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La Pampa: echan a un funcionario tras una denuncia por abuso sexual

A una semana de la denuncia por violación de la actriz Thelma Fardín contra el actor Juan Darthés, un ex funcionario pampeano y ex militante La Cámpora (lo desvincularon el domingo), fue “escrachado” a través por las redes sociales por reiterados casos de abuso sexual y violación.

El hecho denunciado por una joven militante se dio a conocer el domingo a través de Facebook.
Actualizada: 18/12/2018 12:04
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Se trata de Nicolás Roó, quien hasta ayer se desempeñaba como director general de Casas de Juventud de La Pampa.

A raíz de hacerse público el caso de violación y abusos sexuales denunciados contra Roó, el gobierno provincial decidió cesantearlo. “Mediante el decreto 4744/18, el vicegobernador de La Pampa, Mariano Fernández, con el acompañamiento de la firma de la ministro de Desarrollo Social, Fernanda Alonso, revocan el cargo de director general de Casas de la Juventud de la provincia a Nicolás Roó. Además de revocar el decreto de nombramiento, se rescinde de los servicios prestados”, informó el gobierno en su parte de prensa matutino.

El hecho denunciado por una joven militante se dio a conocer el domingo a través de Facebook. Allí, la víctima relató los episodios que padeció durante 2017, cuando era pareja de Roó.

“Hace unos días me decidí a escribir esta publicación tratando de detallara una serie de situaciones que viví con un varón. Ocurrieron ya hace bastante tiempo, pero desde entonces vuelven a mí en forma de tristeza y asco. Me decidí porque más allá de todo el miedo al ‘que dirán’ que me produce contarlo, mayor es el grado de preocupación y enojo que me invaden cuando veo que un tipo que ya se maneja sexual afectivamente así, sigue impune rodeado de mujeres que no tienen idea de quién es”, contó la denunciante.

“Hablo de Nicolás Roó. Lo conocí cuando empecé a militar en La Cámpora (Santa Rosa) a los 17 años. Se presentaba como referente de la juventud. Su imagen de autoridad me generaba mucho respeto. Me importaba mucho como él me viera. Es decir, hoy puedo decir que desde el principio existió una relación de poder muy fuerte. Me hacía sentir que no sabía nada ante él, un militante lleno de experiencia. Puntualmente la relación sexo afectiva que tuve con él, que en realidad no fue más que de opresión y coerción, comenzó cerca de marzo de 2017 (no recuerdo con exactitud). La primera vez que estuve con Roó fue consensuado, pero las siguientes fueron por presión, negación de libertad o forzadas explícitamente. Fueron muchas pero trato de relatar brevemente las más violentas que recuerdo”, añadió.

“Una vez mostrándome un galpón de un privado, en el cual tenía ‘un futuro proyecto’, mientras estaba mirando los alrededores me tomó, me tumbó hacia el suelo y contra la tierra con piedras me penetró hasta acabar. Otra vez fue llevándome a mi casa, estacionó el auto, y aunque dije que no, continuó amarrándome fuerte con sus manos y sus brazos. Luego paró el auto, salimos y me violó contra él. Cuando entendí que ante mi negación siempre conseguía lo que quería, con el tiempo mi cuerpo solo se dejaba guiar por los deseos del suyo. Cabe aclarar que es corpulento y pesado y tiene mucha superioridad física sobre mí”, continuó.

Otros hechos de abuso.

La joven, que en aquella ocasión era menor de edad, denunció que la abusó y violó en reiteradas oportunidades. “Otra ocasión fue en su departamento (como otras tantas), en una de las veces que me quedé sin llave para ir a casa. Como siempre me quedé con la condición de no tener sexo, igual lo terminaba complaciendo por miedo a su reacción siendo que él posee la llave del departamento, que también necesitaba para salir a la calle. Esta vez en particular, me practicó sexo anal, sin consultarme, sin hacer caso a mi negación, ni a mi cuerpo y brazos intentando apartarlo. Por su peso no pude hacer nada y solo me quedé inmóvil hasta que terminara”, narró.

