Dani Miranda sigue en terapia intensiva y su familia se mantiene en cadenas de oración
En los últimos días tuvo “mínimas mejorías” pero sigue peleando por su vida.
Ayer la familia vivió otro momento difícil, la mamá de Daniel sufrió un infarto, pero ya está bien y ahora se recupera.
El joven de 27 años fue intervenido quirúrgicamente en los intestinos; le realizaron “un lavaje y no hubo complicaciones”, explicó su hermano, Gastón Miranda esta tarde en diálogo con elchorrillero.com.
“Salió todo bien, lo pudo soportar y no tuvo picos de fiebre”, dijo.
La familia sigue pidiendo cadenas de oraciones porque están aferrados a la fe y la esperanza de que la salud de Dani mejore. “Mueve las manos, los pies, abre y cierra los ojos, pero en un estado de inconsciencia, porque sigue sedado por los dolores”, señaló.
Si bien ya no hay cirugías programadas, se le siguen efectuando diálisis debido a que uno de los riñones “no funciona”.
Asimismo, en ciertos momento del día, Daniel permanece con asistencia respiratoria mecánica: “Se lo sacan a las mañanas unas horas, para que los pulmones reacciones, trabajen un poco y agarren ritmo nuevamente".
"Ahora hay que esperar nada más, todo depende de él", manifestó su hermano a este medio.
Por otra parte contó que anoche, la familia recibió otra mala noticia; su mamá había sufrido un infarto: “Está bien, ahora internada en el Sanatorio Ramos Mejía de la ciudad de San Luis”.
“Por suerte fue muy leve, y mañana le dan el alta. Tiene que estar por lo menos 24 horas más. Le han pasado factura los nervios por lo de mi hermano y el cigarrillo”, contó el hijo.
El caso
El pasado jueves 30 de mayo por la mañana, un Chery blanco embistió a Miranda cuando circulaba en su Motomel 150 CC por Bolívar y Maipú. Sufrió traumatismos de cráneo y de tórax, y múltiples fracturas en su cuerpo.
Desde ese momento, pelea por vivir, en una cama de terapia intensiva en el Hospital San Luis.
El vehículo era conducido por Hernán Emiliano Muñoz de 19 años que al momento del accidente estaba alcoholizado y cruzó el semáforo en rojo. La Justicia lo procesó bajo el delito de “lesiones culposas agravadas” y permanece alojado en el Servicio Penitenciario provincial.