La familia de un hombre que murió por un golpe en la cabeza pide una investigación

"Nos está matando la duda, el dolor y la angustia. No sabemos qué lo mató", planteó Mariana, hermana de Franco Velázquez. El hombre de 42 años recibió un botellazo en la cabeza el 15 de diciembre. Permaneció internado y finalmente murió en la previa a Navidad.

La mujer explicó que la agresión se produjo luego de una discusión con un conocido apodado "Miguelón", con quien se encontraba en inmediaciones a su vivienda en el Barrio Pabellón Argentino. "Según algunos fue porque querían más plata para tomar y otros dicen que ese nombre le debía $300 a mi hermano", contó.

Luego de eso, Velázquez apareció inconsciente a unos metros. Fue cuando lo llevaron hasta su casa para que su mamá se encargara de curarlo debido a que sólo tenía un "leve rasguño". "Sólo nos dijo que le pegaron un botellazo y que lo iba a arreglar él", transmitió Mariana a El Chorrillero.

Al día siguiente, la salud se agravó. Uno de sus hijos, fue a buscarlo para almorzar y advirtió que estaba convulsionando. La hermana señaló que llamaron inmediatamente a la ambulancia, mientras intentaba reanimarlo. A los pocos minutos fue trasladado al Hospital de San Luis.

"Nos dijeron que gran parte del cerebro estaba muerto. Había posibilidad de una operación riesgosa, así que mi mamá no aceptó. Durante los nueve días siguientes estuvo en terapia intensiva y con mucha fiebre. Finalmente murió el 24″, recordó.

Velázquez tenía dos hijos y una hija de crianza. Al segundo día de su internación se convirtió en abuelo, pero nunca llegó a conocer al bebé. Desde hace un tiempo se dedicaba a repartir estampitas o lavar autos. Si bien era albañil "cuando empezó a tomar dejó de trabajar".

La inquietud de su familia surgió cuando los médicos les revelaron que Velázquez tenía lesiones anteriores en su cráneo. Por eso apelaron a la autopsia, a fin de conocer la causa del deceso.

El caso recayó en el juzgado Penal N°3 a cargo de Virginia Palacios. La magistrada ordenó que la historia clínica fuera retenida para la investigación y la realización de la autopsia que tuvo lugar el 26 por la mañana.

Ya en la noche del viernes consiguieron que les entregaran el cuerpo y velarlo. Desde la División Homicidios les dijeron que la demora de la investigación se debía a que se trató de una "muerte dudosa por las lesiones previas". El entierro se concretó al día siguiente.

La causa de la muerte fue traumatismo de cráneo severo.

Mariana dijo que su hermano había sufrido semanas atrás una golpiza de parte de efectivos policiales.

"Unas semanas antes, Franco estuvo tomando afuera de mi casa. Se va junto a un amigo y otra chica. Hacen media cuadra y los intercepta el DRIM. Mi hermano se escondió en los monoblocks porque ya lo habían detenido y golpeado debido a que tomaba mucho", relató.

Según su testimonio cuando los efectivos lo encuentran, en un cuarto piso, comienzan a agredirlo con "piñas y patadas". "Los vecinos nos contaron que iba golpeando la cabeza con los escalones y en el descanso le volvían a pegar hasta llegar abajo", añadió.

Tras esto, otra de sus hermanas se acercó al lugar y los policías adjudicaron la agresión a que lo encontraron "robando". Luego de eso fue trasladado hasta la Comisaría 6°, donde les dijeron que lo demoraban por "averiguación de antecedentes".

"Mi hermano estaba esposado de pies y manos, le caía la sangre en la cara y estaba todo lastimado", recordó Mariana.

Precisó también que "al otro día dijeron que no lo soltaban porque no había móviles que lo llevaran a efectuarle la revisión médica".

"A las 10 de la mañana lo liberan. Cuando lo vimos estaba todo golpeado, con moretones, raspaduras, tenía hematomas en la cara y en las piernas", afirmó. A su vez, dijo que Velázquez permaneció varios días en cama y hasta debían llevarle la comida.

Más tarde asistió al Hospital del Oeste y fue atendido por la misma profesional que cuando lo llevó la Policía. "Le dijeron que no tenía nada. Sin embargo hasta días antes de su muerte tomaba analgésicos porque no aguantaba los dolores", aseveró.

Mariana pidió que se aclare la muerte e investige al autor del botellazo como así también a los efectivos que lo golpearon previamente. Hasta el momento, no hay ningún detenido.

"Él tomaba pero no era agresivo. Estos días nos contaron que una vez salvó a una nena que la quisieron manosear o que ayudaba a una vecina embarazada a sacar la basura. Era muy querido a pesar de su adicción. Pensamos que eso lo mataría y no que nos lo quitarían así", manifestó con dolor.

De la misma manera, piden que si alguien presenció cualquiera de los dos hechos se comunique con su familia para poder aportar testimonios a la causa.