X

Para Carina Di Marco su condena es “injusta”; la sentenciaron a pasar 18 años en la cárcel   

"Injusticia" fue la única palabra que emitió tras ser declarada culpable como “participe necesaria” en los abusos que cometió Lucas Gómez contra su hija Florencia Di Marco, antes de asesinarla. El Tribunal también ordenó una investigación sobre dos docentes mendocinas.

"Injusticia", dijo Di Marco cuando se retiraba de la sala donde fue encontrada culpable.
Actualizada: 24/04/2019 17:37
PUBLICIDAD

Este lunes culminó el juicio contra Carina Valeria Di Marco. Pasadas las 14:30 y tras un cuarto intermedio, el Tribunal de la Cámara Penal y Contravencional Nº2 dio a conocer el veredicto.

La Justicia encontró culpable a Di Marco por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el aprovechamiento de convivencia preexistente en calidad de participe necesaria”, en perjuicio de su hija Florencia.

La niña de 12 años fue hallada sin vida el 23 de marzo del 2017. Fue violada y estrangulada por su padrastro, Lucas Gómez. Las pericias sobre su cuerpo determinaron que había padecido otros ultrajes con anterioridad.

Luego de 34 testimonios más las pruebas recolectadas durante la investigación, los jueces Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y Fernando de Viana, dieron un veredicto unánime: encontraron responsable a la mujer y la condenaron a 18 años de cárcel.

“Injusticia”, dijo Di Marco cuando se retiraba de sala para regresar al Servicio Penitenciario provincial. Allí lleva dos años y 16 días arrestada.

Los jueces consideraron como atenuante, la falta de antecedentes de Di Marco, mientras que en los agravantes enmarcaron la “extensión del daño causado” y “las circunstancias de tiempo, modo y lugar”.

Asimismo, el Tribunal ordenó una “compulsa” para que el juez de instrucción de turno inicie una investigación por “la posible comisión del delito de acción pública”, sobre la directora de la Escuela "Florentino Ameghino", de Mendoza, Sonia Mónica Poblete Baigorria. La misma medida fue establecida para la docente María Teresa García Cobos.

Di Marco fue la única que enfrentó el proceso oral porque Lucas Gómez se suicidó en mayo del 2017, mientras pasaba sus días de detención en la cárcel Pampa de las Salinas.

Di Marco escuchó en silencio la lectura de su condena.

Los alegatos de la Fiscalía

En el inicio de la mañana, el fiscal de Cámara, Fernando Rodríguez fue contundente y pidió que la imputada recibiera una condena de 18 años y seis meses de prisión.

Entre sus fundamentos, Rodríguez sostuvo que la declaración del forense, Ricardo Torres fue “lapidaria”.

En su informe, el médico había mencionado lesiones de “vieja data”, dos desgarros, “habitualidad en la penetración”, cicatrices nacaradas y que Florencia presentaba “la vulva de una mujer adulta”. Inclusive indicó que por los ultrajes, la niña habría sufrido hemorragias de varios días.

Si la madre convive con la criatura y tiene un sangrado de seis o siete días, ¿no se dio cuenta?”, cuestionó Rodríguez.

El fiscal también hizo hincapié en los testimonios de las docentes de San Luis, quienes coincidieron en que Di Marco “nunca se interesó en la nena”, ni había asistido a la escuela.

Reiteró las declaraciones de psicólogos, psiquiatras y trabajadoras sociales quienes advirtieron “carencia de afectividad”, “despreocupación” ante la desaparición de Florencia, y cierta “defensa” hacia Gómez cuando ya estaba detenido como sospechoso.

“El análisis psicológico y psiquiátrico demuestra una frialdad, disociación, egoísmo y un querer encerrarse en lo que ella cree que está bien”, planteó Rodríguez.

En la misma línea, enfatizó en el testimonio de la madre de Gómez, Esther Manzo quien declaró que la nena le llevaba la ropa al padrastro mientras él se bañaba. Y que cuando tenía tres años “le tocaba los senos”.

Rodríguez reveló que no tuvo en cuenta la declaración de Di Marco “ni como prueba, ni como cargo”.

“Aparecen flagrantes contradicciones con distintos testimonios en la causa”, agregó.

Por otra parte, consideró que las docentes de la escuela de Palmira, Mendoza, “mintieron y lo hicieron en defensa propia”.

García Cobos había manifestado ante el Tribunal que fue amenazada a la hora de declarar en su ciudad y ante la jueza de instrucción, Virginia Palacios.

