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“El Municipio, la Provincia y los propietarios tienen que abordar la violencia en los boliches”

Hugo Auderut, papá de Matías el joven que falleció tras sufrir una paliza frente a un bar de la ciudad de San Luis, reflexionó en torno a los casos de agresiones en locales nocturnos. Dijo que se deben coordinar acciones de prevención.

Actualizada: 01/07/2019 00:55
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Recientemente hubo al menos dos casos de violencia que trascendieron en las redes sociales y los medios de comunicación.

Uno de ellos fue la golpiza que recibió el joven Martín Luján, que a través de Facebook denunció que patovicas de un boliche le propinaron una paliza y le robaron dinero.

“Los guardias de seguridad creen que pueden ajusticiar a gusto y de la manera que lo creen correcto”, había manifestado.

Uno de los dueños del club Sky, Nazareno Páez, indicó en declaraciones a elchorrillero.com que en las cámaras de seguridad “no hay nada” y que el incidente en realidad ocurrió “a 50 o 70 metros del local”.

Martín Luján denunció que recibió una paliza por parte de patovicas de un boliche.

También aseguro que el joven estaba alcoholizado y que cuando se retiró, golpeó una camioneta que le pertenece a la empresa.

Lo cierto es que más allá de las versiones, el incidente ocurrió y el joven resultó herido.

Por otro lado en el mismo boliche, Agustín Ejarque recibió una patada en la cabeza. Estaba bailando con una chica cuando el golpe lo tomó por sorpresa.

Este medio intentó comunicarse con la familia pero aseguraron que no quieren hablar con la prensa. Aun así se supo que el golpeador, que practica artes marciales, sería el ex novio de la joven que bailaba con el damnificado.

La agresión lo dejó inconsciente alrededor de 10 minutos. Cuando se recuperó se fue a su casa y con el correr de los días se hizo atender por una serie de síntomas como mareos, visión borrosa y algunas descomposturas.

Finalmente determinaron que tenía un “traumatismo encéfalo craneal, un leve edema y un pequeño derrame”.

Ante esta seguidilla de hechos de violencia, elchorrillero.com dialogó con el papá de Matías Auderut, Hugo Auderut.

Coordinar acciones de prevención

Matías (30) falleció tras agonizar varios días en terapia intensiva como consecuencia de una paliza que recibió a metros del bar Say No More.

La causa del deceso fue un politraumatismo de cráneo, que no sólo se provocó por golpes de puños y patadas, sino que fue increpado con un “elemento contundente”.

Ahora su papá, reflexionó sobre las situaciones de violencia que se siguen suscitando.

“Se tienen que poner de acuerdo el municipio con la provincia y los dueños de los boliches, porque violencia hubo y habrá siempre, pero hay que ver como reducimos los casos”, señaló.

Auderut fue brutalmente golpeado en un bar de San Luis. Días posteriores falleció por una hemorragia múltiple.

De acuerdo a lo que explicó, en principio se estarían brindando capacitaciones al personal de seguridad de distintos locales nocturnos, pero por el momento es reducido el número de empresas que han instruido a su personal.

“Si bien lo hicieron a partir de mi hijo, tendrían que haberlo concretado desde 2016. Se trata de armar el registro de personal en el que consten los antecedentes penales; también es fundamental la capacitación y la sensibilización de la gente, enseñarles los mecanismos de denuncias”, explicó.

En este sentido remarcó que deben analizarse los protocolos a la hora de reducir a una persona violenta, que puede manifestarse entre pares, de modo institucional (ejercida por las fuerzas de seguridad) o cuando el propio personal de la empresa se empodera en determinadas circunstancias.

“A veces se produce un disturbio y sacan afuera a la persona, pero puede seguir generando problemas, entonces hay que ver la forma de que tanto en el interior de los locales como a la salida de los boliches o en las zonas donde se desarrolla la nocturnidad, se garantice la seguridad, debemos tener más presencia del Estado”, explicó.

“Hace poco en el boliche Point le pegaron a un pibe, había menores, y ese personal no estaba capacitado. Lo que sucede a veces es que algunas empresas le pagan muy poco, en otros casos terminan siendo custodios solo porque son grandotes digamos; vamos a interiorizarnos para tratar de acompañar a las víctimas”, añadió.

Otro de los aspectos que aseguró indispensables para reducir el número de hechos de violencia es el “debate en los colegios y universidades”.

Las medidas tras la muerte de su hijo

Auderut aseguró que el tema se activó y se ha tratado en entidades como el Concejo Deliberante, los dueños de los boliches han hecho lo propio y tanto la sociedad como los medios de comunicación “están siendo más sensibles al tema”.

En este sentido estima que “es incipiente el trabajo y los cambios”, pero asegura que no ve coordinación entre municipios, Gobierno provincial y empresarios.

Visibilizar la problemática entre todos

Desde su perspectiva de padre que ha sufrido en primera persona la pérdida de un hijo a raíz de un hecho de violencia, expresó que aconseja continuar “reuniéndonos para visibilizar y tratar esta problemática”.

“Entre todos tenemos que ver cómo minimizamos los casos, tratar de que se hable en las escuelas, que los organismos públicos faciliten la interacción ante esta realidad, que se haga pública. No hablamos desde el odio, tampoco queremos legislar desde el dolor, ni que se incremente la represión; sólo queremos evitar este tipo de violencia, que los chicos sepan sus derechos, que un patovica no puede violentar sólo por estar en la puerta”, sostuvo.

De este modo expresó que la muerte de su hijo puede marcar un precedente. Recordó que a nivel nacional la Ley 26.370 surgió a raíz del fallecimiento de Martín Castellucci, quien fue brutalmente golpeado por patovicas a la salida de un boliche en Lanús.

Del mismo modo cree que puede originarse algo a nivel provincial.

“Si bien la Justicia no es lo más rápido, sé que están moviéndose de a poco. Nosotros no vamos a dejar de estar atentos, sobre todo para colaborar para que las familias se organicen”, aseguró.

Cómo está el caso

El caso continúa su curso. A Fabián Ricardo Pino y Federico Ariel Zamudio se les dictó prisión preventiva.

Ahora se está proyectando una nueva ronda de declaraciones.

“El dueño del boliche no declaró porque cuando fue no estaba la jueza y ella era quien quería tomar las declaraciones, entonces reprogramaron la audiencia; también deberá hacer lo propio el personal de seguridad, sobre todos quienes iniciaron la golpiza, y faltan más testigos”, detalló.

“La Justicia había pedido el secuestro de los trámites de habilitación para ver en qué estado estaban. Es importante que se avance con el juicio y se establezcan las responsabilidades”, concluyó.

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