Se polarizó la Capital: Hissa y Tamayo definen mano a mano la intendencia
El candidato del Frente opositor San Luis Unido llega cuatro puntos arriba del ministro de Turismo; Enrique Picco quedó muy lejos.
En la antesala de las elecciones se difundió una encuesta que confirmó la polarización en la pelea por gobernar la ciudad de San Luis entre Gastón Hissa y Sergio Tamayo.
El escenario surge de una encuesta de la consultora Social New Data que coloca a Hissa al frente de la carrera con 39 puntos de intención de voto, seguido de Tamayo con el 35%.
El sondeo realizado sobre 800 casos telefónicos ubica rezagado a Enrique Picco con el 18%; Roberto González Espíndola (Frente Independiente por San Luis) 4% y Carlos Montiveros (Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad) con un 2%. Los indecisos también alcanzan el 2%.
La ciudad de San Luis que es el principal distrito con el 40% del padrón, bajará el telón electoral y terminará de configurar la futura relación de fuerzas en la provincia.
El panorama ofrece un atractivo abanico de particularidades que van más allá del debut de la Boleta Unica Papel, modalidad que fue resistida hasta último momento por el rodriguezsaismo.
En los campamentos asignan una decisiva importancia al nivel de afluencia. Una alta presencia en las urnas de la ciudadanía le otorga mayores chances a Hissa de convertirse en el sucesor de Enrique Ponce.
Los puntanos irán a votar tras un proceso que no exhibió predisposición de la Municipalidad y el Tribunal Electoral de informar sobre cómo se vota en la modalidad a estrenarse el domingo.
El Frente opositor San Luis Unido y el Frente Justicialista K de Alberto Rodríguez Saá cosecharon este año un triunfo cada uno en las elecciones por los puntos.
Contra todos los pronósticos del Gobierno provincial que llegaba confiado por los resultados del 16 de Junio y las PASO, San Luis fue alcanzado por la ola que tiñó de amarillo el centro de la Argentina el 27 de octubre.
La oposición se acerca entusiasmada a la última parada. Está fresco el triunfo de Mauricio Macri sobre la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner en la provincia que significó un doble traspié para Rodríguez Saá porque perdió su lista de diputados nacionales después de 20 años.
En la última general también cambió el clima en la ciudad y la oposición pudo ganar en las dos categorías.
En la recta final el gobernador se puso la campaña sobre sus espaldas para sostener a su delfín que exhibió dificultades para lograr adhesiones más allá de la base electoral del PJ.
Con el poderoso aparato estatal y partidario, Rodríguez Saá salió a cubrir las limitaciones que ofreció el ministro de Turismo y Parques. Hubo un monumental despliegue de recursos y bienes públicos con funcionarios que abandonaron sus puestos en Terrazas del Portezuelo para volcarse a la faena de empujar al candidato.
El actual intendente se presenta en su territorio con el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Enrique Picco.
Enrique Ponce se abrió del Frente San Luis Unido para jugar solo y dividió a la oposición. Los resultados arrojarán luz sobre este movimiento.
Con la fuerza de un millonario gasto en promoción en todas sus variantes, Picco tiene un 18% de intención de voto, de acuerdo a una de las últimas mediciones.
En el cierre buscó captar una franja del voto radical trayendo a Ricardo Alfonsín. El hijo del ex presidente de la Nación es un ferviente antimacrista.
Picco y Tamayo dieron lugar a un bombardeo publicitario sin precedentes. El candidato de la Municipalidad habría pagado $931 mil para que un avión surque el cielo puntano repitiendo la propuesta. El oficialismo provincial volcó $1 millón a Facebook para que los puntanos conozcan a Tamayo y escuchen la promesa del gobernador de que no quebrará la autonomía municipal.
La historia reciente marca que de las nueve elecciones de intendente que se sucedieron desde 1983, la oposición ganó en seis oportunidades y Rodríguez Saá en las otras tres. Hubo una más organizada en 2003 por el actual gobernador después de perder a manos de la oposición, pero la Corte Suprema la anuló tras la crisis de la “doble intendencia”.