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Víctor Peralta: la imparable máquina de tatuajes

Junto a su esposa poseen el récord de la pareja más tatuada del mundo. Con más del 90% del cuerpo tatuado, implantes, piercings, escarificaciones, lengua bífida y vocación por el arte corporal, recorre el mundo escribiendo su historia en incontables lienzos de piel.

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Desde su adolescencia, Peralta no ha parado de tatuarse.

por gatica

elchorrillero.com

Actualizada: 03/02/2019 11:59

La vida de Peralta (48 años, uruguayo de nacimiento y argentino por adopción) es como la de cualquier tatuador que ama lo que hace. Su éxito fue construido con talento, dedicación y cosecha amigos a lo largo del mundo gracias a la buena vibra con la que imparte su oficio.

Sin embargo posee un plus que lo distingue. Cuando camina las calles multitudes giran la mirada ante el impacto de su imagen, ya que la decoración de su cuerpo trascendió los límites del arte corporal y forjó una marca registrada que lo convirtió en el rey del tatuaje.

Junto a su esposa Gabriela Ríos, que lo acompaña en la misma pasión, emprendieron juntos un increíble camino de transformación que los llevó a coronarse con el récord Guinness a “la pareja más tatuada del mundo”.

Incontables obras de arte en la piel, escarificaciones (técnica en la que se trazan diseños con bisturí), implantes, piercings y tatuajes en los ojos, son algunas de las curiosidades que lucen y lucirán eternamente en su cuerpo.

Para conocer más detalles de su vida elchorrillero.com mantuvo un diálogo con el artista. Recorrió su visión sobre los tatuajes, el proceso de transformación que atravesó, los detalles de su excéntrica cotidianeidad y todas las novedades sobre su visita a San Luis para este año.

Una historia en la piel

Saber con precisión cuántos tatuajes posee Peralta es una tarea prácticamente imposible, en total componen más del 90% de tinta en su piel. Sólo quedan unos pocos rincones vírgenes, pero ya está cubierta prácticamente la totalidad de su cuerpo.

Mediando un aperitivo a la distancia, el tatuador recordó su primer diseño con humor ya que ideó una excusa brillante para evitar regaños: “Mi primer tatuaje fue en la adolescencia, me lo hice en las falanges de mi mano y se trató de la palabra ‘fuck’, que significa fuente universal de corriente constante, pura energía (risas)”.

Víctor y Gaby, una historia de amor unida por la pasión del arte corporal. (web)

En ese sentido reconoció que es consciente del cambio que concretó a su cuerpo y aseguró estar muy conforme con los resultados: “Me veo mucho más hermoso que antes, antes era feo, ahora soy bonito (risas)”.

Dice el acervo cultural del tatuaje que una vez que alguien se inicia en el arte de las agujas el cuerpo “le pide más”, como si se tratara de una fuente inagotable de placer.

Peralta sabe de ello, al punto de que tras su primer tattoo siguió agregándose “algunas cositas” a lo largo de 25 años.

“Fui sumando tatuajes y todo lo hacíamos a la vieja usanza, con tinta china, agujas atadas a palitos, agujas de coser a las que les sacábamos los ojales para soldarlas, incluso sabíamos usar cuerdas de guitarra eléctrica”, recordó.

Es así que añoró la esencia que había en esos años donde quienes se tatuaban eran verdaderos transgresores a las imposiciones culturales y sobre todo se valoraba la dedicación al arte. Todo se trataba de investigación y formación autodidacta.

“Aprendíamos día a día, de hecho nunca dejamos de aprender. He estropeado a amigos (risas), me han estropeado a mí; antes no había youtube ni grupos de facebook para buscar técnicas, hoy por hoy eso es más sencillo, incluso hasta el hecho de conseguir los materiales, lo cual está bueno porque facilita el trabajo pero se pierde lo artesanal. En su tiempo había una verdadera tarea investigativa para tatuar y uno se volvía loco cuando encontraba a otro que estaba en la misma y compartía su experiencia o sus técnicas de trabajo”, señaló.

Peralta disfruta con gran alegría su filosofía de vida. (facebook)

Peralta sabe que a pesar del avance de las ideas, aún hay gente que rechaza el tatuaje llegando al punto extremo de la discriminación. Para él se trata de “conservadores que no abren la cabeza”.

“El tatuaje es tan antiguo como la humanidad, sólo que antes las tintas eran vegetales, minerales, y los cuerpos se marcaban por una cuestión de escalafón en las distintas culturas. La gente a veces lo asocia a la delincuencia, a los piratas y ello lo derivó en un tabú, pero hay mucha gente que pudo comprender, abrir la mente. Incluso me ha pasado de tener clientes mayores de 60 años que vienen a tatuarse o acompañan a los nietos y se tientan con algún diseño”, sostuvo.

En ese sentido remarcó que se trata de entender que el tatuaje “es el arte en un cuadro caminante”. “Yo no soy religioso pero siempre explico que si mi cuerpo es mi templo, lo decoro como quiero y eso no debe molestar a nadie”, añadió.

Su salto a la fama y el récord Guinness

Desde sus inicios fue forjando un reconocimiento en el ambiente, pero hubo un momento en su carrera que fue la clave para su explosión en los medios.

