Malestar en la Escuela Nelson Mandela; a los maestros no les pagan el salario acorde a la Ley
Desde que comenzó el nuevo ciclo lectivo se viven momentos de preocupación e incertidumbre porque las promesas de una mejora salarial nunca llegaron. Trascendió que algunos docentes fueron “echados” por reclamar un pago justo, por protestar y no estar de acuerdo con el nuevo perfil de los directivos.
Y es que hace tres meses asumió la nueva gestión que dirige a la institución, y con ella llegaron nuevas decisiones. Los cambios habrían dejado afuera a algunos docentes por ponerse en la línea del reclamo para que les paguen los sueldos actuales de la profesión.
Elchorrillero.com pudo confirmar que los directivos ha decidido no pagar lo que ellos llaman “montos en negro”, que corresponden a los Complementos Remunerativos y No remunerativos reglamentados provincialmente por el Decreto 618-MHP-2018, el cual detalla los aumentos para todos los empleados estatales, entre los que se incluye a los docentes de escuelas públicas y privadas. De ese modo “desestima aproximadamente un 40% del sueldo actual de cualquier maestro o profesor del sistema educativo provincial”, expuso una fuente consultada.
Se sabe que un maestro con 40 horas semanales, en cualquier escuela autogestionada de La Punta, debería estar cobrando aproximadamente $42 mil; pero en la Escuela Nelson Mandela, este mes, los encargados de educar a los alumnos percibieron $24 mil, pese a “la promesa de que iban a llegar a los $35 mil durante abril”.
El descontento comenzó cuando notaron en su recibo que los sueldos “ni siquiera se acercaban a lo que cobraran el año pasado”. La explicación generalizada fue “sencillamente” que la Asociación no pagaría “ningún monto en negro”: o sea los Complementos Remunerativos y No remunerativos reglamentados provincialmente por el Decreto 618-MHP-2018.
Los trabajadores fueron informados de que "no pagan los complementos, simplemente porque los consideran un monto ilegal, en negro”.
Este problema tiene a los docentes “paralizados” o intentando buscar nuevos rumbos laborales; allí saben que hay una “vocación docente que aguanta”.
“Hay un plantel docente callado por la fuerza, por la situación económica crítica, porque no puede elegir, porque confió en un equipo directivo y se vio desilusionado”, expuso otra fuente en diálogo con este medio.
Así, según consideró, los educadores “están obligados a aceptar o renunciar", o son "echado sin justificativos, insultado en su posición de trabajador, sometido por una situación de poder”.
“Pagar menos es una decisión de la nueva asociación, y no parece haber reclamo que llegue a oídos del equipo directivo”, expusieron cuando El Chorrillero consultó.
Nelson Mandela es una escuela pública con doble jornada, y además es bilingüe. Se inauguró hace 7 años. Los alumnos de primaria y secundaria están en el colegio de 7:30 a 16:30; tienen un comedor donde desayunan y almuerzan todos los días.
Cuenta con una carga horaria de inglés “bastante fuerte”, y esa es cuestión que caracteriza su buena formación en el idioma.
Hasta diciembre de 2018 estuvo a cargo de la Asociación Innovaciones Educativas, que fue muy discutida hacia sus últimos momentos en cuanto al proyecto y cuestiones pedagógicas. Le sucedió la Asociación Civil “Nelson Mandela”.
Es una de las escuelas autogestionadas que funcionan en La Punta; las otras son La “Rosenda” que lleva 16 años de gestión, la Escuela Martin Luther King (secundaria) y la Escuela Esther Guevara (primaria), que llevan dos años trabajando en la zona del “600 viviendas”.
En estos establecimientos, los fondos públicos (provenientes del ministerio de Educación) que ingresan son administrados a través de una Asociación civil sin fines de lucro que incluye directivos, trabajadores de la educación y asesores legales y contables.
Esta es la modalidad que se emplea, considerada experimental y pionera en San Luis; aunque también en el país. Está vigente desde el año 2000, cuando se abrieron las primeras Escuelas autogestionadas, apoyadas en el modelo “chárter” estadounidense.
Funcionan a partir de las decisiones que toma un grupo de profesionales “como si fuera una institución privada, solventando los gastos correspondientes a sueldos docentes (en un 80%) y todo tipo de mantenimiento del edificio, construcción y mejoras (el restante 20%)”.
Este fondo o USE (Unidad de Subvención Escolar) es un monto por matrícula; eso quiere decir que el Estado provincial le otorga a la institución una cantidad fija por alumno.
La institución cuenta con "total autonomía administrativa" para contratar su cuerpo docente, y también autonomía pedagógica para reglamentar su propio PEI (Proyecto Educativo Institucional) y normativa interna.
Las fuentes consultadas explicaron a elchorrillero.com que “la autogestión” promociona la idea de dar “libertad” al docente, y generar una identificación con el proyecto institucional.
Por lo tanto, “lo mismo sucede con el salario”.
“También tienen cierta autonomía para decidir los montos por hora y los ítems que se incluirán en el recibo de sueldo del docente, sin desestimar lo estipulado por ley”, denunciaron al final, mientras esperan que algo cambie.