Un hombre de 21 años mató brutalmente a su hijo de un mes y medio
Lee Vernon admitió haber matado a su hijo, pero afirmó que accidentalmente lo dejó caer antes de hacerlo rebotar y apretarlo con demasiada fuerza. Sin embargo, el joven fue declarado culpable del asesinato del niño, tras sacudirlo tan fuerte al punto de romperle los huesos, en Inglaterra.
A sus seis semanas de edad, McKenzie Ellis murió en el hospital en julio del año pasado después de que los médicos encontraron varias fracturas en sus costillas y otras partes del cuerpo, junto con una hemorragia cerebral.
El bebé fue llevado al Hospital QEQM en Margate el 23 de julio del año pasado después de colapsar en su casa en Broadstairs, Kent. Inmediatamente fue trasladado al Kings College Hospital de Londres, pero murió tres días después.
Vernon, quien fue descrito como “un mentiroso manipulador”, negó el asesinato y dos cargos de infligir intencionalmente GBH, también conoció como “éxtasis líquido”, pero el jurado del Tribunal de la Corona de Maidstone rechazó su historia y lo condenó por los tres cargos.
Mientras se emitían los veredictos, el asesino se sentó con la cabeza gacha a pocos metros de la madre del bebé, Katrina Ellis, que había asistido todos los días del juicio.
Qué fracturas le ocasionó el joven a su hijo
Durante el juicio, la fiscalía contó cómo Vernon había “infligido intencionalmente lesiones no accidentales a su hijo”, lo que resultó en una fractura de cráneo y hemorragia en el cerebro.
Además, los expertos médicos revelaron que el bebé había sufrido múltiples lesiones, algunas de las cuales habrían sido causadas en al menos dos ocasiones anteriores. Incluso, el profesor David Mangham, experto forense en huesos de Reino Unido, cree que las lesiones fueron causadas deliberadamente.
El fiscal Steven Perian QC aseguró que las lesiones incluyeron fracturas en la clavícula izquierda, el tobillo izquierdo, el hueso del muslo derecho, y del cráneo y un vaso sanguíneo roto, cerca de la esquina interna del ojo izquierdo.
Las lesiones que sufrió el bebé ocurrieron entre una y tres semanas antes de su muerte, según dijo el fiscal. Además, confirmó que “la lesión mortal en la cabeza causó la muerte de McKenzie”, y sugirió que “hubo una torsión forzada y un tirón de las extremidades inferiores”.
El investigador principal, Richard Vickery, reflexionó: “Es imposible comprender el sufrimiento que sufrió McKenzie durante su corta vida a manos de su padre”.
Vickery agradeció a los expertos médicos y a su equipo de investigación por haber logrado llegar a la verdad y garantizar la condena de Vernon, quien será sentenciado el próximo mes cuando la madre de McKenzie lea personalmente ante el tribunal su declaración sobre el impacto de la muerte de su bebé.