Padres en alerta por los asaltos a chicos antes de ingresar a la escuela

Preocupados por la inseguridad y la falta de protección policial decidieron movilizarse. Buscan estar tranquilos por la integridad de sus hijos.

Ayer, dos chicos fueron asaltados de forma violenta y a mano armada antes de ingresar al establecimiento a primera hora de la mañana y con pocos minutos de diferencia. Los delincuentes les robaron sus celulares y dinero.

Eso, fue la gota que rebalsó el vaso y por eso, tomaron cartas en el asunto.

La reunión se desarrolló a las 14:30 en el aula que funciona como microcine en la institución educativa. Participaron la directora, Andrea Páez y la regente, Angélica Espinoza. Los padres plantearon distintas inquietudes, solicitaron mayor presencia policial y en algunos casos, brindaron detalles de los asaltos que sufrieron sus hijos.

“Vamos a esperar que maten a un niño para actuar?”, fue una de los planteos en el encuentro.

Es que afirman que no es la primera vez que suceden este tipo de hechos y temen por la seguridad de sus hijos. Para estar seguros, algunos los acompañan hasta la puerta de la escuela, pero en otros casos, no tienen la oportunidad de hacerlo y los estudiantes deben ir a clases en colectivo o caminando.

Páez, explicó que elevaron notas a la Jefatura de Policía solicitando mayor presencia policial, y al ministerio de Educación para modificar los horarios de ingreso a la institución.

Por ese motivo, una resolución que emitió la cartera que dirige Paulina Calderón establece que a partir de mañana y hasta el 31 de agosto los chicos ingresarán a las 8 (antes era a las 7) "cuando empezamos a tener luz solar".

La directora indicó que con los regentes del establecimiento y con el objetivo de mantener los espacios curriculares que se dictaban en la primera hora de la mañana, están trabajando para elaborar aulas virtuales y "que la inseguridad no sea causa de que los alumnos pierdan las materias".

También dijo que mantuvo una reunión con el comisario Claudio Latini: “Nos garantizó el refuerzo de la seguridad en la zona”.

En medio de la reunión, enseñó una carpeta que contenía notas presentadas en abril solicitando el "acompañamiento de la fuerza policial". Sin embargo, no tuvo respuesta.

Fue a partir de los dos hechos de este martes que obligó a la Policía a reaccionar y patrullar en la zona.

“Desde hace un tiempo y por cuestiones de seguridad habíamos compactado los horarios a diferencia de años anteriores, los alumnos están saliendo entre las 16 y 17 y eso se mantendría para garantizar que ellos tengan tiempo de tomarse los colectivos y llegar a sus casas”, expuso.

Por otro lado, definió a la zona como “complicada” porque han sucedido hechos similares anteriormente: “Antes esta escuela tenía horarios de 7 a 11 los talleres y de 14 a 20 el de clases y a la salida los abordaban malvivientes hacia todos los sectores, por esa razón tratamos de reducir esos momentos en que estaban en riesgos".

“Estamos muy preocupados, esta reunión es para solicitar y pedir que no sigan pasando cosas como las sucedidas esta semana”, precisó.

También enviaron una nota a la Municipalidad de San Luis solicitando que "reponga y repare" las luminarias de las calles porque de noche, según definen, "se convierte en boca del lobo".

"Esta mañana realmente estaba muy oscuro, fomenta o hace un lugar propicio que los malhechores esperen a nuestros estudiantes", detalló.

Ivana, madre de un alumno asaltado semanas atrás relató que su hijo fue abordado en plena siesta y a pocos metros de la institución, por calle Justo Daract. Los delincuentes lo golpearon y le quitaron el reloj y un celular.

A pesar de que la Policía detuvo a uno de los malvivientes, era menor de edad por lo tanto quedó en libertad a las horas.

El problema para Ivana es que en algunas ocasiones no puede acompañar a su hijo a la escuela y tiene miedo: “Estoy con el corazón a la boca hasta que llega a casa”.

Estuvo de acuerdo con las medidas que aplicó la escuela porque les ayuda a los padres a “estar tranquilos”. “No queremos llegar a pensar un día que los puedan matar por quitarles un celular o lo que ellos traigan”, sostuvo.

A Paola, mamá de una estudiante de cuarto año, le preocupa la situación y en ese sentido, expuso que este mes, hubo al menos tres hechos delictivos más: “Hace dos semanas asaltaron a un niño y cerca de una escuela un exhibicionista fue detenido haciendo cosas delante de una chica”.

