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“Cristina entendió que la ‘grieta’ es un gran negocio para Macri, y no para ella”

En su última visita a la Universidad Nacional de San Luis, el periodista y director de la ArgenCom, Lisandro Sabanés hizo un análisis del mapa político provincial y nacional en la previa a las elecciones que vivirán los puntanos el 16 de junio, y en octubre todos los argentinos.  

Lisandro Sabanés, en su paso por las jornadas de comunicación social que tuvieron como escenario la Universidad Nacional de San Luis.
Actualizada: 09/06/2019 11:37
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En diálogo exclusivo con El Chorrillero, el profesional analizó el escenario político actual con la nueva candidatura de Alberto Rodríguez Saá en San Luis, y la posible vuelta al poder nacional de Cristina Fernández de Kirchner.

Tras su paso por las jornadas de comunicación social que tuvieron como escenario la Universidad Nacional de San Luis, también compartió sus aprendizajes durante su trabajo como “free-lance” en la cobertura de elecciones en 11 países.

El profesional analizó el escenario político actual.

-¿Cuál es el posicionamiento que debe tener un periodista para abordar la cobertura de las elecciones?

-Creo que está saldado el tema de que la objetividad no existe, porque justamente la condición humana impide ser objetivo. Pero creo que hay que intentar ser lo más honesto posible y poner sobre la mesa todos los elementos que ves como periodista, para a partir de ahí hacer tu propio análisis, pero siempre  dando toda la información al que te ve, te escucha o te lee, y que sepa que vos brindas tu análisis a partir de esos elementos.

Esa es la aspiración: tratar de ser lo más objetivo posible, sabiendo que nunca vas a llegar a eso, y no engañar a la gente con una falsa objetividad, ni forzando la información para que tu análisis cierre mejor.

-En tu conversatorio decías que las categorías de “izquierda” y “derecha” resultan insuficientes para describir la realidad latinoamericana. Entonces, ¿por qué pensás que insistimos con utilizarlas?

-Porque es muy fácil, son muy útiles para simplificar la información. Izquierda y derecha son categorías europeas, que encima hoy terminan de explicar a ese continente. Yo creo que hay un eje que es globalización/ anti globalización, en el que “izquierda” y “derecha” hacen agua.

En América Latina siempre fue más difícil porque nosotros somos “el hijo mestizo de Occidente”, somos producto de la “cruza” de Europa y los pueblos originarios. Entonces tenemos cosas de impronta europea, pero también de nuestra propia impronta.

Yo prefiero hablar de gobiernos o espacios políticos pro-mercado, y espacios políticos o gobiernos pro-Estado, que me parece que es un eje mucho más claro sobre la realidad latinoamericana que el de “derecha” o “izquierda”. Porque acá aparecen líderes de izquierda que están en contra del aborto, y no comparten la agenda de género, y gobiernos y políticos de derecha que si las comparten. Y a la inversa también.

-¿Qué particularidades ves en el escenario electoral nacional?

-Para mí el dato más novedoso es el giro de Cristina, la vuelta al Peronismo de Cristina. Me parece un dato novedoso, yo fui uno de los que creyó que Cristina iba hacia la construcción de un espacio político similar a “Podemos” en España, es decir que iba a construir un espacio de izquierda/centro izquierda. Esto por la impronta que le dio a la última etapa de su gobierno, ahora creo que dio este giro en una acertada lectura de la realidad.

Ya en el último discurso que dio en Flacso habló de esto que digo yo: que la contradicción no es de izquierda o derecha, ricos contra pobres, ni pañuelos verdes ni celestes, sino que todo se resume en el pueblo. Yo lo comparto, pero primero que nada me parece una estrategia muy hábil de su parte para posicionarse en el escenario político cómo se posicionó. Actualmente es una candidata competitiva, de hecho en las encuestas ya figura como ganadora en el ballotage contra Macri. Eso me parece el dato más importante.

-¿Cómo analizas que la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, tiene innumerables procesos judiciales y que muchos de sus ex funcionarios están acusados de corrupción, hoy tenga una alta intención de voto y aparezca con posibilidades de ser electa por tercera vez?

