X

Zona liberada, robos y quioscos de droga; la otra cara del barrio Juan Domingo Perón

Los vecinos advierten que no pueden dejar sus hogares ni para ir al trabajo y que la Policía “no puede hacer nada”.

“Nosotros hemos denunciado todo, pero no tenemos respuestas”, aseguraron los vecinos.
Actualizada: 01/06/2019 23:32
PUBLICIDAD

El día a día de los vecinos del barrio Juan Domingo Perón está atravesando por la inseguridad, y ese conglomerado se suma las zonas rojas de la ciudad donde el delito castiga.

Una vecina que prefirió reservar su identidad por “miedo” a represalias, mantuvo un diálogo con elchorrillero.com y contó lo que vive en carne propia.

El viernes le robaron por tercera vez en menos de dos años. Según detalló, esta vez los ladrones entraron a su casa en el lapso del tiempo que estuvo afuera por cuestiones laborales.

Cuando regresó, se encontró con que le habían arrancado la reja de una ventana. Por allí le sacaron computadoras, tablets, garrafas, zapatillas, planchitas para el pelo, un DVD y colchas. Le revolvieron toda la casa.

Todo ocurrió “a plena luz del día”.

La mujer relató lo que le dijo un policía y lo describió como increíble. Puntualizó que el informado le explicó que "los responsables del robo eran tres personas" y entonces le pidió que su esposo que "se fijara si en el patio de los sospechosos estaban las pertenencias sustraídas".

“En vez de ir ellos, lo mandaron a mi marido”, remarcó.

Además hay otro problema que avanza sin controles. Muy cerca de su domicilio, según aseguró, "funciona un quiosco de droga" y ella, como tantos otros tantos vecinos, teme que en cualquier momento ocurra una tragedia.

“Nosotros hemos denunciado todo, pero no tenemos respuestas”, detalló.

En este sentido las familias del barrio se enfrentan a un “callejón sin salida”, sencillamente porque nadie toma cartas en el asunto: “Cuando advertimos lo de la droga un policía me dijo ‘ya sabemos que traen al por mayor, pero no podemos hacer nada’”.

Según dejaron en claro los vecinos, el personal de la Subcomisaría 23º "a veces envía móviles" para que hagan patrullajes, pero acusan que "en los momentos que más se precisan no están". Con todo esto encima, es que perciben que los delincuentes se mueven con “impunidad”.

De hecho la fuente que dialogó con este medio recordó que un vecino, al que le robaron cerca de 5 veces, fue a buscar a los ladrones y encontró un televisor que le habían sacado. Los delincuentes se lo devolvieron, pero al día siguiente le apedrearon la casa y casi le pegan a su esposa.

“Estoy esperando que en cualquier momento me salga otro trabajo en otro lado y me voy, no quiero estar más en esta casa, no quiero estar más en San Luis, dos años de ahorro para levantar mi hogar y no puedo estar tranquila. Tuve que cambiar mis horarios de trabajo para dar señales de que la casa no está sola (…)”, manifestó.

El flagelo de la droga

Al panorama de inseguridad se le suma la droga. En la zona hay quioscos de distribución y por eso "la situación es constantemente tensa".

“Es increíble cómo entra y sale gente a cada rato. Se ven en todos los horarios, desde autos importantes hasta los más viejos. A veces se arman peleas y uno no sabe en qué momento se agarrarán a los tiros”, describió.

De acuerdo a lo que graficó, hay asociaciones barriales (Juan Domingo Perón, Solidaridad y Estrella del Sur) que han advertido estas circunstancias a las autoridades, pero el conflicto sigue sin solución.

“La respuesta de la Policía es que no pueden hacer nada porque de esos casos se encarga la Policía Federal Argentina”, señaló.

“A veces uno piensa sólo dos opciones: la Policía no hace nada porque les tienen miedo, o porque están amigados con ellos”, agregó.

Lo cierto es que en todo este contexto, los vecinos tienen sospechas de que la “zona está liberada”, por eso requieren de una solución concreta: “Pedimos que intenten hacer algo, han pasado tantos ministros de Seguridad, jefes de Policía, todos los días cambia algo pero ninguno ha hecho nada. La Comisaría está igual y no sé si no estamos peor”.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR