La Ribera: un apéndice de Villa Mercedes en busca de su idiosincrasia
De manera coloquial se le conoce como barrio La Ribera, pero lo cierto es que el complejo urbanístico situado al sudoeste de Villa Mercedes bien puede ostentar el rango de localidad, no sólo debido a que en su ejido habitan poco menos de 20.000 personas, sino que además ese índice demográfico está distribuido en vecindarios.
Por otra parte, su infraestructura se ajusta a la de una pequeña ciudad, contando con escuelas de nivel primario y secundario, con sus jardines de infantes, una comisaría, el hospital “Braulio Moyano” y hasta su propia Parroquia, la de Nuestra Señora de Guadalupe, en la que ya han recibido el bautismo y la comunión y la confirmación las primeras generaciones de “riberenses”, gentilicio aprobado tácitamente por la mayoría.
Entre 2008 y 2010, por iniciativa de vecinos se redactaron varios proyectos de ley enfocados en lograr la denominación de ciudad, sin embargo hasta el momento ninguno prosperó en la Legislatura provincial.
No obstante Juana Koslay, que creció a partir del paraje El Chorrillo, o La Punta (planteada inicialmente como ciudad), son precedentes que permiten inferir que en algún momento La Ribera contará, al menos, con una comisión municipal independiente a la comuna de Villa Mercedes.
El Viernes Santo pasado se cumplió el 16° aniversario de esta urbanización construida por el Gobierno provincial y fundado el 19 de abril de 2003, tratándose de una de las obras más grandes en la historia de la política habitacional de San Luis (luego de la ya mencionada La Punta). El río Quinto la separa de Villa Mercedes, mientras que desde hace tres años también se sumó, como referencia divisoria, el parque “La Pedrera”.
El trazado de este barrio-pueblo-ciudad es totalmente atípico al formato clásico, con manzanas de forma irregular, muchas de ellas con calles curvas y todas con doble sentido de circulación.
A propósito de eso último, un detalle destacable es que la mayoría de sus arterias llevan por denominación nombres de personas desaparecidas durante la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1976 y 1983, mientras que otras rinden homenaje a personalidades universales, desde Ernesto “El Che” Guevara hasta Ana Frank o Mahatma Gandhi.
Un detalle extra de esta -seguramente- futura ciudad es que la gran mayoría de sus habitantes son familias jóvenes, factor que implica una idiosincrasia actualmente en plena definición y, a la vez, diferente a Villa Mercedes, de la que nació como un apéndice con deseos de independencia.