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La muerte que expuso a la Maternidad: declararon médicos que atendieron a Vanesa Schvedt

Ayer fueron citados para que dieran su testimonio. Lucía Casares, la mamá de la joven que falleció en "Teresita Baigorria” después de dar a luz dijo que seguirá "hasta el final, dure el tiempo que dure”. Quiere que la Justicia dictamine qué responsabilidad tuvieron los profesionales de la salud.

Se citaron alrededor de 7 profesionales esta mañana, y algunos se habrían abstenido de declarar.
Actualizada: 15/05/2019 00:37
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Este martes se realizó la primera jornada de indagatorias en una de las causas más graves que tuvo como órbita la salud pública de San Luis: el fallecimiento de una madre pocas horas de su parto.

El hecho fue revelado por El Chorrillero; conmocionó a la sociedad puntana y puso en evidencia serias falencias e irregularidades que venían ocurriendo en la Maternidad. Esa no fue la única muerte. Las acusaciones contra el nosocomio se replicaron y fue un indicador de la crisis que comenzaba a transitar el sistema de salud provincial en 2016, especialmente en el hospital que recibe a madres embarazadas de toda la provincia.

La mujer le contó a elchorrillero.com que se citaron alrededor de 7 profesionales esta mañana (dos llegaron desde la provincia de Córdoba), y algunos se habrían abstenido de declarar.

Además, hay otros que todavía no se presentaron: “Pasó mucho tiempo, se sorprendieron porque después de 2 años, 6 meses y 15 días les llegó la citación y entonces están buscando abogados para poder presentarse”.

De acuerdo con la información que brindó la mujer fueron convocados esta mañana una obstetra, dos médicas cirujanas-tocoginecólogas, una anestesista, un tocoginecólogo y dos licenciadas en obstetricia.

Dos de las profesionales son de Córdoba, según destacó Casares, y se cree que son parte del personal profesional que se contrataba solo para cumplir las guardias del fin de semana.

También está incluidos en la lista las personas que atendieron a Schvedt la semana anterior a su fallecimiento, en los monitoreos de control que también se hizo en la Maternidad.

Está previsto que a través de estas jornadas de indagatorias den su testimonio todos los especialistas que atendieron a Vanesa. “Desde la partera hasta los médicos que estuvieron con mi hija en el quirófano”, explicó.

“Mientras no declaren no habrá avances, supongo que será de acá a un par de años porque esto recién empieza; pero creo que en el juicio deberán hablar. Si se niegan a declarar es por algo, porque si sos un profesional e hiciste bien las cosas no tenés por qué negarte”, puntualizó Casares esta mañana en los pasillos de Tribunales.

La madre de Vanesa Schvedt recalcó que la pérdida de su hija le trajo “daños colaterales” y que no solo está siguiendo esta causa, sino también el caso de su nieta en San Justo. “El padre se la llevó a vivir a Buenos Aires y estoy peleando judicialmente, por impedimento de contacto”, contó.

“Pero voy a seguir paso a paso como le prometí a mi hija, hasta el final, dure el tiempo que dure. Esto no me va a devolver a mi hija, entonces tengo que concentrar mis fuerzas sin dejar de perder de vista esta causa, y atender la de mi nieta que es lo único que nos dejó Vanesa”, añadió.

Consideró que este caso va a sentar precedentes en la Justicia de San Luis, dado que otras mujeres también fueron víctimas en el mismo nosocomio, en situaciones que dejaron un manto de duda en cuanto a la atención. “Cuando mi hija fallece, antes murieron 5 más y después otras dos”, recordó.

También contó que hay otro caso, de una joven que sobrevivió pero que quedó con serios problemas en la salud: “Me quiso contactar el año pasado para preguntarme cómo hice porque iba a realizar una denuncia penal, tiene 22 años”.

Casares solo pretende que hoy sea el principio para conocer la verdad: “Mi hija fue objeto de violencia obstétrica, estoy convencida que mi hija no tuvo una muerte natural, tuvo una muerte violenta”.

En la entrevista que ofreció a este medio contó cada momento de Vanesa después del nacimiento de su hija, y del sufrimiento posterior hasta que su estado desmejoró y cerró sus ojos para siempre.

“Yo tengo que llegar al final de esto, tengo que saber qué paso realmente porque hay un hijo de 15 años que está esperando una respuesta. No quiero juzgar a nadie, quiero que la justicia determine lo que le parece justo si hubo o no culpables. Sé que habrá justicia y si no hay en la tierra habrá una justicia divina”, dijo al final.

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