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“Sonoro”, el proyecto de estudiantes de la UNViMe para estimular a personas con discapacidades

Tratan de convertir los movimientos de pacientes, especialmente con parálisis cerebral, en sonidos y así mejorar la interacción con el entorno.

UNViMe
El 5 de julio llevaron adelante la segunda prueba piloto, para continuar ajustando y calibrando el equipamiento.
Actualizada: 31/07/2019 22:40
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Tres alumnos de tercer año de Bioingeniería, un profesor de Música del Instituto de Formación Docente Continua (IFDC) y un orientador del Centro de Día Newen, son quienes llevan adelante el experimento.

Lorenzo Tell, María Celia Tolaba y Gabriel Aneine Sosa son estudiantes de la UNViMe y forman parte del proyecto denominado “Sonoro”. Federico Echave es el docente del IFDC que los acompaña.

A su vez, Gustavo Oliva es el orientador del Centro de Día Newen (institución donde se ejecutan las pruebas), que también participa de las pruebas experimentales.

De acuerdo a la información suministrada por la UNViMe, Oliva atiente a personas con discapacidad desde hace 15 años; y también es músico.

Meses atrás asistió a una charla sobre música electrónica que se dictó en el IFDC, donde se mostró un prototipo para crear música a través de movimientos.

Desde entonces pensó que ese artefacto podía aplicarse desde otra perspectiva en los pacientes.

“Como oyente vi que podía ser una buena prestación para la estimulación con personas con discapacidades, especialmente para la parálisis cerebral (…) esto puede ser muy bueno, sobre todo para la motivación y la estimulación del movimiento que necesitan para trabajar las funciones cerebrales”, explicó Oliva.

El 5 de julio llevaron adelante la segunda prueba piloto, para continuar ajustando y calibrando el equipamiento.

En qué consiste Sonoro

El proyecto busca estudiar y reemplazar ciertas conductas introspectivas de los pacientes por movimientos y comunicación externa, con una interacción del entorno mediante sonidos.

Todo eso a partir de una “pequeña computadora embebida con un sensor”. Ese sensor captura con una imagen infrarroja la distancia de la que se encuentra el usuario y cada punto del cuerpo.

Según los fundamentos, los pacientes con parálisis cerebral suelen realizar movimientos repetitivos para satisfacer una necesidad y se sumergen en una “introspección primitiva o actúan de manera violenta con sus pares”.

En ese sentido la idea es sustituir ese mecanismo con este experimento, para que de esa forma puedan desenvolverse en el entorno, estimulando sus funciones cerebrales superiores.

De acuerdo a lo que explicó Tell, se trataría de musicoterapia: “Ellos van a notar que cada vez que realicen un movimiento se ejecutará un sonido, que es pura y exclusivamente de ellos. La idea es que, con el tiempo y el moldeamiento, puedan realizar distintas tareas y también sea una forma de comunicarse”.

“Sabía que esta parte (del sensor) tenía infinitas aplicaciones, hace poco estuve reunido con gente interesada en otras incursiones; no sólo es una cámara sino que puede ser un escáner 3D, se pueden medir expresiones faciales, gesticulaciones con las manos, se puede programar para la traducción de lenguaje de señas”, señaló.

De acuerdo a lo que indicó las tareas “llevan su trabajo”, fundamentalmente por el procesamiento de las imágenes y el hecho de que a medida que avanza el desarrollo del trabajo se van presentando problemas “que hay que corregir sobre la marcha, que podrían tener quienes usen en el futuro el dispositivo”.

Por su lado el profesor Echave comentó que su función particular es la creación de los sonidos que van a utilizar los pacientes.

“Con Gustavo (Oliva) estamos diseñándolo, crear como un relato sonoro, tal vez lo que se llama un paisaje sonoro donde exista un determinado entorno y los pacientes puedan disparar esos sonidos a través de los movimientos; sonidos específicos dentro de un paisaje que ya existe”, concluyó.

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