Luján despide al artista Julio César Domínguez

La muerte de Domínguez conmocionó al mundo artístico y a la provincia dado que su talento quedó grabado en innumerables obras que eternizaron su creatividad. A sus 77 años falleció en San Luis, donde estaba internado por una enfermedad terminal.

De acuerdo a lo que informó uno de sus hijos, Roberto Domínguez, en diálogo con elchorrillero.com, sus restos descansarán en Luján y esta tarde darán cristiana sepultura. También oficiarán una misa en la Parroquia Nuestra Señora de Luján.

La familia dispuso concretar el sepelio aguardando la llegada de dos de sus hijos sacerdotes que se encuentran en el exterior. Uno de ellos se desempeña en Bolivia y el otro en Italia.

“Vamos a despedirlo ahora al viejito y esperamos que mi hermano (sacerdote) de una misa mañana”, expresó.

“Tu ternura, tu sonrisa pura, tu paciencia, tu paz, ya están el cielo, en los brazos de la Virgen contemplando su rostro, ese que tanto plasmaste en tus esculturas papá. Gracias por tanto amor y por ser ejemplo de vida”, reflexionó Roberto Domínguez en su perfil de facebook.

El escultor que marcó un estilo en San Luis

Las obras de Domínguez son inconfundibles. Muchas de ellas fueron atravesadas por su fe católica, otras se construyeron en su profunda cultura y son hoy contempladas por quienes se detienen a observarlas.

Una de las más memorables es el Monumento al Pueblo Puntano que desarrolló en conjunto con Walter Lucero y el arquitecto Hugo Larramendi bajo el equipo de trabajo que denominaron Pirquinero.

Otras se pueden ver en las 39 esculturas que decoran la Catedral de La Plata, la réplica de la Estatua de La Libertad que se encuentra en el casino de la esquina puntana de Rivadavia y Pedernera, el escudo de la Universidad Nacional de San Luis, el mural ubicado en el acceso a Saladillo, el cóndor del ingreso a Potrero de Los Funes e innumerables imágenes religiosas que ha desarrollado en los últimos años.

Domínguez nació en Villa del Carmen y fue hijo de maestros rurales. Terminó sus estudios primarios en el Colegio Lafinur y la secundaria en la Escuela Normal Juan Pascual Pringles, donde se graduó de maestro.

Se desempeñó como docente en la primera Escuela de Bellas Artes. Allí conoció a Ana Esther Moyano, con quien se casó.

Cuando se recibió de profesor de Artes Plásticas colaboró para transformar el colegio secundario de Luján, donde lo nombraron director organizador.

Más allá de sus conquistas culturales, Domínguez es reconocido por su entorno como un “gran hombre” que pudo dar “mucho amor”. De hecho, en las redes lo recuerdan como “el esposo, el padre, el abuelo, el amigo, el artista”.

“Adiós genio, adiós maestro de maestros, mi respeto y duelo como trabajador del arte y la cultura puntana. Acaba de volar en paz y transitar en la luz eterna Julio Cesar Domínguez, creador del grupo escultórico del Monumento al Pueblo Puntano; hoy junto a Walter Lucero estarán abrazándose y proyectando vaya uno a saber que otra obra monumental, vuela en paz maestro, nos ha dejado sobrada muestra de su talento para deleite de nuestros alumnos”, escribió Carlos Álvaro Urteaga.

“(…) ha partido hacia el creador a encontrarse con sus amigos y sus padres. Julio quedará en el recuerdo, en cada obra que hizo, en cada acción y gesto que tuvo. A sus familiares, mis condolencias ante tan irreparable pérdida; y que el tiempo mitigue el dolor en alas del espíritu”, publicó Raúl Gómez.

“Cumplió con creces su misión en esta vida y dejó su legado para las futuras generaciones. Ahora estará esculpiendo nubes…buen viaje querido Julio”, añadió Marta Serafina Segalá.

Días atrás había sido internado por una enfermedad terminal que se expandió por todo su cuerpo y falleció el lunes por la tarde.