“Cuando lo hizo y noté que dormía, me fui, esperé largo rato (ni siquiera noté cuanto estuve) junto a la entrada del edificio esperando que alguien saliera así poder irme. Esta vez me sentí violada, aunque ya lo estaba siendo hace rato y lo negaba, incluso una vez que me negué a tener sexo y Nicolás frente a la puerta no me dejaba ir, me tomó a la fuerza y me violó frente a un espejo, se lo conté mi mejor amiga cómo una anécdota excitante y de juego, como fetiche de forcejeo, todo era una negación de la mierda que pasé con ese desgraciado”, prosiguió.

“También estando en el auto para que me deje en mi casa y no me llevara lejos, le practicaba sexo oral y cuando terminaba me dejaba en la puerta de mi casa sin decir una sola palabra. Como ya dije, este tipo se maneja sexual afectivamente así. Es un animal. No me puedo imaginar cuantas mujeres más habrán sido víctimas de este “nene bien” al que encubren tantas personas. Entre ellas la dirigencia de La Cámpora, porque ellos saben lo que pasó y el tipo sigue sus actividades normalmente, apareciendo en fotos, trabajando en campañas políticas, y ocupando cargos. El único pedido que hice, fue que lo desvincularan de la organización”, se lamentó.

“Aceptaron hacerle mostrándose preocupados, pero a Nicolás Roó lo veo viviendo su vida con total normalidad. Y ya me harté. Me harté de sentir que mi violador se ríe de mí y de todas sus víctimas. Me harté de ser orgánica con gente que parece que no se preocupa por otra cosa que su carrera política. Pero por sobre todo me harté de tener miedo”, concluyó.

Desvinculado de La Cámpora

En una nota publicada en Facebook, La Cámpora La Pampa explicó los motivos por los cuales desvinculó a Nicolás Roó de sus filas tras una denuncia de abuso sexual en su contra.

“Ante los hechos de público conocimiento donde se acusa a Nicolás Roó como responsable de violación y diferentes hechos de violencia hacia nuestra compañera Otilia Pescara, manifestamos en primer lugar que creemos en el relato de Otilia y la acompañamos en las medidas que ella crea necesaria. En este sentido hemos desvinculado a Roó de nuestra organización política”, indicaron.

“Creemos importante señala que los militantes de La Cámpora estamos comprometidos con la construcción de nuevas y mejores prácticas vinculares para erradicar la violencia de género. Desde esta posición, la dirigencia de la organización se puso a disposición de la denunciante desde el principio, manteniendo encuentros con ellas y demás compañeros que son su sostén en este momento”, añadieron.

“Desde junio tomamos conocimiento de las vivencias vividas por Otilia, inmediatamente accionamos tal como indica el protocolo interna de violencia de género con el que contamos y que fue creado para la defensa de los derechos humanos”, prosigue el texto.

“Ante la gravedad de la denuncia de la compañera, decidimos tomar medidas contundentes. Apartamos inmediatamente a Roó de las responsabilidades políticas que tenía hasta el momento, desvinculándolo completamente de los espacios de militancia territorial y grupos de referencia”.

“Acompañamiento”.

“En simultáneo nos contactamos con las compañeras informándoles cada una de las medidas que tomamos respecto a Rió, y garantizando respeto, escucha, discreción y confidencialidad para no revictimizar a Otilia, vinculándonos con ella desde ese lugar, que mantenemos hasta el momento. Así mismo ofrecimos acompañamiento psicológico y jurídico, siempre respetando los tiempos que Otilia manifestó necesitar, y poniendo énfasis en que la compañera que tenemos”, resalta la misiva.

“Desde que comenzamos a problematizar la política con perspectiva de género hemos tomado una decisión irreversible: a las compañeras se les cree y se las acompaña en cada situación que nos ha tocado enfrentar. Con el fin de hacer político lo personal para visibilizar las situaciones de injusticia y construir una organización mejor que de respuestas a las nuevas demandas sociales”, agrega.

“Las situaciones violencia no nos son ajenas a las organizaciones políticas, la visibilización de denuncias en nuestro propio espacio nos lleva a afirmar como organización del campo popular que en nuestro seno se viven y reproducen las mismas prácticas machistas que en toda la sociedad y trabajamos cada día para erradicarlas. Abrazamos a la compañera y subrayamos su valentía al no callar los episodios de violencia vividos”, concluye.

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