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Rubén Digilio: “El compromiso no es con la imagen, sino con el mensaje que transmite”

El fotoperiodista pasó por San Luis para brindar un conversatorio dirigido a estudiantes de las carreras de Comunicación y Fotografía de la UNSL.

Fue fotoperiodista de El Equipo y Los periodistas, Panorama, Somos, Sur, La Nación y Clarín.
Actualizada: 27/08/2019 13:49
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Por Antonella Biondi para El Chorrillero

Mientras un estudiante de periodismo lo llevaba en su disertación por los vaivenes de la profesión, Rubén Digilio analizó sus trabajos del pasado que se proyectaban al público en el Microcine de la Universidad Nacional de San Luis.

Así, entre risas y anécdotas, el fotógrafo apeló a la complicidad con el público para relatar las vivencias de su profesión; el compromiso extremo del reportero con la realidad, y los aciertos y desaciertos de sus viajes por el mundo con sus compañeros para inmortalizar el instante fortuito en una foto.

Con los inicios de su actividad fotográfica a los 36 años, Digilio reveló que no siempre dedicó su vida al fotoperiodismo. En el paso previo a descubrir su pasión, fue dibujante y hasta comerciante; ahora, acumula un sin número de muestras individuales, experiencias laborales y premios.

A lo largo de los años, se desempeñó como reportero gráfico en las revistas El Equipo y Los periodistas, Panorama y Somos, y trabajó para los diarios Sur, La Nación y Clarín, de donde fue despedido el 17 de abril de este año.

Pese a la variedad de trabajos publicados, el fotógrafo abandonó su bajo perfil y saltó al ojo público luego de una foto que hizo al presidente Mauricio Macri en 2015. La imagen que tomó al actual mandatario durante la sesión de fotos de una entrevista exclusiva que se publicaría en Clarín, lo convirtió más tarde en el fotoperiodista que retrató al “Macri pinocho”.

La extensa trayectoria del reportero gráfico en el multimedios más grande del país, finalizó recientemente cuando fue despedido de la empresa junto a otros compañeros de trabajo.

Ese día, en la inmediatez de la rutina y sin previo aviso, el fotoperiodista con más de 20 años de trabajo para el Grupo Clarín fue desvinculado sin explicación alguna. Le faltaban tan sólo tres años para jubilarse.

-¿Qué papel cumple el fotoperiodismo en la sociedad?

-El rol siempre fue mostrar la realidad a través de una imagen de forma comprometida. Actualmente creo que no está muy comprometido, y un poco tiene que ver con la situación y el poder que tienen las empresas de medios.

Este compromiso no es tanto con la imagen en sí, sino con el mensaje que debe transmitir; por ahí hay algo que está ocurriendo en un determinado evento y tenés la responsabilidad y la obligación de mostrarlo como es. En Argentina y el mundo están pasando cosas muy importantes y el compromiso debe ser total.

-Una vieja discusión que se da en el periodismo es si los medios construyen o reflejan la realidad social, ¿Qué hace el fotoperiodista? ¿Construir o reflejar?

-El fotoperiodista debe reflejar la realidad. Muchas veces veo que se construye, yo con eso no tranzo.
Cuando trabajo trato de reflejar la realidad, pero sé que los medios están construyendo para mostrar otra; con un texto pueden cambiarle el sentido a tu foto para contar otra cosa. Como fotógrafos esto nos sucede mucho, sé de colegas que evitan pasar ciertas fotos porque temen que el medio en el que trabajan las modifique para darles otro sentido.

El reportero, expuso a los estudiantes sobre sus experiencias laborales.

-¿El fotoperiodismo podría definirse como un arte?

-Sí, es el arte de mostrar la realidad. Encontrarla es como un arte, pero no me meto en las discusiones sobre si es o no un arte, para mi es una forma de expresión.
En el fotoperiodismo puntualmente, hay fotógrafos que hacen arte con las fotos. Eso es lo que más me gusta, porque en el periodismo durante una cobertura la fotografía debe resolverse en cuestión de segundos. Estar empapado de la realidad es clave y sacar la foto intentando no influir e informar al lector.

-¿Cuál es el desafío actual para los fotoperiodistas o las personas que quieren serlo?

-Yo creo que al trabajo se le debe poner pasión, disciplina y esmero para demostrar la realidad que querés mostrar con tus fotos. Es un desafío porque se vienen tiempos complicados y esto es una pasión; es una carrera que no da satisfacciones económicas, sino interiores.

Estar comprometido constantemente con la realidad es fundamental, y generar tu propia fuente de trabajo con las redes sociales puede ser la nueva solución. Ya no existe más la empresa que te cobija y te paga un sueldo; este es el futuro y al periodismo y al fotoperiodismo no hay que dejar de ejercerlos, porque estás mostrando la realidad diaria. Estamos en un momento de plena ebullición, seguiremos así y con las notas se influye sobre la realidad.

