El italiano no le puso tintes dramáticos a su decisión. "No tengo problemas de salud, ni yo ni mi familia ni nada. No hay ninguna enfermedad como leí en redes sociales. Tengo la necesidad de acercarme a mi hija, la extraño y ella me extraña a mí", explicó.
El experimentado volante le avisó que tenía decidido dejar el fútbol profesional al entrenador Miguel Angel Russo y también pudo dialogar con Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo y responsable del fútbol de Boca, que le dijo que resuelva su situación familiar tranquilo y que las puertas del club seguirían abiertas para él.
De Rossi partió del predio que Boca Juniors tiene en Ezeiza antes de que sus compañeros pasaran a almorzar, en la pretemporada de doble turno que realizan los jugadores xeneizes. Luego, horas después, dio una conferencia de prensa.
"Tuve el placer de trabajar con ellos [la nueva dirigencia] sólo dos o tres días, todos trataron de convencerme para que me quede acá. Mi decisión es definitiva. Debo ser el primer jugador que se despidió del fútbol y después se hizo la revisión médica", dijo.
De Rossi jugó en Boca siete partidos y en cinco encuentros fue titular. El día de su debut le hizo un gol a Almagro, por la Copa Argentina, partido que el equipo que entonces dirigía Gustavo Alfaro perdió después por penales.