Tragedia Zanjitas: “No se han preocupado nunca por nosotros que hemos perdido nuestras hijas”
Esta mañana quedó suspendido el juicio contra la dueña de Polo, Mabel Tyempertyopolos. La empresaria está internada en una clínica psiquiátrica porque intentó suicidarse y sufre un trastorno depresivo. Familiares de las víctimas se mostraron indignados por la situación. No hay fecha para que comience el debate oral.
Este lunes debía comenzar el segundo juicio por la tragedia que sacudió a la provincia. El 2 de noviembre del 2011, seis alumnas y dos docentes del Colegio Santa María perdieron la vida en Zanjitas mientras hacían un viaje solidario. El colectivo en el que viajaban fue embestido por un tren.
El nuevo proceso oral es en contra de la dueña de la empresa Polo, Mabel Tyempertyopolos, quien está imputada por el delito de “homicidio culposo y lesiones graves culposas agravadas por la pluralidad de víctimas”.
Pasadas las 9:30 se realizó una audiencia en la Cámara Penal y Contravencional para resolver la continuidad, luego de que el viernes, la defensa de la empresaria, a cargo de José Samper (h), informó a la Justicia que la mujer está internada en una clínica psiquiátrica de Río Cuarto.
Un cuerpo forense del Poder Judicial, conformado por los psicólogos Gonzalo Mayor y Blanca Quiroga, viajó ese mismo día hasta la provincia vecina para constatar la internación y el estado de salud.
Al comenzar la jornada, el Tribunal integrado por Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y José Luis Flores, le dio la palabra a la defensa de Tyempertyopolos, que estuvo representada sólo por Samper. El letrado contó que los problemas de salud de la empresaria comenzaron en 2012.
Sostuvo que la tragedia de Zanjitas significó para ella “un hecho muy traumático” por lo que resultó “muy afectada”. En ese momento habría comenzado el tratamiento psicológico.
Seguidamente, Samper explicó que hubo un primer intento de suicidio en el 2017, un año después se le recomienda la internación, pero no se efectuó. A su vez, dijo que hace aproximadamente dos años la mujer dejó de ir a su empresa y “se recluyó en su casa”.
Samper indicó que el pasado 26 de junio, cinco días antes de la fecha estipulada para el comienzo del juicio, Tyempertyopolos quiso quitarse la vida con un arma de fuego que tenía en su domicilio. Fue cuando su hijo optó por llevarla a la clínica privada Philippe Pinel.
El relato provocó indignación en la familia de las víctimas fatales y las sobrevivientes de la tragedia, que escuchaban atentamente en sala oral.
Minutos más tardes, dio su testimonio uno de los forenses que pudo reunirse con la empresaria, Gonzalo Mayor.
El profesional detalló que según la historia médica obtenida en el centro de salud, Tyempertyopolos padece un “trastorno depresivo severo” que se agrava por su intención de terminar con su vida.
Planteó además que durante el 27 y 28 fue atendida por una médica psiquiatra y una psicóloga, quienes observaron que se encontraba lúcida y ubicada en tiempo y espacio. Asimismo mostraba “angustia, ansiedad e inestabilidad emocional”.
Mayor precisó que el tiempo de recuperación tiene un plazo mínimo de entre 15 y 30 días, que serán determinados por los profesionales.
De la misma manera, el psicólogo remarcó que sólo si tuviera una mejoría óptima recibirá el alta y esto le permitirá concurrir al juicio.
Como particulares damnificados, En representación de las familias afectadas, estuvieron los abogados Daniel Gorra, José Luis Dopazo, Andrea De Gasquez, Néstor Nóbile, Héctor Zavala y Jorge Sosa. La fiscalía estuvo integrada por Fernando Rodríguez y la defensora de Menores, Gabriela L´Huillier.
Finalmente y por pedido de Rodríguez, el Tribunal solicitó a la defensa de la imputada que realice un informe semanalmente sobre cómo continúa el estado de Tyempertyopolos. Además, libraran oficio a la clínica privada para que cuando reciba el alta, se lo den a conocer a la Justicia 24 horas antes, con el fin de establecer la fecha de inicio de debate oral.
Luego de ello, Samper remarcó que todos los ciudadanos tienen “derecho a la vida” y por eso buscan preservar la de su defendida.
Dopazo afirmó que las familias tienen “un estado depresivo importante”.
“Muchas de ellas desde el año 2011 viven situaciones psicológicas y psiquiátricas. Muchas son más graves de la que está sufriendo la imputada”, agregó el letrado.
Las madres de las niñas se retiraron de la sala del juicio con lágrimas en sus ojos.
“Que se imagine ella la depresión de mi hija de ver a sus compañeritas mutiladas”
La madre de una de las niñas sobrevivientes, Verónica Santarella, transmitió su dolor ante la suspensión del juicio. Cuestionó que la internación se haya producido luego de que se dio a conocer la fecha del debate oral.
“Que se imagine ella la depresión de mi hija de ver a sus compañeritas mutiladas. Sin embargo, acá estamos de pie peleándola”, señaló.
Asimismo sostuvo que espera a que Tyempertyopolos reciba el alta pronto para que “dé la cara”. “Eso también va a aliviar su corazón y va a poder estar mejor”, agregó.
Por su parte, la madre de una de las pequeñas que falleció, Alejandra Manucha no ocultó su enojo y consideró que la internación se trata de “un circo preparado”.
“No es posible que ahora se ampare la salud mental de la señora cuando nosotros los padres, que perdimos hijos, hemos tenido que batallar durante estos ocho años para que se haga justicia”, criticó.
A su vez, insistió en que “no es justo que hoy se preocupen por la salud mental de esta señora cuando nunca lo hicieron por nosotros”.
“Que los jueces se pongan en nuestro lugar”, transmitió.
En el colectivo que protagonizó el accidente viajaban 48 personas, entre estudiantes y personal del Colegio Santa María. Las alumnas Iara, Julieta, Salomé, Paula, Luz María y Daira; y las docentes Jésica y María Virginia fueron quienes perdieron la vida.