En 2010 participó en la serie documental Tabú Latinoamérica, de National Geographic Channel. En el capítulo se mostraban los procesos extremos de arte corporal en distintos países del continente, Peralta representó a la Argentina.

Sus modificaciones extremas conquistaron el mundo. (web)

Para el programa se sometió a una escarificación, técnica que consiste en el trazado de diseños con bisturí. Se corta la piel, se retira lo sobrante quedando literalmente “carne viva” y una vez que cicatriza la herida queda la obra flamante.

“Fue la primera escarificación que me hice. Antes de eso en 2009 ya me había hecho implantes subdermales, unas estrellas de cinco puntas que le daban volumen a un tatuaje en mi frente. Eso me lo hice con Matías ‘Rata’ Tafel, un piercer reconocido a nivel mundial, por entonces le dije que quería una escarificación y lo hicimos para el programa. Fue el logo de mi estudio de tatuajes, yo tenía un triángulo negro y sobre eso hicimos el diseño. Fue la primera vez que el Rata hizo una escarificación sobre un fondo ya que siempre lo hacía sobre piel virgen”, recordó.

Al ser consultado por el dolor de la técnica, confirmó que implica una sesión dolorosa: “Claro que duele, estamos vivos, pero es uno de los dolores que podemos experimentar de otro modo”.

Pero para graficar la verdadera sensación de dolor, se remitió a los shows de suspensiones que realiza, donde se incrusta una especie de ganchos en la piel y se cuelga disfrutando del movimiento en el aire.

“Hace poco estuvimos en Chile, este domingo hicimos una jornada de suspensiones en mi casa, lo organizamos con unos amigos y en diez días estaré haciéndolo en Francia”, comentó sobre su agenda.

A pesar el proceso, no cree que se trate de masoquismo sino que lo entiende como una especie de purificación: “Lo disfruto a pleno, lo veo por otro lado, un relax, lo que para otros es dolor para mí se trata de purificarme”.

Esa búsqueda de arte y sensaciones no la promueve sólo. Lo acompaña su esposa “Gaby”, con quien transita la vida desde hace 21 años (11 de casados).

Ella tiene más del 70% del cuerpo tatuado, luce implantes, piercings, microdermales (piercing sin orificio de salida), escarificaciones, pigmentaciones en los ojos (tipo de tatuaje que se realiza en la capa esclerótica), y un look extremo que compone un exquisito equilibro con su esposo.

Peralta por su parte además de todos los tatuajes e implantes, tiene una modificación en su lengua que la tornó bífida, posee sus dientes limados, recubiertos con acero y luce sus ojos pigmentados.

“En el 2012 recibimos un mail desde Guinnes en el que nos invitaban a participar de un programa con un grupo de 15 parejas. Por entonces un juez decidió que merecíamos el récord a la pareja más tatuada del mundo, en el 2014 lo renovamos y aún lo conservamos ya que nadie lo ha superado”, indicó.

La pareja más tatuada del mundo. (web)

La fascinante y extraña vida que llevan los introdujo en interminables aventuras en las que exploran el mundo (conocen cerca de 15 países), descubren el arte, degustan nuevas comidas, conocen culturas y disfrutan a pleno la existencia.

Actualmente tienen su estudio de tatuajes, Querubín Tattoo Studio. Asimismo Gaby pasa la mayor parte del tiempo en su hogar desde que sufrió un accidente en el que “se partió el codo en 14 partes”.

Además disfruta del cuidado de sus “40 mascotas” entre las que se destacan perros, gatos, aves, conejos y hasta un burro.

“Es mi reina, la dueña de mi vida, la adoro. Es el amor de mi vida”, expresó Peralta sobre su esposa.

Por otro lado, siguiendo el eje de sus curiosidades, recordó que estará presente en la V Monsters Tattoo Expo que se realizará el 16,17 y 18 de agosto en el Hotel Dos Venados. Estará tatuando, exhibiendo su imagen y también hará shows de suspensiones.

En ese sentido manifestó que está muy “contento” por visitar la provincia.

Un tatuaje es para toda la vida

Peralta está seguro de que no volvería el tiempo atrás para evitar tatuarse, dado que le encanta lo que hace. Más allá de su trabajo como tatuador, el desarrollo de su reconocida empresa Querubín donde personas de todo el mundo buscan hacerse tatuajes o técnicas extremas, y los viajes que ejerce para llevar su arte, está convencido de su felicidad por lo que implica su real filosofía de vida.

“No estamos arrepentidos, incluso aún quedan cosas por hacer. En mi caso se me van ocurriendo y las voy haciendo”, aseguró.

Gaby y Víctor, un amor grabado en la piel. (web)

Además el arte los ha llevado a la solidaridad dado que siempre que pueden ayudan “de forma callada, sin publicidad”, a quien lo necesita. Peralta ha recorrido el interior del país entregando donaciones e incluso junto a su esposa colaboran con un refugio de animales.

Para el final de la entrevista este medio le preguntó qué haría si tuviera frente a él a la persona que hizo el primer tatuaje del mundo. En su respuesta definió lo que significa la “locura linda” de su presente.

“Si estuviera con el primer tatuador, aquel primitivo que inventó este arte, le diría que es un maestro, un capo. Gracias a él estoy dando esta entrevista, gracias a él viajo por el mundo y gracias a él estaré en agosto por San Luis”, concluyó.

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