El Colegio Industrial cumplirá 100 años en la formación de los jóvenes puntanos
El próximo 4 de junio la institución celebrará su siglo y está organizando un emotivo acto en su edificio ubicado en el barrio El Lince. Además se proyectan nuevas iniciativas de cara al aniversario.
La Escuela Técnica Nº 9 “Domingo Faustino Sarmiento” celebrará 100 años de trayectoria en la formación de miles de jóvenes de San Luis. Su más remoto antecedente data de un decreto del año 1917, pero la institución se estableció finalmente en 1919.
Por entonces el contexto histórico arrojaba la obligatoriedad de la educación primaria. El secundario era opcional y no existían muchos establecimientos que se dedicaran a esta modalidad.
En ese sentido no nació como una escuela técnica. Esta concepción comenzó a gestarse aproximadamente en 1940 cuando se conformó como escuela de Arte y Oficios.
Si bien no fue una iniciativa novedosa dado que las primeras instituciones de este tipo se crearon de la mano de Manuel Belgrano antes de la Revolución de Mayo, lo que sucedió fue que la época de los inmigrantes y la creciente industrialización del país, provocaron la formación de una alternativa orientada a las necesidades del momento.
Ya en la época del Peronismo y luego con el presidente Arturo Illia, hubo un avance concreto hacia la educación técnica en el país y se terminó conformando su rol de “escuela industrial”.
En la actualidad se brindan dos carreras, aunque se han dictado otras a lo largo de su historia. Con el plan de estudios vigente se cursan 7 años en las opciones de la tecnicatura en Equipos e Instalaciones Electromecánicas y la Tecnicatura en Comunicación Multimedial.
Se estima que el establecimiento está titulando alrededor de 50 técnicos por año y hoy por hoy cursan cerca de 600 alumnos.
“Hay varias escuelas que han marcado la vida institucional y la cultura de la sociedad puntana. La Industrial sin lugar a dudas es una de ellas, diría que al menos hay cuatro establecimientos relevantes en este sentido, la Escuela Normal mixta Juan Pascual Pringles, el Colegio Nacional, la Normal de Niñas y la Industrial”, reflexionó en diálogo con elchorrillero.com el profesor e integrante de la comisión de Prensa, Carlos Vera Da Souza.
Una educación para el mundo laboral y la vida
Según describió Vera Da Souza, la historia y la trayectoria del colegio significan un factor clave a la hora de elegir la institución.
Con un incremento considerable de la presencia de mujeres en las escuelas técnicas, estima que la elección del colegio “tiene que ver con la posibilidad de un trabajo cierto”.
“Tienen esta chance sin la necesidad de ir a la universidad. No decimos que no vayan, creemos que deben hacerlo, pero sí podemos decir que están en mejores condiciones de trabajar si no pueden acceder a estudios superiores y en caso de estudiar una carrera universitaria, estamos seguros de que estarán en mejores condiciones que estudiantes de una escuela común”, señaló.
Por otro lado la cantidad de horas de cursada, el doble turno y todas las tareas que se ejecutan en el establecimiento, implica que los jóvenes “no estén en la calle” o no pasen “demasiado tiempo frente al televisor o el celular”.
“No significa que no usen estas tecnologías, por el contrario. Me refiero a que muchas veces algunos pueden sentir que la carga horaria es un estorbo, pero el día de mañana llegan a decir: ‘estuve muchas horas en el taller pero sé tornear, soldar, cambiar cables’, y los otros no lo saben hacer”, sostuvo.
En este sentido indicó que “sería muy difícil” encontrar un egresado que “no tenga un buen concepto” de lo que le pasó como individuo dentro de la escuela, en la vida laboral y como persona.
Los nuevos desafíos
La historia indica que la Industrial se ha caracterizado por su innovación en la educación. Esta característica ha provocado que los alumnos se apropien de la casa de estudios al punto de que promuevan gestos muy importantes para el colegio.
Un ejemplo de ello es lo que sucedió con la promoción que egresó en 2018. Los chicos se habían preocupado por el edificio y aunque no era una obligación, pintaron un aula, arreglaron las paredes, soldaron puertas, rejas y ventanas, cambiaron luces y reeditaron el ambiente.
Vera Da Souza está seguro de que si eso lograron hacer en la escuela, podrán proyectar este tipo de gestos en su futuro, en el trabajo y en la familia.
Sin embargo cada año es un desafío para seguir motivando en esos valores a las próximas generaciones.
De cara al aniversario, la institución tiene proyectada la conformación del Centro de Egresados, un espacio para “devolverle la palabra a los ex alumnos”.
Con este grupo buscan que quienes están afuera del colegio puedan aconsejar sobre las cosas que quizá no fueron fundamentales en su futuro y resaltar aquello que los haya marcado en su formación, entre otras iniciativas.
Más allá de los nuevos caminos por recorrer, la comunidad educativa de la Industrial celebrará sus 100 años en la barriada del sur y espera compartir un momento único con alumnos y ex alumnos. La cita es el 4 de junio a las 18.