Bomberos de Villa de La Quebrada fueron a apagar un incendio en colectivo
El camión en el que se dirigían se quedó sin combustible, con lo cual aprovecharon el paso del interurbano que diariamente recorre la zona. “Teníamos que llegar sí o sí. No hay otra opción, así es nuestra vocación de servicio”, contaron.
En los últimos días algunos bomberos de distintas ciudades compartieron una publicación en las redes sociales en la que se observa un grupo de socorristas dirigiéndose a un incendio, con la particularidad de que iban en un micro.
“Vi esta publicación y la verdad que me puso orgulloso de saber que estoy del lado correcto. Ellos son bomberos voluntarios de Villa de la Quebrada, San Luis, que fueron en colectivo a apagar un incendio forestal. Felicito a la dotación porque pudieron cumplir con el servicio con sacrificio, desinterés y abnegación; gracias por ser bomberos”, expresó el efectivo Fernando Piñeiro en su perfil de facebook.
En el mismo sentido añadió que la noticia debía replicarse en “todos los muros” para “demostrarle a la sociedad que no todo está perdido con gente que deja todo sin pedir nada a cambio”.
Para conocer más detalles del honroso gesto elchorrillero.com mantuvo un diálogo con el jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios de Villa de la Quebrada, Roberto Albornoz.
El hombre explicó que se trató de un foco ígneo que se generó el mes pasado.
Lo que sucedió fue que el hecho explotó en las redes sociales a raíz de la publicación de Piñeiro (que obtuvo 1083 compartidos, 596 me gusta y 90 comentarios) y otros efectivos.
“Nos habían notificado sobre un incendio en la zona rural, a unos 16 kilómetros del pueblo. Cuando salimos sucedió que no teníamos los medios suficientes y el camión se quedó a mitad de camino”, recordó.
Asimismo lejos de regresar al cuartel aguardaron el paso de la línea interurbana para continuar su viaje hacia el siniestro. “Teníamos que llegar sí o sí. No hay otra opción, así es nuestra vocación de servicio”, señaló.
En las imágenes se puede observar a los uniformados, que lejos de verse desganados por los pesados equipos que portaban o el calor, mostraron rostros de optimismo y pasión por el hecho de servir al prójimo.
Albornoz destacó la solidaridad de su grupo humano integrado por hombres y mujeres de todas las edades, incluso por adolescentes que aspiran a dar la vida por los demás.
También remarcó la ayuda de los vecinos, que colaboran cotidianamente con la institución que lleva 10 años sirviendo a la comunidad.