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Crisis en Ecuador: indígenas liberaron a los policías pero quieren diálogo con el Gobierno

Ya hay cinco muertos y cientos de heridos tras las protestas que comenzaron hace una semana contra el ajuste del presidente Lenín Moreno.

Los indígenas se manifiestan contra las medidas económicas impuestas por Lenín Moreno.
Actualizada: 11/10/2019 13:02
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Tras el funeral de uno de sus dirigentes muertos en las protestas, el movimiento indígena de Ecuador liberó a los diez agentes de Policía que estaban retenidos en el Ágora de la Casa Cultura en Quito desde la mañana del jueves. Pero este viernes, su principal organización contradijo la expectativa alimentada por el presidente Lenín Moreno de un posible arreglo con mediación de la Iglesia católica y Naciones Unidas. De hecho, tal como muestran las imágenes enviadas por Nelson Castro, El Corresponsal, la capital ecuatoriana vive otra jornada de protestas.

Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, instó a mantenerse en las calles: "Hemos convocado a todas las organizaciones, a todas las provincias, radicalizar con mayor fuerza en cada uno de nuestros territorios. Esto no va a quedar así compañeros".

Los indígenas entregaron a los policías después del funeral del dirigente Inocencio Tucumbi, muerto el miércoles durante los disturbios por una huelga general. Cuatro de los agentes tuvieron que cargar el féretro hasta la tarima principal del Ágora, donde se desarrolló una misa.

Después del funeral, los diez agentes fueron custodiados por la "Guardia Indígena" hasta el parque Alameda, cercano al casco histórico de Quito, en una marcha rodeados por cientos de personas. En el parque fueron entregados ritualmente a representantes del Sistema de Naciones Unidas en Ecuador y de la Defensoría del Pueblo.

"Agradecemos a Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador) la entrega pacífica de los policías. Consideramos esto como un gesto de buena voluntad que contribuye a crear condiciones de mayor confianza para prevenir la violencia y buscar salidas concertadas a esta situación", dijo en un mensaje por redes difundido la delegación de la ONU en Ecuador.

La simbólica marcha y escenificada entrega de los agentes estuvo encabezada por el presidente de la Conaie y por Leonidas Iza, dirigente del Movimiento Campesino de la provincia de Cotopaxi.

Los agentes tuvieron que cargar el ataúd en el funeral de uno de los dirigentes indígenas muertos en las protestas.

Los indígenas también retuvieron a una treintena de periodistas de medios locales e internacionales, a algunos de los cuales hicieron hablar en el escenario y admitir que estaban allí por su propia voluntad.

Nelson Castro, El Corresponsal, fue parte del grupo que quedó retenido. "La prensa ecuatoriana muestra una visión diferente de lo que está sucediendo y esto es criticado por los manifestantes. Por este motivo, en un momento del congreso uno de los dirigentes tomó la palabra y dijo: ‘Estamos teniendo información de que está viniendo carros de policía. Por lo tanto, vamos a decirle a la prensa que va a permanecer aquí. Nadie puede salir", relató el periodista, en diálogo con TN.

En un comunicado, la Conaie reconoció que el acceso y la salida del Ágora estuvieron restringidos pero aseguraron que fue con el objetivo de impedir la entrada de personas que pudieran ser violentos.

Desde su llegada a Quito el lunes para protestar contra las medidas y recortes del presidente Lenín Moreno, en respuesta a demandas del FMI para recibir una línea de crédito de 10.000 millones de dólares, los indígenas han tratado de distanciarse de sujetos violentos. De hecho su manifestación del miércoles, decretada jornada de huelga general, transcurrió de forma ordenada.

Muertos, heridos y detenidos

Sí fueron violentas, en cambio, las manifestaciones concertadas desde los sindicatos y grupos de izquierdas, que se enfrentaron masivamente a las fuerzas del orden en Quito y otras ciudades del país. Los disturbios dejaron graves daños y un balance de 5 muertos, 554 heridos y un centenar de detenidos.

La parte más violenta del movimiento indígena se dejó ver antes de llegar a Quito el lunes desde las provincias más distantes. En su camino a la capital bloquearon rutas, se enfrentaron a las fuerzas armadas y saquearon algunas industrias y granjas.

Otro suceso que enturbió su concentración de este jueves fue la brutal agresión sufrida a la salida del mitin en el Ágora por un periodista del canal Teleamazonas, que recibió una fuerte pedrada en la cabeza desde corta distancia y por la espalda.

El momento en el que los policías fueron entregados.

 

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