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Una ex jueza reconoció que firmó su renuncia anticipada y que “era un resguardo para ellos”

Martha Vallica San Martín de Figari confirmó ante el Tribunal que en el ministerio de la Legalidad firmó un papel “sin fecha” para acceder a una Cámara que iba a crearse en Villa Mercedes. También dijo por qué la primera vez desmintió la irregularidad.

Sergio Freixes y Mario Zavala en la previa del inicio de la audiencia de este miércoles.
Actualizada: 25/10/2018 08:43
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Ante el Tribunal, la entonces jueza villamercedina no desconoció que un día el ex viceministro de la Legalidad, Mario Zavala la citó en su despacho en la Casa de Gobierno para ofrecerle un cargo con una condición.

Su testimonio se puso en línea al que ratificó Marina Ziliotto, testigo clave de la causa, el día previo. Y fue la tercera magistrada que ante el Tribunal compuesto por Alejandro Piña, Paula Marisi y Roberto Naciff juró decir la verdad.

Sergio Freixes, el actual ministro de Alberto Rodríguez Saá, y el ex viceministro de la Legalidad, Mario Zavala ocupan el banquillo de los acusados bajo el delito de “coacción agravada”; están indicados como los responsables de hacer firmar a 11 magistrados sus renuncias en blanco para ser ascendidos en la estructura judicial.

“En ese momento me lo proponían después de 11 años o más de ser juez de instrucción penal. Me llaman por teléfono y me dicen que debía presentarme en el Ministerio porque iba a ser informada del cargo para el cual me iban a proponer”, comenzó diciendo en la audiencia donde fue el tercer testimonio.

Néstor Spagnuolo.

En esa reunión, Zavala “me comenta de otras personas y me pregunta si yo las conocía”. Luego de eso, “me dice que tenía que firmar una renuncia. Sorprendida totalmente le digo ¿al cargo que yo ocupo? Y me dice ‘no, esto es para el cargo a ocupar", relató la magistrada.

En el mismo sentido, contó que se quedó “aturdida”. “Me dio una serie de explicaciones de por qué lo hacían, como que era un resguardo para ellos”, agregó.

Dijo que tomó ese requisito como “algo totalmente anormal pero como una oportunidad”; y que en el accionar “nunca” recibió directiva o sugerencia de parte del Gobierno provincial.

“Lo tomé honestamente como una exigencia para el cargo que había rendido en dos oportunidades y aprobado con excelente en los exámenes”, fundamentó así por qué había firmado un documento que “no tenía fecha” y que ya estaba elaborado.

Freixes junto a su defensor, Hugo Scarso.

También contó que en ese momento estaba “bastante cansada del juzgado de instrucción penal”, y que especuló que “era la única posibilidad de acceder al cargo de juez de Cámara”. Pero remarcó: “Pensé que si en algún momento me pedían que hiciera algo que no correspondía no lo iba a hacer, y entonces que ocurriera lo que tuviera que suceder”.

Por otro lado, expuso que advirtió la presencia de más renuncias “con el mismo texto” ya firmadas: “Yo supongo que la que estaba arriba de todas pertenecía al doctor (Humberto) Agúndez porque salió antes que yo entrara”.

“Después que todos estos hechos se hicieron públicos no tenía el mínimo interés en ocupar el cargo en esas condiciones y yo redacté una renuncia que la presenté en el ministerio de la Legalidad donde renunciaba al cargo. Eso debe haber sido en marzo del 2005”, añadió Vallica San Martín.

Además confesó ante el Tribunal que en su declaración anterior había negado las situaciones investigadas porque “en ese momento sentía vergüenza, ya que siendo juez del Crimen había accedido a ese requisito de firmar una renuncia anticipada”.

El Tribunal está conformado por Alejandro Piña, Paula Marisi y Roberto Naciff.

“No fui obligada, la firme voluntariamente y realmente me arrepentí. Interpreté que si no firmaba no me daban el cargo”, puntualizó.

Spagnuolo: “Querían agregar un elemento más para la intervención”

Néstor Spagnuolo fue contundente en su declaración. “No me pidieron ninguna renuncia anticipada”. Entonces, de ahí para adelante fue contrario al testimonio de la ex defensora oficial, Marina Ziliotto que lo indicó como el magistrado que más sufrió “la presión” del Ejecutivo Provincial cuando lo persuadieron para que firme su renuncia en blanco.

El abogado, que actualmente se desempeña como asesor en el Poder Legislativo de San Luis fue el primero en comparecer ante el Tribunal este miércoles, y lo hizo desde las 10:40. Con su relato se abrió la tercera audiencia que transcurrió casi sin cortes intermedios.

Recordó que concursó ante el Consejo de Magistratura para el cargo de juez y que su examen fue uno de los mejores: “Fui elegido debidamente por acuerdo del Senado”. Y quiso aclarar el contexto que se vivía en ese momento. “Había un clima de tensión política, había un pedido de intervención del Poder Judicial, hecho por (Jorge) Agúndez de la oposición”, remarcó.

