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Quilmes: un chico casi pierde un ojo por una feroz golpiza de un rugbier en un boliche de Ezpeleta

La víctima recibió golpes de puño en su rostro que provocaron la rotura de sus lentes, dañando seriamente la córnea de uno de sus ojos. Indignación porque el agresor sólo fue demorado unas horas.

La víctima es Mauro Ovadilla, vecino de Florencio Varela.
Actualizada: 31/12/2019 11:41
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Un adolescente de 18 años estuvo a punto de perder la vista de un ojo al ser golpeado salvajemente por un joven jugador rugby de la misma edad del Club Varela Junior, en un boliche de Ezpeleta Oeste.

El autor del ataque, que ya tiene antecedentes similares, fue solamente demorado, lo que generó la indignación en los familiares de la víctima, que optaron por realizar "un escrache" que fue viralizado a través de las redes sociales.

La víctima es Mauro Ovadilla, vecino de Florencio Varela, quien recibió golpes de puño en su rostro, lo que provocó la rotura de los cristales de sus lentes que le produjeron, a la vez, cortes cerca de un ojo, en tanto que algunos fragmentos ingresaron a su córnea y, como si fuera poco, terminó con un diente quebrado. "De milagro no quedó ciego de un ojo", comentaron sus familiares.

Milagros Ovadilla, su hermana, describió que su familiar concurrió a una discoteca de la Avenida Calchaquí 4300 junto a sus amigos del instituto Santa Lucía de Varela para despedir el año. Lo que parecía una noche para divertirse terminó de una mala manera.

En diálogo con POPULAR, la joven mencionó que la situación se dio cuando Mauro en un momento perdió " a sus amigos. Cuando empezó a buscarlos, accidentalmente, chocó con el cuerpo al rugbier". Esto provocó que el agresor, jugador del Club Varela Junior, que estudia en el mismo colegio, decidiera reaccionar de una salvaje manera: "Le metió varias piñas sin mediar palabras, justo cuando mi hermano se estaba disculpando, rompiéndole los lentes". Esto ocasionó cortes a la altura del párpado y pómulo y lesiones en la córnea.

El deportista fue demorado algunas horas la Comisaría 9na, lo que desató el enojo de los Ovadilla. "Estuvo poco tiempo en la comisaría y nosotros, como respuesta realizamos un escrache a través de las redes sociales", añadió Milagros, quien puntualizó que "llegó a los 3600 compartidos en Facebook. De hecho, nos llegaron mensajes de otras personas diciendo que fueron víctimas del mismo sujeto".

Asimismo, reveló que los padres del rugbier se "comunicaron con los nuestros pidiendo disculpas".

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