-Primero porque Cristina logró algo que muy pocos políticos logran hoy, una cosa que antes era súper común, pero hoy casi imposible en nuestro mundo sobreinformado de lealtades líquidas. En su momento pudo romper el individualismo, y ser una dirigente política que emocionó a jóvenes y ancianos.

A ese núcleo duro que tiene Cristina, el 35%, 30% de la sociedad, no le importa si hubo corrupción, y si la hubo en algunos casos creen que no, o que era una parte imprescindible o necesaria para hacer política en la Argentina. Tener plata, y que la mejor manera de conseguir plata sea con corrupción, con sobreprecios en la obra pública porque si no tenes que ir a pedir a empresarios o a alguien que te ponga dinero y quedas comprometido con el préstamo.

Después hay otro sector de la sociedad al que sí le importa, le molesta, no le gusta, no lo comparte pero ante la inviabilidad del proyecto económico que plantea el gobierno de Mauricio Macri, pasa a segundo plano el tema de la corrupción porque solo miran la agenda económica, entonces dicen ‘bueno, roban pero todos los políticos roban, prefiero un gobierno que robe pero que me de mejores condiciones de vida a uno que roba menos pero no me permite desarrollarme’.

-¿Crees que el concepto de “grieta”, se puede extender a cualquier provincia de nuestro país?

-Si, la “grieta” es persistente en la historia latinoamericana, a veces más profunda, a veces menos. Estamos en un momento en que inclusive las redes sociales fomentan la ratificación de las propias ideas y limitan la escucha de otras, encerrándote en un mundo agradable en donde todos piensan como vos.

Esto pasó siempre, nadie miraba un programa de televisión si no compartía las ideas del conductor. Pero las redes lo fortalecen más, te vas armando un mundo paralelo y después terminás siendo un desconocido con tu vecino, por más de que sea tu vecino porque no piensa como vos y no está en tu universo virtual. Eso es la grieta, que el otro sea un ajeno, sobre todo aquél que es tu hermano, tu compatriota, tu vecino, tu comprovinciano.

-¿Alimentar la idea de “grieta” en el discurso político es estratégico?

-Evidentemente sí, y lo vemos con el “giro” de Cristina. Ella entendió que ese discurso es un gran negocio para la oposición.

La grieta en Argentina se profundizó a partir del conflicto por la 125 con el campo. Desde ese momento el peronismo kirchnerista ganó una solo elección que fue en 2011, y fue con el golpe excepcional de la muerte de Néstor Kirchner, después perdió las del 2009, 2013, 2015 y del 2017.

Entonces creo que Cristina entendió que la “grieta” es un gran negocio para Macri, y no para ella. En algún momento tal vez lo fue para ella, para sostener es núcleo duro que generó, pero si hoy tiene pretensiones de ganar ya no es negocio para ella.

La grita existe, y es persistente, pero no es bueno que el país esté dividido. No hay país que pueda funcionar con un enfrentamiento tan grande entre dos porciones importantes de la sociedad, asique saludo que Cristina haya abandonado su posición inicial, ya que fue ella la que fomentó la grieta en su momento.

-¿Qué visión tenés sobre San Luis? ¿Cómo analizas que Rodríguez Saá controle el poder político de San Luis durante 36 años, y que se vuelvan a presentar como candidatos?

-Es un caso muy particular el de San Luis, y no es novedad, en algún momento hasta se decía en broma “la República de San Luis”  porque era el único lugar donde el kirchnerismo no había logrado entrar, y los Rodríguez Saá se mantenían en el poder.

Eso me pareció un antecedente peligroso, porque esto de las rupturas territoriales puede suceder, como en el caso de Bolivia. Por eso no me parece prudente ni siquiera en broma decir que un pedazo de la Argentina se puede independizar.

No es bueno para ninguna sociedad que exista una familia que se perpetúe en el poder, y tampoco es bueno para la propia familia. A San Luis no le hace bien que esté siempre un mismo apellido en el poder, pero también debo reconocer que San Luis ha mejorado y se ha desarrollado mucho.

En estos momentos de crisis nacional, una provincia como San Luis toma relevancia, ya que se fortalece ante el desamparo que hay en una Argentina donde el Estado está ausente, y en donde fomentó la idea de que el mercado puede solucionar todo siendo que el mercado no funciona porque no crecieron las inversiones.

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