La Municipalidad de San Luis ayudará a Nelson Madaf
Así quedó definido después de una reunión que mantuvo con el intendente Enrique Ponce. Además la comuna colaborará con una fundación que se creará en su honor para asesorar sobre derechos humanos y violencia institucional.
La semana pasada, allegados y familiares se sumaron a Nelson Madaf en una marcha para que el Estado provincial “no se olvide” de las torturas que padeció. Salió a la calle porque necesita ayuda.
Hoy el intendente Enrique Ponce le comunicó que el Municipio le cederá el terreno donde vive, le entregará materiales de construcción y lo asistirá con una ayuda económica permanente que le permitirá acceder a una mutual para la atención en la Clínica Italia, porque en Policlínico “no recibe siempre todos los medicamentos”. Además un hermano que lo cuida tendrá trabajo.
Nelson Madaf fue víctima de uno de los casos más emblemáticos de la historia de San Luis. Fue acusado de un crimen que no cometió, en realidad una muerte que nunca existió porque Claudia Díaz apareció después con vida. Un inocente que hoy se siente “abandonado” por el Estado.
En medio de ese contexto es que este viernes llegó a la Municipalidad junto a amigos que están a su lado para encontrar soluciones y llevar una vida más digna.
“El intendente confirmó que la parcela le pertenece al Municipio y se hará la escritura a nombre de Nelson”, dio a conocer Ayelén Toranzo quien a junto a Luis “Tochi” Moreno lo acompañaron a la reunión.
También contó a elchorrillero.com que “la Municipalidad le entregará materiales” para que pueda mejorar el hogar. Quiere construir una nueva habitación dónde pueda estar más cómodo.
La amiga de Nelson señaló que en la audiencia le ofrecieron “una ayuda económica de $12 mil”.
“Crearemos una fundación en honor a Nelson y el Municipio nos apoyará”, indicó Toranzo. El objetivo de esta organización será la de asesorar sobre derechos humanos y violencia institucional.
Madaf cayó preso en 1992. Lo responsabilizaron de secuestrar a Claudia Díaz, hacerla abortar y asesinarla. A la chica de 15 años la había conocido poco antes de que desapareciera en octubre de 1989.
Ese hecho cambió para siempre su vida. El entonces juez del Crimen Nº3, Néstor Ochoa ordenó su detención y fue torturado por la Policía. De un día para el otro pasó a ser el asesino.
En la Penitenciaría fue contagiado de VIH y en 1995 recuperó la libertad, aunque siguió vinculado a la causa.
En febrero 1998 se supo que estaba con vida en San Juan.