La enternecedora foto de una niña de 5 años que apoya a su hermano con cáncer
Las imágenes de un niño de 4 años con leucemia auxiliado en todo momento por su hermana, apenas 15 meses mayor que él, se volvió viral en las redes sociales.
La imagen de un niño sujetado con ambas manos del inodoro apenas después de vomitar, mientras su hermanita lo consuela con una suave caricia sobre su espalda, conmovió al mundo al retratar la crudeza de una enfermedad que contrasta con la pureza del amor más sincero.
La fotografía forma parte de una serie de instantáneas que rápidamente se viralizaron en redes sociales. En ellas se puede apreciar a un niño de apenas cuatro años que lucha contra la leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer en la sangre que comienza en los glóbulos blancos en la médula ósea.
Kaitlin Burge, la mamá de ambos, contó la historia que vive junto a sus hijos en Princeton, una localidad en el estado de Texas. La mujer subió un par de fotos a la cuenta que creó para buscar apoyo, donde compartió una desgarradora carta que escribió para sus pequeños.
"Una cosa que no te dicen sobre el cáncer infantil es que afecta a toda la familia. Usted siempre escucha acerca de las luchas financieras y médicas, pero ¿con qué frecuencia escucha acerca de las luchas que enfrentan las familias con otros niños? Para algunos, esto puede ser difícil de ver y leer. Mis dos hijos, con 15 meses de diferencia, pasaron de jugar juntos en la escuela y en casa a sentarse juntos en una fría habitación de hospital", comienza la carta.
"Mi hija de entonces cuatro años vio a su hermano ir de una ambulancia a la UCI. Vio a una docena de doctores arrojar una máscara sobre su cara, pincharlo y pincharlo con agujas, bombearle una docena de medicamentos a través de su cuerpo, todo mientras él yacía allí indefenso. No estaba segura de lo que estaba pasando. Todo lo que sabía era que algo andaba mal con su hermano, su mejor amigo", continúa.
Y es que el pequeño no está solo en esta dura batalla. En las fotos se le ve en todo momento con su hermana, apenas 15 meses más grande, consolándolo y ayudándolo, tal y como continúa la carta de la madre.
"Poco más de un mes después de que lo dieran de alta del hospital, ella lo vio luchar para caminar y luchar para jugar. El animado, enérgico y extrovertido hermanito que una vez conoció era ahora un niño pequeño tranquilo, enfermo y muy soñoliento. Nunca quiso jugar. No entendía cómo era capaz de caminar antes de esto, pero ahora ni siquiera puede estar de pie sin ayuda. No entendía las diferentes terapias a las que tenía que asistir para recuperar sus fuerzas. Para ella, era algo especial que él tenía que hacer y ella no. ¿Por qué ya no podían ir a su parque favorito de trampolines? ¿Por qué no pudieron ir a las salpicaduras a las que habían ido antes? ¿Por qué él no tuvo que volver a la escuela, pero ella sí?".
El nombre del nene enfermo es Beckett Burge. Su hermana es Aubrey, quien lo acompaña a cada paso, por más corto que sea, porque se asume como su principal apoyo.
"Los niños necesitan apoyo y unión, y no deben mantenerse a distancia de la persona que está enferma. Lo más importante es demostrar que se las cuida independientemente de la situación. Ella pasó bastante tiempo a su lado en el baño, mientras él vomitaba. Ella se quedó con él. Ella lo apoyaba y cuidaba de él, independientemente de la situación. Hasta el día de hoy, están más cerca. Ella siempre cuida de él", se puede leer en la emotiva publicación.
"Vómitos entre las sesiones de juego. Despertar para vomitar. De pie junto a sus hermanos y frotándole la espalda mientras se enferma. Pasando de 30 libras a 20. Esto es cáncer infantil. Tómalo o déjalo. Ella no sabía lo que estaba sucediendo, pero sabía por experiencia que cuando estaba enferma, le acariciaríamos la espalda y la ayudaríamos a superarlo".
Según cuenta la madre, la pequeña Aubrey prefiere declinar invitaciones de sus amigos para ir a jugar y opta por quedarse en casa acompañando a Beckett, para vigilarlo de cerca.
"(Aubrey) no estaba segura de lo que estaba sucediendo, todo lo que sabía era que algo estaba mal con su hermano, su mejor amigo. Le explicamos que se enfermó realmente, esto es lo que sucedió, no fue nada de lo que comió o hizo, nada de lo que ella hizo, no se puede evitar y no le va a pasar a ella. Le explicamos todo e involucramos a nuestra trabajadora social", comenta.
Al pequeño Beckett aún le restan, al menos, dos años más de quimioterapia, de acuerdo con la información de la página hecha en su honor. Mientras tanto, Aubrey estará con él demostrándole el más puro amor de hermanos, ese que trasciende mucho más que cualquier foto.