Ruidos molestos: vecinos realizaron un “almohadazo” porque no pueden dormir
Música a todo volumen, vehículos con escapes libres y grupos que se reúnen en el predio de una estación de servicio, provocaron el hartazgo de los vecinos de la zona que no logran conciliar el sueño. Quieren soluciones concretas.
La Avenida Juan Gilberto Funes sigue siendo el escenario de ruidos molestos que les impiden a los vecinos el descanso nocturno. El caso concreto de calle Ituzaingó, a la altura de la estación Axion y el lubricentro, refleja el contexto de competencias de quienes buscan destacarse por el “mejor sonido tuning”, o quienes realizan picadas en medio del consumo de alcohol.
Los escapes libres también son una constante que causa malestar, todo lleva al desarrollo de ruidos insoportables. Más allá de la contaminación sonora, los vecinos reclaman por diferentes situaciones como problemas de salud en los que los elevados decibeles intensifican el desmejoramiento de la calidad de vida.
La problemática fue dada a conocer hace unas semanas por vecinos a El Chorrillero. En esa oportunidad hicieron públicas las quejas que anoche tuvieron forma de una protesta.
La falta de soluciones los llevó a organizar el “almohadazo”, para exponer que sus horas de sueño son afectadas por los encuentros nocturnos. Desde las 0:00 del sábado, manifestaron frente a la estación de servicio: “Queremos Policía toda la noche”.
El drama no solo alcanza a los oídos de grandes y chicos, sino que muchas veces temen por la inseguridad. No se animan a pedirles a los responsables que tengan consideración por posibles represalias; de hecho los empleados de la estación de servicio han sido “amenazados” por pedir que bajen el volumen de la música.
“Solamente un fin de semana vino la Policía, después volvieron los ruidos molestos”, aseguró Erika, una de las vecinas damnificadas en diálogo con elchorrillero.com.
De acuerdo a lo que sostienen los ruidos provocan importantes vibraciones en puertas, ventanas, paredes, incluso llegando a generar la activación de alarmas.
Estos inconvenientes los han denunciado en la Policía y en octubre hicieron lo propio en la Municipalidad, pero aún no tienen soluciones.
Esperan que la protesta abra los canales necesarios para solucionar el conflicto y puedan volver a dormir tranquilos.