La derecha del siglo XXI debuta con los militares, el poder evangélico y judicial
El presidente electo del país vecino, un ex capitán que salió del Ejército y que fue diputado durante 27 años seguidos, sumará al incipiente coro de la ultraderecha mundial a la máxima economía de América Latina.
Jair Bolsonaro tiene en su despacho en el Congreso dos fotografías de ex presidentes -ninguno fue electo, sino que son los retratos de los dictadores militares Emilio Garrastazú Médici y Joao Baptista Figueiredo- y su libro de cabecera es “A Verdade Revelada”, del jefe de la represión política y comandante de la tortura, Carlos Alberto Brilhante Ustra.
Es, a los 63 años, un político que cuestiona el sistema democrático pero que tanto él como sus tres hijos varones viven desde casi tres décadas como parlamentarios, tanto en Río de Janeiro como a nivel federal.
Homofóbico declarado, condenado por misoginia y reivindicación de la violación, enemigo de la escuela laica y gratuita, Bolsonaro es un ultraconservador en lo cultural pero un neoliberal en lo económico, al punto que su referencia histórica que será su espejo de gestión es la dictadura chilena de Augusto Pinochet publicó Télam.
En el frente externo, ya ha anunciado un alineamiento con Estados Unidos e Israel, redujo la prioridad del Mercosur para Brasil a partir de 2019 y es una incógnita cómo asumirá, en enero próximo, la Presidencia anual de los BRICS, el grupo que reúne también a potencias como China, India, Sudáfrica y Rusia.