Aseguró que su renuncia se vio motivada, en modo paralelo a eso, por la existencia “de rumores” y cuestionamientos sobre los concursos: “Querían agregar un elemento más para la intervención, y por eso eligieron cuestionar la elección nuestra como magistrados. El clima era desagradable, no había asumido y decidí en forma personal renunciar a los pocos meses”.

Así, sus dichos se oponen a los que ratificó Ziliotto la jornada anterior. La abogada aseguró que el mismo día que Zavala la llamó para que firmara su renuncia en blanco, Spagnuolo estaba convocado para que hiciera lo mismo. El funcionario le confesó que también estaba lista la renuncia de Ernesto Lutens. El trámite, según la abogada, era un requisito para que los jueces fueran designados.

En el debate Spagnuolo reconoció como suya la copia de la renuncia que consta en el expediente y que le fue exhibida por el Tribunal. “La presenté en mesa de entrada, en el ministerio de la Legalidad”, añadió en su relato, pero no pudo recordar si había guardado una copia: “Posiblemente sí había una copia, pero perdí mucha documentación de cuando estaba en Villa Mercedes”. También respondió que la había redactado en su despacho.

En otro pasaje sí reconoció haber estado en el despacho de Zavala, pero no precisamente para firmar algún papel. Y remarcó que tampoco tenía cita, que nadie lo había llamado y que concurrió en un viaje fugaz junto a una amiga personal para informarse sobre su designación: “Necesitaba saber qué iba a pasar a los efectos de organizar mi familia”, puntualizó el abogado que en ese momento se desempeñaba como juez de sentencia en Villa Mercedes.

Ziliotto remarcó que en un diálogo que mantuvo con su colega, él le confesó que estaba viviendo la misma situación: “Me dijo que lo perseguían, entró un estado de depresión. No pudo aguantar la presión y por eso después renunció”.

Sin embargo, nada de eso nombró Spagnuolo en su declaración. “No estaban dadas las condiciones para que yo asumiera, entonces tomé la decisión de manera personal. Tenía sensaciones desagradables. Me quedé como juez de sentencia unos años más hasta que renuncié. En ese momento mi interés era irme a vivir a España, donde me habían ofrecido trabajo”, expuso.

Al mismo tiempo explicó que “se encerró” en sí mismo y que era uno de los magistrados que menos hablaba “del tema de los concursos”.

Leonhardt: “Un juez designado no puede recibir pedidos ni llamados de ningún Poder”

El segundo testigo fue el abogado Gabriel Leonhardt, quien también fue designado en esa época como juez. Hoy se desempeña como secretario en la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas y Laboral N° 1 de Villa Mercedes.

Reconoció que tomó conocimiento por rumores y los medios de la posible existencia de “renuncias anticipadas”, y también habló del contexto al que definió como “una grave crisis institucional”; la cual atribuyó como un motivo para presentar la renuncia.

“Me llamó Zavala y me dijo que ponga a disposición la renuncia, y le dije que de algún modo se la iba a hacer llegar”. Aseguró en su declaración, y de eso descartó que haya sido obligado a firmar un papel en blanco. Es más, recalcó que la redactó en su casa y que el texto “lo pensó” él “totalmente”. Que la firmó y que un abogado amigo la llevó hasta el ministerio de la Legalidad.

Reconoció que el llamado y la situación alrededor le causó “temor” y le "llamó la atención; sin embargo quiso dejar en claro que “nadie” lo amenazó, solo le “sugirieron” que lo haga para ayudar "a la situación de crisis” en la Justicia.

Cuando le preguntaron si a eso no lo tomó como una injerencia respondió: “Eso también me motivó a renunciar. Un juez designado no puede recibir pedidos ni llamados de ningún Poder. No se podía seguir trabajando de esa manera”.

Otra testimonial de la audiencia fue la del abogado Claudio Nieto quien ratificó los dichos de Ziliotto y aseguró haber escuchado la conversación con Gloria Velázquez en la que de parte de Zavala le ofrecía un cargo en el Superior Tribunal de Justicia.

Nieto también mencionó que en el año 2006 tenía un estudio jurídico junto a Ziliotto y un día se encontraron que la puerta de ingreso estaba pintada con la palabra “cuidate”.

Por otra parte, también habló ante el Tribunal una exsecretaria del ministerio de la Legalidad, Graciela Velázquez. La mujer reconoció haber visto a la jueza reunida con el ex viceministro en marzo del año 2005.

Durante la jornada estaba prevista la declaración del excamarista Domingo Flores, contra quien le habían pedido a Ziliotto que iniciara una campaña de desprestigio, pero presentó un certificado médico por hipertensión arterial.

Ante ello, el Tribunal resolvió incorporar la testimonial que había realizado previamente. La misma medida se aplicará para el fallecido Carlos Salomón y el en ese entonces funcionario Ricardo Fadón.

La audiencia pasó a un cuarto intermedio y se retomará, por cuarto día consecutivo, este jueves a las 10:30.

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