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La joven apuñalada por un ladrón caminó unos 100 metros desangrándose hasta que se desvaneció

Los charcos de sangre salpicaron y quedaron pegados en el asfalto. Esas marcas, que todavía se percibían este martes hablan por sí solas del dramático momento que vivió una joven de 17 años cuando un delincuente casi le quita la vida en el Barrio 1° de Mayo. El puntazo le provocó una gran hemorragia y tuvieron que operarla.

Así quedaron los rastros del ataque en una garita del colectivo.
Actualizada: 23/10/2019 00:19
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La Policía todavía no puede identificar al agresor y tampoco está claro cómo sucedieron los hechos esa noche. El caso de inseguridad se da en un momento donde los habitantes del Barrio 1° de Mayo denuncian que “ya no pueden salir a la calle” y que no hay presencia policial.

Este medio concurrió al lugar del ataque y reconstruyó el trayecto que la chica realizó hasta que alguien logró socorrerla. También dialogó con los vecinos.

El viernes, la chica fue sorprendida por un delincuente que la apuñaló y se dio a la fuga sin llevarse nada. La herida que le causó fue tan profunda que le provocó una hemorragia. La joven fue operada en el Hospital, y este martes ya estaba en una sala de cirugía de mujeres, pero en aislamiento.

Ni la Policía ni la Dirección del Policlínico Regional dieron hasta esta noche alguna información oficial sobre el ataque o el estado de salud de la víctima.

Tras el ataque, la chica cruzó la avenida.

Eran cerca de las 23 cuando la muchacha esperaba el micro como tantos otros días en la garita de color verde que tiene flores pintadas en la parte exterior. Está ubicada sobre la avenida “V” Centenario, a la altura de la manzana “K”, rodeada por un descampado.

En ese lugar, un sujeto advirtió que estaba sola y en medio de una luminaria escasa y en un horario donde no hay demasiado tránsito de personas y de vehículos, se le acercó con intenciones de robarle. Pero la terminó apuñalando en el lumbar izquierdo, cerca del glúteo (posiblemente a la altura de un vaso sanguíneo) y huyó.

Primero fue a una vivienda a pedir ayuda, pero no había nadie, entonces siguió caminando por el asfalto.

Por las marcas que quedaron en el piso, ella caminó en zic zac al menos unos cien metros hasta que las fuerzas no le dieron más y cayó tendida. Tras el ataque cruzó la avenida a pedir auxilio en una vivienda de enfrente, pero no encontró a nadie. Entonces caminó hasta la puerta de un negocio ubicado en la esquina de la manzana K. Allí llegó sin aliento y se desvaneció. Sobre la calle quedaron marcadas sus pisadas con la propia sangre.

El dueño del negocio “El pelado”, fue el primero en socorrerla; llamó una ambulancia y también a la Policía. Antes de caer al piso, el comerciante notó que balbuceaba pero no logró entenderle nada.

En ese negocio la chica se desmayó y fue socorrida.

Minutos más tarde, la madre de la menor fue alertada por un amigo de la familia que pudo reconocer a la chica cuando era atendida por los médicos. La mujer fue de inmediato y se encontró a su hija inconsciente. Más tarde radicó la denuncia en la Comisaría 4°.

La herida, que todavía no se sabe si fue provocada con un cuchillo o un destornillador, la dejó en terapia intensiva. El Chorrillero se acercó hasta el Hospital, pero sus familiares no quisieron hablar del caso. Tampoco fue posible el contacto con las autoridades sanitarias para conocer en detalle el grado de la lesión y la recuperación que atraviesa.

La garita está sobre la Avenida V Centenario.

La inseguridad: algo cotidiano en el Barrio 1º de Mayo

Los vecinos de la zona aseguran que la oscuridad, por la falta de luminaria, y de presencia policial hace que el barrio se vuelva un blanco perfecto para la delincuencia: “Nosotras las mujeres ya no queremos salir ni a comprar solas; si vamos lo hacemos siempre con un varón y eso es lamentable”, aseguró una vecina que accedió a ofrecer su testimonio a elchorrillero.com.

“Así como le ocurrió a ella, le puede ocurrir a un niño a cualquier otra persona, en este caso no les importa quienes sean”, dijo para sostener que la inseguridad es constante en el barrio.

Otros habitantes recalcan que hay miedo en la vecindad porque la Policía no ronda el lugar en los horarios más peligrosos, porque la delincuencia ronda durante la madrugada.

Si bien afirmaron que el 1º de Mayo “siempre fue así”, lo que pasó el viernes por la noche les hizo encender las alarmas un poco más.

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