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Adolfo R. Saá justificó los $80 millones a la fundación de su esposa y dijo que “quiere mucho” a Alberto

"Tiene una labor impresionante, re positiva y absolutamente seria”. De esa manera defendió a la entidad que recibió un subsidio del Gobierno de su hermano para regalar electrodomésticos en plena campaña electoral 2017.

Vartalitis fue el centro del escándalo cuando el el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá le entregó un subsidio de $80 millones a su fundación.
Actualizada: 05/04/2019 17:59
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Por primera vez, Adolfo Rodríguez Saá fue consultado y respondió a la prensa sobre los $80 millones que en tiempo récord ingresaron en la cuenta bancaria de la Fundación Mujeres Puntanas, que preside su esposa Gisela Vartalitis y que tiene como secretaria a la candidata a senadora provincial, Liliana Bartolucci.

Los fondos fueron usados hace dos años en la previa de las elecciones en las que los hermanos Rodríguez Saá iban en la misma boleta del Frente Unidad Justicialista: Adolfo como candidato a senador titular y Alberto como suplente.

La liberación discrecional de la millonaria suma dejó de ser un secreto y se transformó en un escándalo cuando el portal Zbol.com.ar contó con lujo de detalles el ducto que conectó el Tesoro de la Provincia con la fundación.

La causa penal que se inició a instancias de un grupo de diputados de Avanzar y Cambiemos está paralizada porque ningún juez de San Luis quiere tomar un expediente que quema. Fueron denunciados los dos hermanos Rodríguez Saá y buena parte de la plana mayor del gabinete.

“A la Fundación Mujeres Puntanas se le dio un subsidio que lo invirtió en promover emprendedoras que fueron capacitadas. Hay en este momento siete coworking que son centros de emprendimientos totalmente equipados donde van las mujeres, reciben capacitación, y tienen los materiales para producir y salir a vender”, explicó el candidato del Frente Juntos por la Gente con la ayuda de Vartalitis.

En la parte final de la respuesta definió la profundidad de la publicitada pelea con el actual gobernador: “Con Alberto, a quien quiero mucho, mis padres me enseñaron a ser un buen hermano, tenemos diferencias políticas. Miramos las cosas de una manera diferente, yo creo que el diálogo tiene que ser abierto, él no lo hace así”.

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