Los sanluiseños honraron al Cristo de la Quebrada en una celebración multitudinaria
Cientos de personas participaron esta tarde de las tradicionales ceremonias que cierran las fiestas patronales en la capital puntana de la fe.
La celebración más convocante de la feligresía católica puntana vivió el día más importante, a instancias de la novena del Santo Cristo de la Quebrada. En un devenir de fe que remontó a la historia del hachero Tomás Alcaráz, la emoción y la devoción coronaron la ceremonia.
Desde las primeras horas del día la localidad recibió a creyentes de diversos puntos del país, que se congregaron con la ilusión de recorrer el “milagroso” calvario y dar su reverencia a la imagen divina.
Tras varias horas de confesiones, los fieles se reunieron en la plaza para aguardar la misa central. Pasadas las 15 se dio inicio a la celebración, en medio de un clima de fe ferviente.
Estuvieron el senador Nacional Claudio Poggi, el senador Nacional Adolfo Rodríguez Saá, el intendente de San Luis, Enrique Ponce, el vicegobernador Carlos Ponce, la intendenta, Stella Maris Lobos, funcionarios provinciales y municipales, legisladores e intendentes de distintas localidades.
El obispo Pedro Martínez Perea encabezó la ceremonia junto a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosas y monaguillos.
A lo largo de la misa el mensaje estuvo enfocado a la promoción de la fe, fundamentalmente bajo la enseñanza de que los creyentes deben materializarla en obras, despojándose de la soberbia y las cuestiones que la deforman.
“No todo el que me diga ‘Señor’ entrará al reino de los cielos, sino aquel que cumple la voluntad del Padre”, ejemplificó el sacerdote Ignacio Daminato citando un pasaje bíblico.
No faltaron los aplausos en instantes muy precisos de su intervención, una situación que salió de lo común en torno a lo que sucede en la ejecución de la Santa Misa.
Detrás de un vallado que se había instalado para el sector de autoridades, miles de personas escucharon atentas la palabra y con banderines blancos que se agitaron en sintonía con el ambiente clerical, anunciaron la procesión.
El Santo Cristo se instaló en un costado del altar que se estableció para la ocasión, y fue custodiado por agrupaciones gauchas y laicos que lo contemplaron con la mirada en el cielo.
Cerca de las 16:30, la Policía diagramó el pasaje por donde trasladaron el Santo. Grupos scout, representantes de instituciones sociales, atletas de la maratón de la fe, niños, adolescentes, abuelos y fieles que cumplieron grandes promesas con sus pies descalzos, se unieron al trayecto de oraciones que coronó la jornada.
“Viva el Santo Cristo de la Quebrada, Viva la Iglesia Católica, Viva el Papa”, se oró en las intenciones.
La emoción en el calvario
Cada año las demostraciones de la alabanza a la divinidad se manifiestan de distintas maneras. Viviana, una señora que bajaba desde el calvario con toda su familia, definió las cualidades milagrosas que se atribuyen a la celebración.
“Lo que le puedo decir a la gente es que se acerquen. Es milagroso, pidan porque (el Santo) siempre cumple”, señaló en diálogo con elchorrillero.com.
Otros aseguraron que asisten a la novena desde “hace más de 30 años”, y hubo quienes se emocionaron. “Vengo a agradecer, pedir salud”, dijo Hugo con lágrimas en sus ojos al recordar que el Santo lo ayudó en un grave problema físico.
Jesús, un hombre que estaba descalzo y luciendo prendas gauchas, expresó: “Agradezco al Señor porque todo lo que le he pedido, lo ha cumplido, siempre cumple. En otras ocasiones he hecho el calvario de rodillas”.
Además, con mucha emoción, compartió que una sobrina suya está en terapia intensiva. Este viernes el informe médico fue esperanzador e indicó que “se está recuperando”. Jesús aseguró que no tiene dudas de que se debe a un “milagro” de su “doctor de cabecera” (Santo Cristo).
Otro devoto mendocino, Carlos, visita la localidad desde su niñez. Con un notable nudo en la garganta que tornó pausada su conversación, motivó a las personas a creer: “Tengan fe, (el Santo) ayuda, a mí me ha dado mucho y me sigue dando”.
El recuerdo al beato puntano
El obispo cerró la jornada con un momento de reconocimientos. Ante la presencia de familiares de Wenceslao Pedernera, el puntano que fue beatificado la semana pasada y marcó un hito en la santidad de la provincia, entregó una réplica del Santo Cristo de la Quebrada y una carta escrita por fieles.
“Pedernera encomendó a su familia que perdonaran a quienes lo iban a asesinar (estaba sospechado de subversión), que no guardaran rencor. Ese ejemplo para nosotros es que, quienes nos visitan, puedan volver en paz a sus casas, que cada vez que vengamos al Cristo (de la Quebrada) regresemos en paz y alegres, que podamos cambiar de vida, vivir como cristianos”, sostuvo.
“Vale la pena ser buenos, cumplir los mandamientos. Que Jesús nos de esa fuerza”, añadió.
Tras la entrega de los presentes y los saludos protocolares, la celebración concluyó con una bendición apostólica que impartió con indulgencia plenaria, una bendición con un valor “muy grande” para los católicos.