“Los audios incorporados en la causa dejan claramente el conocimiento de la maestra y que le transmitieron a la madre las situaciones de manoseo”, insistió el fiscal.

“Acá mintieron porque están sumariadas. Tienen miedo que las echen. Parece que es más fácil mentirle a la Justicia con el cadáver de una nena tirada que tratar de salvar una sanción administrativa”, fustigó.

Rodríguez también puntualizó: “De todos los informes surge que la imputada manifestaba que Gómez consumía mucho alcohol. Y que cuando caía en esos excesos se ponía muy violento y los castigaba”.

En esta línea cuestionó que Di Marco haya dejado a la niña a su cuidado, cuando en la ciudad también se encontraba su padre, hermano o amigas.

“No tengo ninguna duda que tenía conocimiento de los abusos y que no tomó ninguna medida para hacerlo cesar”, dijo.

De esta manera consideró como agravante de la causa “el desprecio y desapego hacia su hija y a favor de su pareja Gómez”.

“Claramente sabía y no hizo nada para evitarlo. Lástima que no pudimos escuchar a Florencia”, se lamentó el fiscal.

El pedido de la defensa

La abogada de Di Marco, Karina Mantelli en su alegato solicitó en primer lugar, la nulidad de la auto instrucción desempeñada por la jueza Palacios.

Su justificación fue que en su declaración, el forense Luis Lucero Arienti avaló el informe de su colega Torres. Sin embargo, en el acta de procedimiento de la necropsia sobre el cuerpo de Florencia, no aparece como participante.

Mantelli también remarcó el desconocimiento de su defendida sobre los abusos que cometía Gómez. Indicó que “los niños no pueden contarlo” y fue un “secreto” de Florencia.

En este sentido, explicó que la pequeña tampoco se lo pudo transmitir a su abuela, ni a la mamá de una compañerita, a la que era muy allegada. “Ni Manzo que convivió con la nena lo advirtió”, añadió.

Mantelli fue crítica con el accionar de la Justicia y responsabilizó a las maestras de Mendoza: “Florencia lo había develado en la escuela y no supieron manejarlo. No extremaron los cuidados”.

Por otra parte manifestó que el caso “causó estupor” e “impactó en la sociedad” por el tratamiento de los medios. Esto, según consideró, desencadenó una “condena social” hacia Di Marco.

“Una mamá que sabe de abusos no la lleva al médico. Florencia había ido al control”, subrayó.

En este contexto, la abogada pidió la “absolución” de su defendida “en beneficio de la duda por no estar debidamente acreditados ni la cantidad de abusos, ni dónde, ni quién”.

Tras la sentencia, Mantelli anunció que esperará a conocer los fundamentos y apelará a la resolución del Tribunal.

El crimen que conmovió al país y la llegada de "Justicia"

A Florencia la encontraron muerta debajo de un puente en la localidad de Saladillo, un día después que su padrastro denunciara ante la Policía que había desaparecido. Su cuerpo estaba semidesnudo: le faltaba el pantalón y solo tenía una media.

El asesino abusó de la niña, anal y vaginalmente, y después de estrangularla con un lazo la arrojó al vacío.

El crimen sucedió cuando Carina Di Marco se encontraba internada en la Maternidad, porque había dado a luz a su cuarto hijo.

El 24 de marzo del 2017 se supo que su padrastro la abusaba desde hacía tiempo, que la nena pudo alertar a las maestras mendocinas del comportamiento que el hombre tenía con ella, pero nadie pudo hacer nada para salvarla. Ese día el hombre quedó detenido.

En abril llegó la imputación contra su madre bajo las sospechas de que conocía los ultrajes que vivió Florencia.

En mayo, Gómez encontró un cable en el pabellón y se ahorcó. Estaba preso en la cárcel de máxima seguridad que tiene la provincia en Pampa de las Salinas, para que allí esperara el día de su juicio.

El 8 de abril pasado, Di Marco comenzó a ser juzgada. El proceso se desarrolló durante cinco días. Entre lágrimas, la mujer sólo pidió “justicia” para su hija. Hoy también lo hizo, con iguales lágrimas. Su padre y hermano, la acompañaron en cada una de las audiencias.

Dos años y 30 días después del crimen de Florencia, el debate oral concluyó.

Después del sufrimiento y el calvario que padeció Florencia en su corta vida, ahora podrá descansar en paz.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR