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Renuncias anticipadas: un juez recordó que la Justicia atravesaba una situación “compleja”

José Luis Flores fue uno de los testigos que declaró durante la cuarta audiencia que juzga a dos funcionarios de Alberto Rodríguez Saá. Señaló que el tema “se hablaba en los pasillos”.

Este jueves, el Tribunal escuchó a 5 testigos y mantuvo intercambios de hasta una hora con cada uno de ellos.
Actualizada: 12/06/2019 02:18
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Este jueves se llevó adelante la cuarta jornada del juicio que tiene al actual ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Sergio Freixes y al ex ministro de Legalidad, Mario Zavala, en el banquillo de los acusados por “coacción agravada”.

Según la denuncia, que atravesó una dilación de 13 años, ambos funcionarios obligaron a jueces y fiscales a firmar renuncias anticipadas para acceder a cargos dentro la estructura judicial puntana. De este modo los funcionarios que asumían estaban en vilo ante cualquiera de sus fallos.

Durante la semana declararon testigos fundamentales como la ex funcionaria judicial Marina Ziliotto (que formuló fuertes acusaciones sobre las maniobras ejecutadas desde el ministerio de Legalidad, donde hasta denunció abusos y amenazas), la ex jueza Martha Vallica San Martín de Figari (que reconoció firmar la renuncia anticipada, hecho que significaba un “resguardo”), e incluso hubo algunas declaraciones de Freixes fuera de las audiencias: aseguró que es “inocente”.

Este jueves, en una jornada continuada, el tribunal compuesto por Alejandro Piña, Paula Marisi y Roberto Naciff escuchó a 5 testigos y mantuvo intercambios de hasta una hora con cada uno de ellos.

Las palabras más esperadas fueron las del actual juez de la Cámara Penal Nº1 de la Primera Circunscripción Judicial, José Luis Flores, quien fue camarista durante el contexto en el que se señalaron las renuncias anticipadas y las maniobras de presión.

Flores remarcó que tiene una trayectoria judicial que data desde 1999. En 2005 fue camarista, presidente del Colegio de Magistrados de Villa Mercedes y miembro de la mesa directiva de la Federación Argentina de la Magistratura. Desde esa experiencia indicó que “es “imposible no saber” sobre este tipo de hechos.

Asimismo remarcó que lo que pudo conocer en su momento no lo obtuvo desde una denuncia concreta sino de trascendidos en los pasillos de Tribunales. En este sentido expresó que no aplicó una reflexión “sanmartiniana” sobre los sucesos, sino que lo percibió desde un punto de vista minimizado en comparación con la repercusión que tiene en la actualidad.

Flores ocupó el cargo de juez de Familia durante el periodo que se atribuyeron las renuncias anticipadas y manifestó que por entonces se había ampliado por ley el Poder Judicial en lo Civil, y en lo Penal, con lo cual se produjeron varias designaciones.

Así recordó que hubo una serie de renuncias de personas que si bien estaban designadas dentro del trámite de nombramiento, “desistían de sus cargos”.

“El Poder Judicial estaba pasando una situación compleja, era discutido, cuestionado, por ese motivo nos llamó la atención lo que estaba sucediendo y nos preocupó porque desde el colegio (de Magistrados) habíamos asumido la posición de evitar cualquier tipo de intervención”, sostuvo.

Asimismo especificó que nunca le llegó información concreta sobre las renuncias, sino que se trataba de comentarios. Lo más cercano que tuvo en materia informativa fueron las confesiones de Gretel Diamante.
“No puedo precisar el mes, pero hablamos sobre este aparente dato (…) de que estarían pidiendo una renuncia previa, pero no me quedaba claro. Tuvo que ver con un intercambio leve, no fundamental”, recordó aseverando que no dimensionó la gravedad del hecho.

Luego comentó que previo a su designación en la Justicia y en medio de los trascendidos de pasillo, pensó que si el hecho de ocupar un rol de tal relevancia implicaba una bajada de línea, no lo quería desarrollar. “Es inherente a la condición del magistrado trabajar con absoluta convicción al costo que toque”, definió.

Cerca del final le formularon una serie de preguntas que referenciaban el caso Gramalia, pero dado que la línea de consultas se estaba desviando el debate concreto sobre el juicio, continuaron con el eje de las renuncias.

“No eran las renuncias las que provocaban esta situación (en la Justicia), sino que había otros aspectos como los recursos, el funcionamiento de los contextos procesales y temas del mejoramiento del Poder Judicial”, graficó.

También puntualizó sobre la situación de Viviana Oste. De acuerdo a lo que formuló, cuando la misma se postuló para un cargo de juez Civil le aconsejó: “Andá con cuidado”.

En una primera instancia le consultaron si Oste había sido convocada por el ministerio de Legalidad con algún motivo sospechoso y Flores dijo que no se acordaba.

Ante ello pidieron que el juez leyera el pasaje de una declaración que manifestó el 25 de julio de 2005 referida al mismo interrogante. En esa oportunidad aseguró que Oste había sido convocada y que la abogada le había revelado su inquietud porque le “habían hecho firmar un papel que la dejó preocupada”.

Por otra parte también prestaron declaración Viviana Mercau (personal secretaría privada de Freixes), Zulli Mabel Franco (jefa de despacho), Silvia Vega Freites (relaciones institucionales) y Anabella Cortez Aparicio (personal ministerio de Legalidad).

Las mujeres hicieron un relato de los pasos formales necesarios para el proceso de trámites como las renuncias y decretos. En el caso particular de Mercau describió mediante un improvisado croquis la ubicación de las oficinas donde comentó que era concurrida por abogados y “gente común”.

También comentó que una vez le pidieron una cita para Verónica Alonso (ex magistrada), pero no supo precisar el objetivo ya que Zavala nunca les daba los motivos.

Franco, por su lado explicó que redactaba los proyectos de decretos. Consignó todos los pasos que debía atravesar una renuncia hasta su efectivización y los detalles de redacción de las mismas.

Manifestó que recibió renuncias y que la orden laboral para las mismas era “seguir con el trámite”. En este sentido agregó que en algunas oportunidades se traspapelaban los libros que llevaban los registros.

Al igual que Mercau, formuló un plano de la ubicación de las oficinas y le hicieron reconocer algunos archivos administrativos.

Cortez Aparicio y Vega Freites hicieron lo propio detallando sus roles en los puestos que ocupaban, destacando su limitación como empleadas ya que no tenían acceso a ciertos aspectos de los papeles que manejaban.

Al respecto de las enunciaciones de las mujeres, Hugo Scarso sólo se limitó a preguntarles la cantidad de personal policial que custodiaba el área y que precisaran su ubicación.

Durante la audiencia se tuvo que recurrir a la observación de material fílmico de uno de los encuentros anteriores dado que surgieron algunos errores de interpretación ante la posibilidad de que algunos testigos dieran su testimonio por lectura. La defensa había aceptado un listado de personas que pasarían a dar sus declaraciones por escrito y entre los mismos había un actor clave.

Finalmente y tras varios minutos de debate el jurado resolvió dar por finalizada la jornada, citando a la próxima audiencia para el miércoles 31 a las 17. Allí dará sus declaraciones Humberto Agúndez (ex camarista), mientras que otros testigos como Patricia Alegre, Cecilia Beritognolo, Norma Barro y Adolfo Aman tendrán sus declaraciones por escrito.

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