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“Me han olvidado, pero no estoy resignado”; 30 años después Madaf salió a pedir que lo ayuden

Familiares, amigos y allegados se movilizaron por el centro de San Luis para reclamar a las autoridades provinciales. “Que ayuden en algo a mi familia porque no sé si voy a seguir viviendo”, dijo el hombre que hace 30 años lo acusaron de una muerte que nunca existió.

Palacio de Justicia.
Actualizada: 15/06/2019 00:26
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En octubre de 1989, la vida de Nelson Madaf se convirtió en un tormento. Y hasta el día de hoy nada volvió a ser normal. Fue culpado por la desaparición y muerte de una joven de 15 años, Claudia Díaz. Fue encarcelado y torturado por la Policía y jueces para que confesara algo que no había cometido. Años más tarde se comprobó que la joven estaba viva, con pareja y con hijos.

Este viernes, tras 30 años de dolor, Madaf encabezó una marcha que tuvo un solo objetivo: pedir “justicia” para el hombre que “el Gobierno provincial abandonó” todo este tiempo.

La convocatoria se hizo mientras San Luis vive un momento decisivo. El próximo domingo se elegirán las futuras autoridades de la provincia.

La concentración se realizó en el Correo Argentino y desde allí recorrieron las calles del microcentro hasta llegar a la puerta del Superior Tribunal de Justicia. Luego regresaron al punto de partida.

El infierno por el que atravesó cuando sólo era un joven fue uno de los hechos más graves de la historia policial y jurídica de la Provincia. La violencia fue perpetrada por efectivos de la Policía y hasta por el juez Néstor Ochoa, según las acusaciones de Madaf.

La marcha por el centro de San Luis.

“Me han olvidado, me abandonaron, y nunca me ayudaron en nada. Por lo menos la estoy peleando y no estoy resignado”, sostuvo Madaf, quien debió hacer un “gran esfuerzo” para asistir a la movilización por los dolores en sus huesos.

Contó que además de padecer VIH, sufre de presión, tiene problemas en la cabeza, y perdió la visión de un ojo.

El hombre enmarcó su pedido en asistencia para su familia, que también fue torturada en ese momento. “Que los ayuden en algo porque no sé si voy a seguir viviendo”, indicó.

Madaf actualmente vive con su madre y un hermano en una precaria casa en la zona oeste de la ciudad. El lugar no es de su propiedad y teme que vayan a sacarlos de allí.

“Estamos viviendo de prestado”, planteó.

Durante el trayecto de la marcha solo se advirtieron aplausos y el único pedido de “justicia”. Sus familiares llevaron carteles para resaltar el reclamo.

Poder Judicial.

“Estoy resignado a que no me escuchen”, manifestó Madaf ante los medios y agradeció “al pueblo de San Luis” por el apoyo y porque todavía lo recuerda.

El Estado provincial le dio $140 mil por los daños que le provocaron. No volvió a recibir asistencia y solo percibe una pensión de $7 mil mensuales por discapacidad.

Los padecimientos de Madaf aún duelen a los puntanos. Al recordar todo lo que ocurrió a lo largo de 30 años, el llanto fue inevitable para quienes asistieron a la marcha. Le transmitieron su apoyo en un abrazo.

“Lo único que le pido a Dios es que viva bien mi familia, mi mami y bueno… que sea lo que Dios quiera. No hablemos de Justicia porque Justicia hace Dios”, concluyó.

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