Una locutora de San Juan fue agredida al aire por su jefe: “Sos una porquería”
Un oyente de la conductora alertó en el momento al 911. El estremecedor audio del ataque.
La brutal agresión que sufrió la locutora sanjuanina Claudia Vázquez por parte de su jefe.
Gritos, insultos y golpes. Los micrófonos quedaron abiertos y la brutal agresión que sufrió la locutora sanjuanina Claudia Vázquez por parte de su jefe y dueño de la radio salió en vivo en su programa. Tan violento fue el ataque, que un oyente alertó al 911.
La conductora de “Las Mañanitas de Bohemia” estaba haciendo un sorteo sobre el final de su programa cuando empezaron a escucharse los gritos de su jefe, Rodolfo Ridao, mientras le tiraba sus pertenencias al piso y le daba golpes de puño a la puerta.
Con una voz temblorosa se la escucha a ella pedirle que le permitiera recoger sus cosas para llevárselas, pero la furia del hombre no hacía más que aumentar. "Guardalas, ¡Ya. Porquería … estás con gente demasiado buena para vos, basura, ¡infeliz!", gritaba fuera de sí Ridao.
Los oyentes de Vázquez se convirtieron así en testigos involuntarios del violento ataque y uno de ellos fue quien se comunicó con el 911. La locutora radicó después la denuncia en la Comisaría de la Mujer por violencia de género y violencia laboral contra Ridao y pidió además una restricción perimetral.
“Ya vengo recibiendo hostigamiento de hace mucho tiempo, pero no puedo dejar de trabajar porque tengo tres hijos que mantener. Uno de ellos tiene discapacidad”, contó horas después en un video que se viralizó en las redes. “Acá me hicieron la guerra. He recibido amenazas de él (Ridao) y su familia si colocaba la denuncia. He recibido amenazas de muerte”, aseguró.
Tras la repercusión que tuvo la denuncia, este martes por la tarde los empleados de la emisora compartieron un video en el que defienden a Ridao y ponen algunos reparos sobre la relación que este tenía con la denunciante. Más tarde, sin embargo, algunos de ellos renunciaron al programa y manifestaron a través de sus redes sociales que habían sido "obligados" a grabar ese mensaje para "mantener sus fuente de trabajo".