Por ese motivo, le pidió al ministro Ernesto Ali por una mayor seguridad para los chicos “no solamente en las puertas de colegio sino los alrededores porque esto es una zona liberada”.

“Hay días que mi esposo puede traer a mi hija y en otros no, viaja sola. Toma el colectivo a las 6:20 y llega a las 7. A esa hora no hay luces en la zona, falta luminaria", declaró.

Asimismo, señaló que la justificación de los efectivos a la hora de realizar las denuncias es la “falta de personal y de móviles, es lo primero que ellos te dicen”.

“Como mamá me da apuro de mandar a mi hija con un gas pimienta al colegio, pero lo tengo que hacer. Y así, debe haber otros padres más, por eso le pedimos al ministro que brinde seguridad para todos”, dijo.

El hecho que alarmó a los padres

Lorena es la madre de Benjamín de 14 años, quien este martes vivió una verdadera pesadilla cuando fue asaltado en forma violenta y a punta de pistola camino al colegio. Fue sorprendido en la esquina de Gabriela Mistral y Ricardo Güiraldes.

Antes de cometer el ilícito, el delincuente disparó al aire y le propinó un fuerte golpe en la cabeza con el arma, provocándole dos cortes.

En ese momento, le pidió el celular y $200 que el joven tenía para pagar un viaje. La víctima, intimidada por la situación, no opuso resistencia.

"Después volvió a tirar un tiro, le dijo que caminara despacio y le gritó que corriera porque el próximo tiro era para la espalda y le siguió gatillando” contó Lorena con lágrimas en sus ojos.

"Yo vivo a dos cuadras y escuché los disparos. Me alerté, estaba despierta, lista para salir porque me iba a trabajar y escuché el teléfono. Era uno de los compañeritos que vio a Benjamín entrar llorando y ensangrentado a la escuela. Gracias a Dios estaba bien, los directivos ya lo habían atendido y curado pero el susto y el mal rato no lo quita nadie".

Hoy, el joven y a pesar del mal momento que le tocó vivir, quería volver al colegio pero su madre no se lo permitió debido al miedo que todavía mantiene.

"Los chicos no están tranquilos ni para venir a estudiar. No pueden salir a jugar a la pelota a la calle y ahora ni siquiera caminar al colegio, del cual vivimos a una cuadra y media", criticó.

La denuncia fue radicada en la Comisaría 38º. Según afirmó, el delincuente, "está suelto".

"Esto te da a pensar que es zona liberada porque policías no se ven. Recién ayer después de lo que pasó, observamos pasar una moto policial".

Pero Benjamín no fue el único. Otro estudiante de 18 años que también fue asaltado por dos jóvenes en la intersección de las calles Francia y Gabriela Mistral. Se llevaron un teléfono celular. Estiman que se trata de los mismos delincuentes.

La regente del establecimiento, Angélica Espinoza informó que desde el ministerio de Seguridad se les garantizó que motoristas de la División del DRIM, policías de tránsito y efectivos de la dependencia policial patrullarán en los alrededores de la institución: “Tendremos un control más estricto en todas las zonas circundantes”.

Otro de los puntos que pidieron es que se saque la garita que está ubicada al lado del centro de salud, situado a pocos metros de la Fray Luis Beltrán.

En ese sentido, manifestó que se reunieron con las autoridades del centro de salud, la vicedirectora de la Escuela Nº 77 "Maestros Puntanos" (que está enfrente) y la directora del Jardín Maternal Arrorro y elevaron una nota al jefe de Policía y a Ali, pidiendo seguridad porque “nos sentimos vulnerables como instituciones educativas, nuestros alumnos están en constante peligro”.

Otro de los reclamos de los padres es que afirmaban que en la Comisaría 38º, no "les toman las denuncias".

Otra de las madres planteó que cuando se ha dirigido a la dependencia policial para realizar una exposición, los uniformados le manifestaron que “los móviles están rotos, faltan efectivos y los teléfonos que tienen están descompuestos”.

“Sentimos que estamos abandonados totalmente. No quiero que les pase a mis hijos. No puedo acompañarlos, ellos se vienen en colectivo, de lo que van del año han visto tres robos y por poquito han zafado”, agregó.

El próximo miércoles, los padres serán recibidos por las autoridades en el ministerio de Seguridad. La reunión está prevista para las 15.