad. “No contamos con apoyo de las entidades públicas”, cuestionó el hombre.
“Siempre que hay algún hecho o algo sospechoso, nos avisamos y nos juntamos, pero es como que estamos haciendo el trabajo que no nos corresponde. Tendrían que estar las instituciones”, agregó Javier.
En este sentido también criticó que cuando llaman a la Policía “demora 40 minutos, una hora y a veces directamente no vienen. Después tenés que esperar otras 3 o 4 horas más que llegue criminalística”.
El último hecho delictivo provocó que Nahuel, quien tiene su vivienda en construcción tuviera que pasar la noche en un auto hasta que logró colocar las aberturas. Luego instaló una carpa para dormir ahí y cuidar sus materiales.
Su esposa, Stephanie manifestó que “la situación es preocupante” y que temen porque ya sufrieron la delincuencia: “Ya no sabemos qué hacer porque los robos ocurren apenas oscurece”.
Otra vecina, Marta, señaló que su hijo sufrió tres asaltos. “Ni bien compramos el terreno le robaron el material eléctrico que estaba en el lugar. En la segunda oportunidad le forzaron la ventana y la última fue tremendo porque le llevaron todo, lo dejaron con lo puesto”, describió.
“Nunca pudimos recuperar nada y eso te marca económicamente y psicológicamente porque tenés miedo de salir de tu casa, querés cuidarla y afuera hay una vida”, consideró.
Igualmente cuestionó que si bien en los últimos días hubo presencia policial “es poco porque pasan en las horas que no son pico y los robos se producen más tarde”.
“Pasaron dos veces en moto, hasta ahora es lo que hemos visto”, agregó Nancy, quién vive en el Barrancas Coloradas hace un año junto a su marido y su beba.
Indicó también que la iluminación en la zona es buena pero es frecuente que cuando corre viento o hay tormentas la luz se corte.
“De todas formas tratamos de tener una luminaria aparte, de poner focos y reflectores”, sostuvo.
“Estamos bastante expuestos y preocupados”, concluyó.