– ¿Por qué muchos medios atribuyeron el despido de Clarín a la foto del presidente, conocida como “Macri pinocho”?

-Lo hicieron para mostrarse en contra del accionar de Clarín y buscaron algo para combinarlo con el Gobierno, con Macri y la situación política del país. Es una conjunción de esas cosas; tratan de mostrar que a través de esa imagen, yo logré desnudar al personaje y justo trabajando en Clarín. Todo hace un combo perfecto para que digan que el medio era reprochable y Macri también, entonces todo les cerró, eso me molesta.

Me llamaron de un canal de España incluso para decirme que necesitaban hacerme una nota porque me despidieron por la foto de Macri, y yo les aclaré que no fue así. Yo a esa foto la saqué en 2015, si les hubiese molestado me hubiesen echado en ese momento.

Clarín se ganó el odio de mucha gente, pero esto me molesta porque no creo que sea necesario utilizarlo como excusa para ensuciar al medio cuando hay un montón de cosas para decir de ellos.

-¿Clarín explicó el motivo del despido?

-No, sólo dijeron que lo decidieron en una reunión en la que nosotros no estuvimos. Los directores manifestaron que estábamos en un mal momento, los costos no cerraban y había puestos sobredimensionados de gente. Pero no me pareció ético, los compañeros de 30 o 25 años de antigüedad en el medio nos pudimos haber sentado a dialogar.
El año pasado me dieron un llavero de oro por haber estado más de 20 años en Clarín, y este año me despidieron sin ningún tipo de explicación, sólo me mandaron un mail que no me llegó al principio. Me enteré de mi despido cuando llegué al diario y había un círculo de policías que no me dejaron entrar y me dijeron que estaba despedido. Fue violento y demoledor.

Agradezco lo que soy, y me lo debo a mi mismo; yo trabajé para un medio, si no hubiera sido Clarín hubiera sido otro. A todo lo que hice le puse mi impronta, esfuerzo y pasión.

El despido fue macabro, no me lo olvido nunca más en mi vida. A veces veo el video de cuando no nos dejaron entrar ese día y me da bronca, tristeza y dolor. Me quedé dolido y mis compañeros igual.

El fotógrafo, trabajó 20 años en Clarín antes de ser despedido.

-¿Cómo fue la experiencia de haber trabajado en el medio?

-Tenés que mentalizarte para hacer tu trabajo como te gusta y sabes hacerlo. Después soportar que no te publiquen las fotos que hiciste, lo mismo con la línea editorial del diario.

Yo recibí muchos insultos por trabajar en Clarín. Pero somos trabajadores, íbamos a cubrir para mostrar una realidad sin mentir, conozco a mis compañeros y esa era nuestra finalidad; íbamos a mostrar cómo era la situación.

– ¿Puede mencionar alguna anécdota de su experiencia profesional con personajes de la política argentina?

-Recuerdo cuando De La Rúa se postuló para ser diputado, yo trabajaba en La Nación y lo llevamos a una producción a Barracas; era un lugar espectacular y después terminó usando mis fotos para su campaña.
Al poco tiempo tuve que hacerle fotos de nuevo, pero junto a su familia, y se quejó: “ya tienen fotos mías ustedes”. Después, siendo presidente, la revista Viva le hizo una entrevista exclusiva y fui como fotógrafo, cuando me vio me dijo “¿otra vez vos? flaco la puta que lo parió ya estoy harto de que me saquen fotos, ya me sacaste un montón y tengo miles de cosas para hacer”.

En la revista Viva también tuve un episodio similar, pero con Daniel Filmus. Me dieron poco tiempo para hacerle fotos y lo reclamé. Con Marcos Peña también me ocurrió algo parecido , había quedado en sacar fotos de la entrevista y tampoco pude hacerlo como necesitaba, tuve hasta un problema con su jefe de prensa de ese momento, porque no me dio tiempo para hacerle fotos.

Siempre exijo que respeten mi trabajo. Con Pepe Cibrián me pasó lo contrario, me dijo “yo odio que me saquen fotos, me pone muy incómodo. Pero sacame las que necesites porque es tu trabajo”.

-¿Cómo siguen los planes en la actualidad?

-Para mí esto que se me está dando es fantástico, venir a San Luis a dar un conversatorio me hace sentir excelente. Lo mismo seguir sacando fotos; tenga que cubrir al presidente o hacer fotos de fauna para mi es lo mismo porque yo le pongo el mismo empeño.

Esto es un reconocimiento para mí, brindar charlas y seguir con muestras y trabajos propios. Además de eso, las indemnizaciones que nos dieron a cada uno me permiten llegar a fin de mes, pero el resto de mis compañeros no saben qué hacer porque no consiguen trabajo.

Con el despido me hice mucha mala sangre, los primeros dos meses no podía levantar la cámara, no tenía fuerzas; así como antes en mi trabajo me levantaba por la mañana y quería ir urgentemente a sacar fotos, ahora perdí la motivación.

 

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