Ahorraba para pagar medicamentos y deudas; le robaron todo
Ladrones se llevaron $10 mil, más mil dólares que tenía guardados Alejandro Devia en su casa en Tilisarao. “Me dejaron pelado”, dijo.
La inseguridad en San Luis no solo afecta a las grandes urbes sino también a localidades medianas y chicas. En esta oportunidad delincuentes ingresaron al domicilio de un vecino de Tilisarao, en el Barrio Cristal.
Ocurrió el miércoles por la noche entre las 20 y las 21:30, momentos en que Devia no estaba en su hogar ya que se había dio a cenar con unos familiares.
Según contó a elchorrillero.com, cuando regresó el paisaje fue desolador. Malvivientes habrían forzado la puerta trasera e ingresaron a su hogar.
“Estaba todo revuelto, papeles por todos lados, ropa desordenada, cajones abiertos, era un desastre”, comentó el hombre de 62 años.
Cuando comenzó a investigar qué fue lo que se llevaron se percató que su billetera y un tarro de monedas estaban vacíos. Se robaron $10 mil en total.
Continúo revisando toda su vivienda y observó que la caja de medicinas en la que guardaba mil dólares también estaba vacía.
El dolor es mayor luego de conocer el destino que tenía planificado para la plata. Tenía que pagar los impuestos, medicamentos y saldar deudas.
Devia tiene problemas de presión alta y de próstata y debe pagar su tratamiento. Sin empleo, se rebusca la vida con su pensión y con algunas changas que le surgen de vez en cuando.
“No caía lo que estaba pasando. Me quedé sin nada, sin dinero. Me quedé pelado”, afirmó Devia y siguió: “No puede ser que un pobre infeliz como yo tenga que sufrir este tipo de cosas”.
Pero el dinero no fue lo único que se robaron, sino que también hurtaron un revolver calibre 22, marca Bagual y cargado. Arma que tenía el hombre para defensa personal.
Luego de calmarse llamó a la Policía. Inmediatamente llegaron los efectivos y realizaron las investigaciones. Al otro día, formalizó la denuncia en la Comisaría N° 23 de la localidad.
Desde el área de prensa de la fuerza de seguridad informaron a este medio que todavía continúan con las tareas de búsqueda de los delincuentes junto al departamento de Investigaciones.
Otro aspecto que contó Devia es que en el último tiempo el pueblo “dejó de tener la tranquilidad que lo caracterizaba”
“Hace un par de años perdimos la seguridad”, sostuvo.
También resaltó que otro problema es el de la iluminación. La oscuridad y los yuyos altos “ayudan” a los ladrones a escabullirse y escapar.
Si bien no identificó quiénes pudieron robarle, tiene “en mente” algunos sospechosos, “los de siempre”, según él.
“Todos sabemos quiénes son, pero nunca pasa nada”, destacó.