Murió, a los 99 años, el actor Max Berliner
El 23 de octubre hubiera cumplido 100 años. El "porteño de Varsovia", como se llamaba él, nació en Polonia y desembarcó en la Argentina en el año 1921. Actuó en más de 40 películas.
Hoy solo música para recordarlo" escribió su hijo Daniel en su cuenta de Facebook y dio la noticia sobre la muerte de el actor Max Berliner.
"Ejemplo de vida. Max, viejo, querido mío… y un día nos dejaste"comentó.
Max Berliner nació en Polonia en 1919 pero llegó a la Argentina en 1921 (cuando tenía dos años) y desarrolló toda su carrera en nuestro país. Él se llamaba a sí mismo "porteño de Varsovia". Tenía 99 años y en dos meses iba a cumplir 100.
A los cinco años participó de una obra de Sholem Aleijem (Inmigrantes).en la que tenía un pequeño parlamento en idish, y que eso marcó su vida. Siempre se dedicó a la difusión de la cultura judía: creó el Teatro Artea, que hacía obras en idish y español, y luego el Teatro Popular Judío.
Se hizo conocido por sus más de 40 películas, la última estrenada el año pasado. Los gauchos judíos, Y mañana serán hombres, La Patagonia rebelde, Plata dulce, Las barras bravas, Un amor en Moisés Ville, Seres queridos, son algunos títulos.
Hasta sus últimos días Max se mantuvo en actividad: "Me mantengo vivo porque tengo proyectos. Me siento un pibe de 18 años que quiere seguir trabajando" confesó en una entrevista en medio de los festejos por sus 99 años. Aquel día pidió un deseo que no se cumplió: "Me gustaría vivir hasta los 120 años, porque estos 99 fueron maravillosos".
Vivía con su mujer, la artista plástica Rachel Lebenas -a quien conoció en un teatro-, en un departamento en Villa Crespo.
Algunos de sus trabajos en TV: Drácula, El pulpo negro, Amigos son los amigos, Chiquititas, Tumberos, Botineras, Como pan caliente, Disputas, Doble vida, Casados con hijos, Hermanos y detectives, Malparida y Graduados.
"¿Cómo te gustaría que te recuerden?" le preguntaron una vez y él contestó: "¿Que me recuerden? ¡Yo quiero que me vivan ahora! Siento el cariño de la gente en las redes sociales y en la calle. A veces, para que no me reconozcan me tapo con el sombrero en el subte. Todos me hacen homenajes por mi edad, pero no se dan cuenta de que yo me siento un pibe".